Melissa entro a su casa secando sus lágrimas mientras observaba aquel collar con nostalgia, se sentó en el blanco mueble de cuero de la sala de estar mirando hacia la gran ventana que daba hacia la parte trasera de su casa, miraba aquel sitio con tanta nostalgia como si procurara conservar cada recuerdo en ese lugar, pero el timbre la saco de sus pensamientos, se bajó del mueble dirigiéndose a la puerta de entrada, paso la llave de la casa y s una vez abierta la puerta observo a una mujer muy alta y al notar aquella mujer su presencia le sonrió.
-Hola pequeña- Dijo aquella mujer en un tono dulce y calmado- Soy tu tía, un gusto en al fin conocerte.
-si...
-¿podría pasar a visitar a mi hermana...?- dijo esperando respuesta.
-Claro- intento sonreír.
Su tía entro y Melissa le señalo el cuarto de su madre a lo que la mujer asintió para luego dirigirse a las escaleras, sin notarlo detrás de ella se quedó un pequeño niño en el pie de las escaleras. Ambos se quedaron en silencio.
-Has estado llorando- dijo el pequeño rompiendo el silencio, mirándola directo a los ojos.
-si...- aparto la mirada- perdí a alguien importante hoy- finalizo apretando el cascabel.
-¿Quién?- pregunto curioso.
-Un lobo...
-¿Tenías un lobo de mascota?, ¡genial!- exclamo con entusiasmo.
-jajaja, no era mi mascota (era mi mejor amigo...)- dijo en sus pensamientos.
-Lo supuse... solo quería hacerte reír- dice con una gran sonrisa- No me gusta ver a las personas tristes.
-Gracias...
-Me llamo Leonel, pero me puedes decir leo- dijo aun sonriente mientras extendía su mano.
-Mi nombre es Melissa, un gusto- dijo estrechando su mano.
Desde ese día el comenzó a ir más seguido a casa de Melissa debido a que su madre decidió cuidar de su hermana ya que su salud empeoraba, su hermana es la única que sabe la realidad de la madre de Melissa, ella se enteró ya que un día tubo el infortunio de ver la sombra del dios Hades dejándola desplomada en el suelo, una vez que despertó su hermana le tuvo que contar todo, al principio no quería creerlo pero al ver a su hermana en tal estado y ver su marca creyó en lo que le dijo y decidió apoyarla aunque ella comenzara a odiar al dios por lo que hizo a su hermana y por el hecho de que ella nunca lo culpara por lo que le hizo. Intento de muchas maneras librarla del mal de la muerte pero le dijeron que no es posible salvarla ni a ella ni a su hija, solo era cuestión de esperar y eso la frustro mucho durante años pero sin poder hacer nada solo debía cuidarla.
El día en que nace Melissa la madre le pide a su hermana que deje de cuidarla, que aunque no se recupere quiere intentar luchar más contra su muerte sola, su hermana se niega pero tuvo que aceptar debido a que hace poco ella también tuvo a su hijo y debía cuidarlo, entonces ella se marcha con la promesa de que regresaría cuando mas la necesitara su hermana. Y ese día llego...
Los hijos de ambas hermanas pasan su tiempo juntos, pasa un año de su amistad.
Un día en que su primo no la visita debido a que estaba enfermo según explico su madre a Melissa decide entrar al bosque sola, donde los recuerdos la invaden, entonces ella sostiene fuertemente el cascabel en su cuello, sumergiéndose en la promesa que posee ese collar cerrando sus ojos hasta que el sonar del revoloteo de una mariposa la saca de sus pensamientos, al ver a la mariposa se maravilló por el azul con negro que posee, parecía brillar sin que alguna luz llegara a la mariposa, Melissa la observaba atentamente hasta que esta se posa en su mano extendida, con mucho cuidado acaricia sus alas, pero al tocarla aquella mariposa muere desplomándose en el suelo.

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Lobo gris.
Fantasiael amor y lealtad que alguien puede tener, te puede llevar a tantas consecuencias pero, también a vivir sentimientos hermosos pero, ¿lo vivirás solo por amor? bajo un mundo de guerra donde aquello que proteges cada día muere en silencio dominada por...