Rosas.

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Melissa y Lucas se ven fijamente hasta que ella aparta la mirada de él y camina donde está su primo, le sonríe levemente, aún no sabe cómo sentirse con la llegada de Lucas. Aunque su corazón late rápido cuando lo ve, pero las lágrimas y el nudo en la garganta están presentes cuando recuerda el día en que se fue y que estuviera con Hades, quien se llevó el alma de su madre. Ella toma el brazo de su primo y agacha su cabeza hasta el hombro de él soltando un ligero sollozo.

-Deberíamos regresar, supongo que regresaremos con el- Dijo Leonel mirando a Lucas y este asiente.

Melissa toma aire y camina, el camino esta resbaloso por la tierra mojada, Leonel baja rápido para estar cerca de ella mientras Lucas los observa desde atrás. Pasan 10 minutos caminando y solo se escucha la naturaleza, el sonido de los arboles moviéndose con el viento, algunos pájaros volando y también un gran frio, casi anochece y antes de pase algo extraño en el bosque aumentan la velocidad de sus pasos.

Finalmente bajan toda la montaña. Lucas y Leonel siguen con pasos rápidos mientras Melissa se detiene y observa unas rosas a la distancia recordándole cuando cayó sobre todas las espinas de esas rosas. Las palabras de su maldición resuenan en su cabeza, como decía lo débil que se veía llorando mientras sangraba. Lucas la observa y no duda en acercarse, la mirada de ella es de dolor y odio. Él se acerca a ella pero no hace ningún otro movimiento, ella lo mira, su mirada de odio se plasma sobre la de Lucas.

-No sé por qué dejo que te acerques, realmente jodiste todo, mi vida después de irte se volvió un desastre y no quiero sufrir más, si te iras de nuevo lárgate de una vez. Ahora mismo me desconozco y no se de lo que soy capaz de hacerte- Dice Melissa apretando sus manos sosteniendo la rosa desde su tallo.

-No creas que fui capaz de vivir sin ti. Era como estar muerto y renacía cada vez que te veía- Lucas acaricia su mano- mátame si quieres, estuve vacío mucho tiempo y creo que ambos aunque nos vemos y nuestros latidos son fuertes nos sentimos aun vacíos...

-Estoy maldita, siento como me pierdo a mí misma y ver esta rosa me hace recordar un horrible momento- Melissa inhala con fuerza- el día en que me perdí a mi misma. Solo eso me faltaba perder, te perdí a ti, perdí a mi madre, ¡y me la arrebato el dios con que estuviste todo este tiempo!, ¿cómo puedes te atreves a decir que me veías? Y sin siquiera acercarte a mí.

-Estaba contigo, estaba justo frente a ti en aquella mariposa que viste. Hades me ato para no acércame a ti, ato mis brazos, mis piernas y mi cuello con cadenas pesadas. Solo por mi sangre maldita escape, vi que estabas en peligro y no importaba si me desangraba.

Melissa al escuchar comenzó llorar, pero no estaba dispuesta abrazarlo otra vez. Lucas arranco la rosa y apretó su tallo clavándose las espinas, su sangre hizo la rosa soltara humo, como si se quemase.

-Entonces, estamos malditos- dice Melissa sonriendo levemente aun las lágrimas sobre sus mejillas- Quizá nuestras maldiciones nos hagan ganar esta guerra contra los dioses... pero tengo miedo de lo que hay en mí. Mi maldición me hace daño y no quiero que me domine hasta lastimar a personas inocentes y a quienes quiero.

-Eres fuerte, sabrás como vencerlo y estaré aquí y también el otro chico- Dijo Lucas viendo detrás de el con una sonrisa, pero noto que el ya no estaba allí.

-Ya estará en casa- dijo Melissa mientras reía y secaba sus lágrimas.

Lucas y Melissa caminan en silencio lo poco que faltaba para llegar a casa. Cuando ella abre la puerta de madera oscura. Leonel tenía su mirara plasmada en una laptop pequeña en la mesa de la sala mientras estaba sentado en el piso.

-Ya volvieron, pensé que tardarían más, mire unas noticias publicadas en algunas páginas hablando sobre la extraña tormenta que hubo y del extraño rayo que se vio en toda la ciudad.

-Vaya, parece que fue algo que alarmo a las personas – dice Melissa sentándose en el sofá detrás de su primo.

- A partir de ahora habrán muchos más escándalos, si los dioses nos atacarán y quizá decidan atacar al resto de las personas- dice Lucas apoyándose en la pared cerca de la entrada.

- Sea lo que sea que hagan debemos estar listos, no dudaran en destruir todo- Dice Leonel.

-Deberíamos dormir, en esta casa tenemos solo 4 habitaciones, podemos dormir cada uno en un lugar distinto, pero no uses el cuarto de mi madre Lucas.

Lucas asiente a lo que dijo Melissa, ella le sonríey lo ve dulcemente con sus ojos verdes brillando, aunque también se veía cansada,los tres están cansados. Cada uno sube las escaleras y entran a sus ahorahabitaciones. La noche será corta y el día que vendrá será terriblemente largo.

Lobo gris.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora