𝐂𝐀𝐏𝐈́𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟕

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—¡Fondo! ¡fondo! ¡fondo!

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—¡Fondo! ¡fondo! ¡fondo!

Terminó de golpe mi quinta cerveza, todo me da vueltas.

—¡Te gane!—le digo arrogantemente a Keigo y el deja su cerveza a la mitad.

—Dios, ya no puedo más, ya me duele la cabeza—se soba su sien con una mueca.

Izuku solo ríe a carcajadas tomando su malteada de fresa.

—Tendre que llevarlos a casa, ni siquiera se pueden parar.—lleva la fresa que estaba encima del chantillí a su boca y se la come de un mordisco.

—Parece que si, enton..—el hipo me interrumpe.

—Bien, ya vámonos entonces.—Keigo bosteza y se levanta con dificultad.

Yo me levanto tan rápido que me mareo de golpe, me balanceo de un lado a otro y Izuku me sostiene rápidamente.

—Ten cuidado viejo, estás muy ebrio.—suelta una risita y pasa mi brazo a su hombro para agarrarme firmemente de la cintura.—ahora ven aquí, Keigo.

Trata de agarrarlo pero Keigo se hace para atrás y niega con la cabeza.

—Ño, puedo ir solo.—hace un puchero y yo me rio de la nada.

—Carajo, dios, ¿por qué me haces esto?—izuku mira al cielo—tengo que lidiar con dos idiotas ebrios.

Keigo pone cara de enojado y señala a Izuku amenazante.

—Que confianza ya agarraste como para decirme así el primer día que nos conocemos.—le da hipo y se acerca a el llendose de un lado al otro—mocoso con cabello de brócoli.

Izuku habré su boca como una "O" y me suelta de golpe, haciéndome caer al suelo, dándome un golpe en la nariz.

Se acerca rápidamente a Keigo y los dos empiezan a insultarse de la forma más pendeja del mundo, mientras que yo ya me rompí el hocico, genial.

—¡imbéciles de mierda! ¡ayúdenme o les meto un puto palo en el culo!—grito aún en el suelo.

Ellos dejan de darse manotazos, me miran por unos segundos y se acercan a mi rápidamente viendo que me estoy desangrando de la nariz.

Qué dramático eres.

No, es la verdad.

Mentiroso.

Sisi, cállate.

Keigo y el me levantan entre los dos y caminamos por la calle, ellos siguen discutiendo y yo tengo ganas de gomitar.

¿Gomitar? ¿vas a gomitar gomitas o qué?

Deja de corregirme, estoy ebrio.

—Tengo ganas de gomitar imbéciles.

Ellos ríen a carcajadas, parece que escucho patos.

—¡Es vomitar!

—¡Cállate mocoso! ¡estoy ebrio!

𝐅𝐎𝐑𝐁𝐈𝐃𝐃𝐄𝐍 𝐅𝐑𝐔𝐈𝐓 || 𝖪𝖾𝗂𝗀𝗈 & 𝖳𝗈𝗎𝗒𝖺.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora