𝐅𝐎𝐑𝐁𝐈𝐃𝐃𝐄𝐍 𝐅𝐑𝐔𝐈𝐓 || 𝖪𝖾𝗂𝗀𝗈 & 𝖳𝗈𝗎𝗒𝖺.

𝐂𝐀𝐏𝐈́𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟏

Mis pies dolían como el infierno de tanto caminar, sólo quería llegar a casa y dormir un poco. Pero sinceramente no quiero llegar para verle la cara al cabron de mi padre, de solo verlo tengo ganas de golpearlo.

Del bolsillo de mi pantalón saco un cigarro con el encendedor y lo prendo, lo llevó a mis labios y le doy una gran calada.

Miro al frente viendo como una señora está sentada con su hijo en una banca del parque, me acerco y me siento a su lado aún con el cigarro en mis labios.

— ¿Qué es lo qué tiene en la cara el señor? —escucho que el niño le pregunta a su madre.

— No lo sé cariño, no lo veo muy bien. —al escucharla me volteo para mirarlos.

La madre suelta un suspiro al verme y se lleva la mano a la boca.

— Vamonos cariño, papá nos espera. —Se levanta rápidamente y carga a su hijo para después alejarse.

— Dios mío se ve horrible. —la señora susurra a lo lejos y yo suspiro para tirar el cigarro y pisarlo.

Estoy harto de que la gente me mire con miedo y asco, todo por estás putas cicatrices que el me hizo, Enji Todoroki. A la persona que más odio en este mundo, mi familia y yo vivimos un infierno gracias a el, no sé porque mi madre no se a separado de el. Tal vez solo soporta todo esto por nosotros, no nos quiere dejar solos con ese imbecil.

Me levanto de la banca para empezar a caminar directo a mi casa, por más que no quiero tengo que ir, lo único que me agrada de mi hogar es mi madre y mis hermanos.

Después de una hora por fin llegó a mi hogar, inhaló profundamente al abrir la puerta para después exhalar.

— Cariño, ¿dónde fuiste? —dice mi madre al verme y me abraza con fuerza— Estaba tan preocupada, te fuiste por mucho tiempo. —se separa para tomar mi rostro entre sus manos y mirarme de arriba a abajo.

— Solo camine un poco mamá, no te preocupes. —digo tratando de sonreír dándole un pequeño beso en la frente— Ya estoy aquí, ¿algo paso?

Mi madre iba a decir algo pero alguien la interrumpió.

— Por fin llegas, ¿dónde fuiste ahora? —se acerca Enji Todoroki con esa aura intimidante empujando levemente a mi madre a un lado para estar frente a mi.

— No es de tu incumbencia Enji, yo voy a dónde se me pegue la gana. —le digo con frialdad, mirándolo fijamente, desafiandolo.

— Mocoso de mierda, tengo ganas de golpearte para que aprendas a respetarme. —Me toma del cuello de mi sudadera con fuerza acercándome más a el— Me avergüenzas maldito maricon.

— ¡Enji ya sueltalo! —grita mi madre acercándose para tomarlo del brazo.

— ¡Sueltame mujer! —dice con enojo para soltarme de golpe y empujar a mi madre.