Capítulo 6.

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El taxi se detuvo frente al edificio de Valentina, se me hacía muy extraño decirle Valentina y no profesora Carvajal, pero creía que pronto me acostumbraría.

Le pagué al taxista y este se fue, entre al edificio e hice mi recorrido hasta llegar al departamento de Valentina.

Acomode mi cabello y toque la puerta tres veces.

Espere unos segundos después la puerta se abrió dejando verla con una hermosa sonrisa.

—Hola —me saludo, se acercó a mi para besar mi mejilla, la cual se puso roja cuando Valentina se alejó.

—Hola —dije algo nerviosa.

—Pasa, tengo algo de comida china ¿te gustaría comer mientras charlamos? —pregunto cuándo entre y me saque mi chaqueta de jeans.

—Si, me gusta la comida china —dije con una sonrisa, ella me la devolvió.

—Siéntate, iré a la cocina por la comida —dijo y se metió a la cocina.

Camine hasta el sillón y deje mis cosas al lado mío.

Acomode un poco mi pelo, cuando acomodaba mi cabello o me mordía el labio era señal de nerviosismo, y ahora tenía un alto porcentaje.

Valentina volvió de la cocina con una bandeja de madera en sus manos, sobre la bandeja había dos tazones de comida china, tenedores y palillos chinos, dos latas de Coca-Cola y servilletas.

—Volví —dijo Valentina dejando las cosas en la mesita que estaba en el centro y sentándome en el pequeño sillón frente mío. —Agarra sin miedo —dijo señalándome la comida. Yo sonreí a medias y agarré un tazón, un tenedor y una servilleta.

—Gracias —dije mezclando la comida, era fideos con diversos condimentos.

Bajé la vista hacia la comida y mordí mi labio ligeramente.

—¿Por qué haces eso? —pregunto Valentina, levante la cabeza y me estaba mirando.

—¿Qué cosa? —pregunte confundida.

—Eso con el labio, te lo muerdes mucho ¿por qué? —pregunto nuevamente.

Mis mejillas tomaron un leve casi notable color rojo, tragué saliva y respondí.

—Lo hago siempre al estar nerviosa, mi padre también lo hacía era como un tic nervioso o algo por el estilo —dije y sonreí a medias, ella me sonrió y bajo la vista.

—Te vez bonita cuando lo haces —dijo y comió un poco de fideo sin mirarme.

Mis mejillas se encendieron y mi corazón latía rápido, hice una pequeña sonrisa y moví rápidamente la cabeza para dispersar las estúpidas ideas que tenía en la cabeza, por dios ella es mi maestra, mi "modelo a seguir", es mayor que yo.

Levante la mirada y ella seguía comiendo, lo hacía de una manera tan linda, tranquila, pero a la vez sexy, todo en uno.

Al diablo con todo, ella era hermosa, la quería y mucho, no, no lo quería, esto que sentía no podía ser querer era otra cosa, algo más fuerte, si yo la amaba.

Dos semanas después.

Narra Valentina.

El aula estaba en completo silencio, ya habían pasado 2 semanas desde que ayudo a Juliana y era viernes, había dado una prueba sorpresa, si creo que todos mis alumnos me odiaban pero era mejor para su nota final, levante la cabeza de mi libro y recorrí el aula con la mirada y al final me centre en ella, estaba con su lápiz mordiendo la punta de este, se veía algo nerviosa y su pierna temblaba a causa de ello, levanto la vista de la hoja y nuestras miradas se cruzaron, ella me dio una rápida sonrisa y yo desvié la vista, algo sonrojada.

Mi Alumna Favorita | ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora