Mi Alumna Favorita | ✓

Capítulo 18.

Maratón 3 / 5 

Narra Juliana

—Dios ya es tarde —dije entrando a toda prisa a la cocina, en mi hombro izquierdo tenía mi morral y en mi mano derecha el cuadro envuelto en papel de cartón color marrón.

—Buenos días, señorita —dijo Olga mientras me daba una taza de café.

—Buenos días, Olga —dije y tome un sorbo, levante mi brazo derecho y mire mi reloj de pulsera. —Dios —dije viendo la hora.

Deje la taza de lado y agarre mi morral y el cuadro, y salí de casa a toda prisa, tenía que llegar a la escuela rápido.

(...)

—Llegaste —dijo Claudia cuando me senté en mi respectivo banco.

—Hola —dije algo exhausta, dejé el retrato a mi lado y mi morral en el banco

—¿Te quedaste dormida? —pregunto Claudia levantando una ceja.

Asentí y respiré hondo.

Desde el pasillo se escucharon pasos, teníamos ahora Literatura con Valentina, pero eso pasos no eran de ella.

La secretaria de la directora apareció por la puerta y pidió a todos silencio.

—Chicos la profesora Valentina no vendrá hoy tiene las dos primeras horas libres —dijo y después se fue.

Todos comenzaron a festejar y a salir del aula.

—¿Qué? —pregunte confundida.

¿Qué le paso a Valentina?, ¿estará bien? ¿y si le paso algo grave?

Rápidamente agarre mi celular y marque su número me lo lleve a la oreja y espere, el primer tono, el segundo, el tercero y.... me salió el contestador, corte la llamada y llame otra vez, pero fue inútil.

—Cálmate seguro está en algunas de esas reuniones de trabajo o se quedó dormida o algo por el estilo —dijo Claudia y yo la mire de reojo.

—Si tal vez, pero no me contesta —murmure enojada.

—Tranquila, no te comportes como una novia —dijo en un susurro —loca y salgamos de este lugar que me da asco —dijo mirando el salón.

Solté una leve risa y me pare, agarre mi morral y el retrato y salimos del aula.

(...)

—Buenos días alumnos —dijo la profesora de arte entrando en el aula, la hora por suerte paso rápido y ya estábamos en arte, estaba emocionada, quería mostrarle mi retrato a la profesora y que ella de su opinión, para mí una opinión de la profesora era muy importante.

—Buenos días —dijimos todos a la vez, estábamos sentados frente a cada uno de nuestros retratos, haciendo un círculo y encerrando a la profesora en el medio.

—Bueno al parecer todos han hecho su trabajo, los felicito, pero ahora, espero que estén bien —dijo dudosa.

Agarro su libreta donde colocaba las notas y comenzó a pasar y revisar cada cuadro, poniéndole nota y todo eso.

Cuando al fin llego a mí, me miro con un brillo en los ojos, como casi siempre, ella siempre me recordaba que yo era su preferida, que mis dibujos eran obras de arte, lo cual me halagaba mucho.

—Bueno señorita Valdés muéstrame lo que dibujo —dijo con una sonrisa en el rostro, asentí y rasgué el papel de cartón y puse el dibujo sobre el caballete.

La señorita Brooke agarro el cuadro y lo levanto para ponerlo justo frente suyo, lo miraba con adoración, como si fuera la cosa más hermosa que vio en el mundo.