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“Estudios. Ecografías, radiografías, muestras de sangre. Meadas y cagadas en cima, dolores insoportables en mis ovarios, el útero casi destrozado, infecciones...
¿Sobreviví para esto?”

La jovencita ya estaba cansada de estar acostada y tener como entretenimiento la vista del techo y la voz de uno de sus familiares que hace poco conocía, diciéndole todos los días su estado y la evolución de su recuperación. Aquel tipo joven de cabello poco usual, siempre intentaba hacerla feliz y reír.

Algún que otro día ella habrá roto en llanto y habrá querido estar completamente sola y golpear su propia cara y la de su padre.

Se maldecía a ella misma por ser una Joestar.

Pasó un mes. Jolyne estaba mucho mejor que antes. Pero la angustia casi no la dejaba estar tranquila.

Jotaro decidió que era mejor que sea atendida desde la comodidad de su casa.

— ¿Crees que eso es una buena idea?— preguntó Jolyne casi riéndose.

— Es lo mejor para ti, Jolyne. Necesitas estar cómoda. Además ya puedes caminar de a poco.

— Tu padre tiene razón, Jolyne.

Jolyne miro fijamente al tío, que era menor, de Jotaro. Su doctor de confianza y el que lo acompañó durante toda su recuperación.

— Que permanezcas aquí... te hará peor. Debes volver a tu normalidad. Ya has estado demasiado tiempo aquí— decía Josuke un poco nervioso mientras acomodaba un poco su cabello.

Jolyne suspiró. Josuke tenía toda la razón. Ella ya quería dejar ese lugar, pero no sabía cómo se sentiría en su propio hogar después de mucho tiempo.

i survived. - analyneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora