i survived. - analyne

aren't you?

"No has llamado. No puedo llamarte.
Solo espero que estés bien.
Que puedas encontrarte.
Espero poder econtrarte si es que
tu padre es lo que no nos permite vernos.

Te extraño. Te extraño demasiado y ya
no puedo esconderlo."

—

— ¿Quién cocinará hoy? Yo podría hacer las compras — preguntaba Hermes mientras acomodaba las almohadas de decoración de los sofás—. A mi se me antojan unos tacos simples, ¿qué piensan? No deben preocuparse por el dinero, yo lo pagaré todo— repitió.

— ¡Sí, claro!— dijeron Weather y FF en coro, como si fueran unos niños a punto de comer hamburguesas de McDonals.

Anasui se encontraba sentado en la mesa mirando un punto fijo sin decir nada. Realmente pensando en nada y a la vez en todo. No había escuchado nada, al decir verdad parecía un poco cansado, ya que era un sábado a la noche luego de un día agotador de trabajo duro. Como era principio de mes, sabían que les llegará dinero pronto.

— ¿Anasui? Te ves pálido, ¿estás bien?— notó Foo Fighters.

— ¿Eh? ¿Q-Qué decían?

— ¡Mírate! Por favor, ve y descansa. Nosotros nos encargaremos de todo, no debes preocuparte— insistió Hermes.

Anasui sin pensarlo ni decir algo, se dirigió a la habitación que compartía con Weather. Apenas tocó la cama, se quedó completamente dormido. Los tres chicos notaron y comenzaron a darse cuenta que algo no andaba bien con él desde hace varios días, en especial Weather, que prácticamente era su mejor amigo.

Durmió dos horas. Hermes lo despertó y le preguntó si quería cenar lo que Weather había preparado; tacos.

— No tengo mucho hambre... En realidad sigo muy cansado— dijo, estando muy desanimado y con los ojos rojos del sueño.

— Mierda, ¿te sientes bien?

— Creo que me duele un poco la cabeza.

— Te traeré algo de medicina y agua— dijo apenas terminó de escucharlo. Se dirigió rápido hasta la cocina pequeña del apartamento y volvió a la habitación—. Te ves fatal. Ten, tómalo. Supongo que te sentirás mejor.

— Gracias Hermes—tomó aquella pastilla blanca. Respiró hondo mientras tenía sus ojos cerrados—. No debiste preocuparte tanto, estaré bien.

— Tú de verdad no estás bien, ¿verdad?

Anasui la vio, luego apartó la mirada. No quería hablar de ello. No se sentía preparado, tampoco aceptaba lo que en ese momento estaba sintiendo.

— Por favor, vete a cenar. Estaré bien, Hermes. Gracias por la píldora— volteó a verla de nuevo con una sonrisa.

— Anasui. Estoy aquí y ellos también. No dudes en... Ya sabes... Estamos aquí para ti, para lo que sea— dijo en un modo tierno que le pareció extraño para Anasui, ya que ella no solía actuar así, y sonrió. Dejó la habitación y cerró la puerta lentamente.

Anasui no sabía qué hacer en ese momento. Se tapó hasta la cara con una manta e hizo todos sus esfuerzos para no romper en llanto.