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Había lanzado a Aidan a su cama pero lastimosamente algo salio mal, él no me soltó y me hizo caer sobre él.


Sentía cada parte de su cuerpo pegado al mío, no era otra cosa del otro mundo, era como un abrazo acostados pero su rostro quedó a centímetros del mío y eso hizo que mis nervios se alborotaran.

Jamás e estado con un chico así y no quiero que el primero seas Aidan, esto solo pasa en las películas o libros de romance pero en la vida real no y no pasará.

Intente alejarme de él lo más rapido posible pero algo de él jaló mi cabello provocando que jadeara un poco.

—¿Por qué me jalas el cabello? —Pregunte mientras que le daba un pequeño golpe.

—Es mi pulsera, tonta. Se enredó con tu cabello.

Eso tenía sentido

Coloqué unos de mis dedos en el enredó que Aidan había hecho en mi cabello para poder quitarmelo pero parece que lo enrede más.

—¿¡Enserió!? —Pregunta irónicamente Aidan —Eres una completa inútil.

Él se acerca un poco más a mi, su rostro vuelve a solo estar a centimetros de mi y fue ahí donde capte que me encontraba sentada encima de Aidan. Trague algo de saliva, con su mano no enyesada comenzó a deshacer el nudo que ambos habíamos hecho.

Él lo inició pero yo lo empeore

—Estate quieta —Murmura con fastidio.

—Es que me duele —Digo —¿No puedes hacerlo mucho más despacio? —Pregunto irónicamente.

—Lo estoy haciendo despacio pero si tu no dejas de moverte es obvio que te va a doler más —Dice.

Jadeo —Espera, espera, eso si me dolio —Digo mientras que acaricio un poco mi cabeza y hago una mueca de dolor.

—Lo siento —Dice para luego seguir con lo suyo.

Él termina y yo suelto un largo suspiro de cansancio aunque no haya hecho absolutamente nada.

—Listo.

Él termina y yo inmediatamente me alejo de él pero no lo suficiente, me quede en el borde de la cama, sentada mientras que miraba mis manos. Podía sentir la mirada de Aidan sobre mi pero por nervios no levante de la mirada y ni siquiera dije algo.

—¿Quieres...?
Creo que... —Los dos hablamos al mismo tiempo, eso me hizo mirarlo y quedarnos en silencio por unos segundos mientras que nos mirabamos.

Él me mira amenazante y yo frunzo el ceño inmediatamente al notar su mirada.

—¿Qué? —Digo confundida.

—¿Ah, no lo sabías? —Dice algo sarcástico a lo que yo lo miro intrigado —Es un maldito reto de miradas —Habla mientras que se acomoda un poco mejor sin apartar su vista de mi.

Reí un poco —Okey, pero te advierto que soy muy competitiva —Mencioné y coloque varios mechones detrás de mis orejas para luego mirarlo.

Que empiece el juego.

[...]

Sábado 5:00 a.m.

La maldita alarma que Aidan había apuesto comenzó a sonar como todos estos días, coloque una almohada en mi rostro molesta.

𝐈 𝐇𝐚𝐭𝐞 𝐘𝐨𝐮 © [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora