Capítulo Cuatro ;-;

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- Así que... ¿A esta hora sales del trabajo? - pregunto Steve detrás de Tony.

El castaño sonríe y luego se aclara la garganta y pone su cara neutra.

- Si - es lo único que responde, sin dejar de caminar.

- ¿Vas hacia tu casa? - pregunto Steve, colocándose a su lado.

- Si - volvió a responder.

Steve lo mira confundido y coloca sus manos en sus bolsillos.

- ¿Puedo acompañarte? - Tony no responde solo se encoge de hombros - ¿Estás bien?

- Si - contesta el castaño.

- ¿Estás molesto conmigo? - Tony muerde su lengua tratando de no reír.

- No - dice.

Steve suspira frustrado.

- ¿Vas a seguir hablándome con monosílabos? - Tony se detiene y suspira.

Abre la boca y Steve cree que este dirá algo además de "si y no".

- Si - dice Tony y sigue caminando.

- ¡Tony! - el castaño se vuelve a detener, pero entre risas.

- Perdón, perdón - dijo sin dejar de reír.

Steve bufa y niega.

- Lo ví tan tentador, que no pude, no hacerlo - Steve sonríe y rueda los ojos.

- ¿Me imitaste? - Tony niega.

- Jamás podría, Señor asesino - dice con una sonrisa.

- ¿Seguirás llamándome así? - Steve se cruza de brazos.

- Tal vez - el castaño se encoge de hombros.

Steve niega con una sonrisa divertida.

- Vamos, te acompañaré a casa - Tony sonríe.

- Por cierto ¿Fuiste al doctor? - pregunta cuando ya ambos estaban caminando hacia el departamento del más bajo.

- Si, mamá - dijo Steve con gracias.

- Ja. Ja. - Tony rueda los ojos.

Steve ríe.

- Estoy bien, el Doc dijo que no tenía nada, solo era el dolor de los golpes - Tony suspira.

- Menos mal - Steve voltea a mirarlo unos segundos, analizando su rostro y su gesto.

Luego regresa su mirada hacia el frente y se acalra la garganta.

- Quería volver a agradecerte por tu ayuda - dijo Steve pateando una pequeña roca en el suelo.

- Esta bien - Tony niega - Ya lo hiciste está mañana.

- Aún así - Steve se aclara la garganta - Si necesitas algo, ayuda y esas cosas, avísame.

- Pues ahora que lo mencionas - Tony se detiene y se voltea hacia donde se supone que estaría Steve - No pude comer donas, porque los estúpido que te golpeaban me las robaron.

- ¿Quieres donas? ¡Vale! - Steve sonríe - Te compraré dos ¡No! Tres cajas.

- Está bien, Steve - Tony ríe - Con una me conformo.

- Entonces andando - Steve tomo del brazo al castaño.

Mientras lo jalaba suavemente hacia la cafetería a unas calles de dónde estaban.

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UNA SEMANA DESPUÉS

- Entonces ¿Cómo es la persona que te tiene tan embobado amigo? - dijo entre risas Bucky mientras Steve dibujaba en su cuaderno.

Un Gran Amor En La OscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora