*-* Capítulo Tres

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POV. STEVE

Abrí lentamente los ojos, al mismo tiempo que hacía varias muecas de dolor.

Sentía el cuerpo totalmente molido, y quizás tendría algunas costillas rotas.

La pelea de ayer fue terrible, más si Rumlow y sus chicos me habían golpeado horas antes de la pelea.

Por suerte gane.

Un exquisito aroma invadió mis fosas nasales.

Como pude me levanté y mire hacia todos lados.

"Este no es el apartamento de Bucky" mire mi alrededor y lo reconocí de inmediato.

- ¡Mierda! - exclamé cuando me di cuenta de que estaba en la sala del castaño de ayer.

- Si ya despertaste, ayudame aquí - pidió Tony.

Este estaba sirviendo café sobre una taza, que casi se rebozo.

- Yo.... -

- No voy a preguntarte nada, come y duchate - me dijo y yo simplemente me quedé estático - Hice lo que pude con tus heridas, pero como ya sabes soy ciego, así que fue un poco complicado y no quería decirle a Peggy, después de todo cuando te vio ayer tus heridas eran pocas, pero ahora son más.

Toque mi rostro, sintiendo las curitas sobre mis heridas.

Me levanté y me acerque hacia un espejo que había colgado frente a mí.

Sonreí.

Habían algunas heridas que estaban siendo cubridas por una vendita y otras que no.

- ¿Te estás viendo lo guapo que quedaste o solo pensando en como matarme? - Tony sonrio con la vista hacia el frente, aún lado de mi.

- Perdón - dije caminando hacia el.

- ¿Perdón? - en su rostro se notaba confusión.

- No quise molestarte - Tony ríe.

- Está bien, aunque me tuve que despertar a las 3 de la mañana y es la primera vez que algo como esto me pasa, es una buena experiencia - me dijo con una sonrisa.

- ¿Tú hiciste todo esto? - hace una mueca y niega.

- Tal vez el café y las tostadas con mermelada, el resto fue Peggy quien lo trajo, le gusta cuidarme y cuando le dije que estabas aquí, hizo como para un pelotón - sonreí y negué - Vamos siéntate, espero te guste.

Mire la mesa y luego al castaño que buscaba el borde de la silla y luego la jalaba para sentarse.

Lo dudé un par de instantes y luego solo opte por sentarme.

- Gracias - le dije y este negó.

- Solo come - extendió una tostada hacia mi, o bueno, a mi lado.

Tuve que mover su brazo hacia donde me encontraba y tomar la tostada.

- Perdón - dijo avergonzado.

- Gracias - dije dándole una mordida a la tostada - ¿Mermelada de fresa?

Tony asiente.

- Es mi favorita, así que es la única que tengo aquí - rió - ¿No te gusta?

- ¡Claro que sí! Está delicioso, gracias - Tony sonríe y por alguna razón yo también lo hago.

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- ¡Steve! - suspire al escuchar el grito de mi mejor amigo - ¿Dónde carajos te habías metido?

Un Gran Amor En La OscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora