Epílogo #1 :-D

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POV. TONY

- ¡Vamos, Steve! - le digo a mi amado rubio, mientras estamos parados justo frente a la casa de su madre/mi suegra.

- No puedo hacerlo, cariño - Steve niega y trata de darse la vuelta para irse.

Pero soy más rápido y lo tomo de la mano.

- "Nuestras vidas se definen por las oportunidades, incluso las que perdemos"

*El curioso caso de Benjamin Button, F. Scott Fitzgerald*

- Tuviste tantas, pero las perdiste. Ahora que yo estoy aquí, no dejaré que vuelva a suceder - le sonrió, pero este suspira.

- ¿Y si no quiere verme? - rió.

- Si no quisiera verte, no llamaría a Barnes, para que le dijera cómo estas - Steve hace un tierno puchero y yo niego - Si no lo haces tú, lo hago yo.

Me encogí de hombros.

- Vale - bufa - ¡Pero no sueltes mi mano!

- Nunca, mi amor - le guiño un ojo y este asiente.

Estira su mano hacia el timbre de la casa y lo toca.

- Tranquilo, Steve - rei.

- Amor, no me ayudas - volví a reír.

- Okey, si - asentí - Perdón.

La puerta de la casa se abre dejando ver a una hermosa mujer de cabellos rubios, con pequeños mechones grises.

La mujer abre los ojos sorprendida al mismo tiempo que algunas lágrimas empiezan a abandonar sus ojos.

- Hola madre - Steve aprieta mi mano y yo hago lo mismo tratando de tranquilizarlo un poco.

- S_Steve - la mujer se acerca a mí rubio y lo mira de pies a cabeza - ¡Oh, Dios! Mi bebé.

Yo simplemente mire la escena enternecido.

Solté la mano de mi chico, para que esté abrazara a su madre y así lo hizo.

Ambos se unieron en un fuerte abrazo.

- Pero tú hermosa carita ¿Qué paso? ¿Por qué la tienes así? - Steve niega entre lágrimas, mientras su madre trata de limpiarlas.

- Eso no importa, mamá - dijo Steve sorbiendo su nariz.

Luego volteó a verme y me sonrió.

La señora Rogers también me miró, cosa que me hizo entrar en pánico.

"Creo que en cualquier momento voy a hiperventilar" grité internamente.

Steve extendió su mano hacia mi y yo la tome nervioso.

- Mamá - dijo - Quiero presentarte a Tony, Tony Stark, mi prometido.

Dios! Qué directo" chille en mi interior "¿Dónde está el café? ¿Y la charla? ¡No se supone que hay que tratar de entablar una conversación antes de lanzar la bomba!

La señora Rogers, limpia las lágrimas de sus ojos, me mira unos segundos y luego sonríe.

- Bienvenido, cariño - se acercó a mí, envolviendome entre sus brazos.

Por alguna razón me sentí más relajado.

- Es un placer conocerla por fin, señora - dije un tanto nervioso.

- No me digas señora, llámame Sarah - asentí.

- Entonces usted llámeme, Tony - le dije.

Sarah asintió con una dulce sonrisa, apaciguando por completo mi miedo.

Steve me sonrió y yo a él.

- Te agradezco tanto, por traer a mi hijo de vuelta, Tony - sonreí.

- Lo haría una y mil veces más, Sarah - le sonreí.

- ¡Por favor, pasen! - señala el interior de la casa - ¿Ya almorzaron? Puedo prepararles algo de comer, si quieren.

Steve me miró y yo me encogí de hombros.

La verdad habíamos viajado en auto casi 4 horas, hasta Brooklyn.

Y no habíamos comido nada además de dos cafés y una dona glaseada.

- Sería fantástico, mamá - dice Steve

- Si, en definitiva nos encantaría - dije - La verdad morimos de hambre, viajamos casi 4 horas en auto y no nos hemos detenido en ningún momento.

- ¡Perfecto! Entonces les prepararé algo muy delicioso - dijo Sarah emocionada.

- Por favor, permítame ayudarle - dije.

- No, no - Sarah negó rotundamente - Claro que no, cariño. Ustedes van a ir y descansar un rato, Steve puede mostrarte la casa y todo, mientras yo les preparo de comer.

- Tendras que rendirte, ella es muy firme en lo que dice - me susurró Steve y yo reí bajito.

- Está bien, Sarah - asentí.

Sarah me sonrió alegremente, me abrazo de repente, sorprendiendome.

- ¡Vamos! Fuera, fuera - nos hizo una seña para que nos fuéramos y luego ella se fue hacia lo que supongo es la cocina.

- Ya vi de donde sacaste lo mandon - Steve ríe.

Luego niega y rueda los ojos, con una sonrisa divertida.

- Vamos, te enseñaré la casa - le sonreí y asentí.

Solo deseaba que toda esta felicidad, nos durará toda la eternidad, si es posible.

Un Gran Amor En La OscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora