=_= Capítulo Once

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Steve beso la foto que tenía de Tony, y luego la guardo en el bolsillo de su pantaloneta.

Arregló la venda de sus manos y suspiro.

Se miro por última vez al espejo y bajo la mirada.

- ¡Hey, Capitán! Llegó la hora - dijo Rumlow desde la puerta.

Steve asintió y lo siguió por un largo pasillo.

Cuando Steve salio de este, justo frente a el pudo ver un ring de boxeo, pero cubierto de rejas.

Un tipo de jaula.

El rubio giro hacia la multitud, mirando a sus amigos, quienes lo miraban preocupados.

Este les dio una sonrisa triste y luego regreso su mirada hacia el ring.

Camino a paso lento, hacia este y una vez dentro, los gritos de todos no se hicieron esperar.

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- Tengo miedo - susurro Tony mientras Bruce quitaba los protectores de sus ojos.

- Tranquilo, Tony - intento calmarlo Bruce - Estarás bien.

Tony asintió y espero a que Bruce terminará.

- Abre los ojos - Tony traga saliva y lo hace.

El castaño, tiene que cerrar varias veces los ojos para poder acostumbrarse a la luz.

Mira a su alrededor y sonríe.

- ¿Y qué tal? - pregunta Bruce.

Tony levanta sus manos, moviéndolas delante de sus ojos.

El castaño asiente.

Voltea un poco.

Viendo a todos en la habitación.

- Puedo ver - algunas lágrimas salen de sus ojos - ¡Puedo ver, Bruce!

El pelinegro sonríe y asiente.

- Solo debo hacerte unos chequeos ¿Vale? Es para controlar que todo marche en orden - Tony asiente sucesivamente.

Mientras ríe entre lágrimas.

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Steve miro a su oponente, alto, calvo, bastante robusto, intimidante.

La campana suena, dando a entender que la lucha había empezado.

Muchos gritaban en apoyo a Steve, otros hacia el contrario.

El primer golpe del contrario, Rogers lo esquivó ágilmente, propinándole un fuerte derechazo.

El contrario lanzó un segundo golpe, pero Rogers volvió a esquivarlo y aprovecho aquello, para golpearlo.

El tercer golpe que dio el contrario, logro darle a Steve quien escupió un poco de sangre, pero se reincorporo firmemente, al instante.

El combate continuó así, golpe tras golpe, como si jugaran con la cuerda, al tira y floja.

Recuerdos con Tony, invadieron la cabeza de Steve quien tomaba esas memorias como fuente de valor.

El contrario le propinó un fuerte golpe a Steve, haciéndolo caer al suelo.

El contrario se subió encima de el, para repartir golpe tras golpe en el rostro del rubio.

«Te amo, Rogers» el rubio recordó lo último que le dijo Tony antes de la operación.

Steve con agilidad logro quitarse de encima al robusto y repartió golpeas sin parar.

Siguió golpeando con rudeza hasta que sus brazos ya no dieron más, miro el rostro completamente desfigurado de su oponente y suspiro.

Un Gran Amor En La OscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora