Capítulo 5 - El Chico Herramienta.

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personajes utilizados en esta historia no son de mi propiedad, créditos a sus respectivos creadores

Goku y las Quintillizas Capítulo 5.

el silencio perduró varios segundos, tiempo que de alguna manera se extendió demasiado y con ello se demostraba la impresión que se generó en el peli azul, que con esa declaración y observando ese inusual color de cabello se perdió en el pasado, un pasado de hace media década dónde lo que sea que ocurrió en ese momento le hacía considerar de mejor manera las cosas.

-no puedo conseguir otro tutor, no quiero generar más problemas a mi tía y a mi hermana, así que solo me queda adaptarme a la situación.- fríamente comentó ante la nula respuesta de Futarou, quien notó como la sangre se seguía escapando de la herida, la blanca tela ahora era tan roja que solo alarmaba más al chico de preparatoria, no obstante eso no parecía interesarle al chico, nada a parte de ese tema le importaba y lo sabía solo con verle.

-Supongo que solo tenemos que empezar otra vez, porque ignorarás todo lo que diga verdad?.- interrogó el chico alto, por su parte gokú solo asintió corroborando sus suposiciones.

-nos vemos mañana, por favor trae las últimas notas de tus exámenes finales.- comentó, debería hacer un buen plan de estudios si era así, pero incluso parecía subestimar a gokú, porque él se acercó y buscando entre su ropa sacó un montón de hojas, documentos que hace un momento solicitó Futarou y que con ellos se mostraba el poco desempeño académico del chico.

se asombró de que estuviese preparado, en el fondo parecía estar decidido en cuanto a estudiar se refería, pero para gokú no era más que la rutina que ya desde hace años había seguido, siempre un tutor solicitando los exámenes y luego de ello el tan conocido plan de estudio que siempre evadía, en el fondo se tornaba un tanto divertido pero ahora no era así.

-nos vemos luego Uesugi.- luego de eso se dio media vuelta y siguió su camino, dejando a Futarou estático, observando la espalda del joven alejarse más y más, sabía que no mentía al momento de decir que no prestaría atención a algo que no fuese su petición, así que no tendría caso decir algo más, podía notar en su mirada el odio que siente solo con mirarle, también lo confirmó cuando le miró ser intimidado por Maeda e Izaki, por eso aunque diga no importarle, está más que seguro que todo lo vivido sigue tan presente como si fuese ayer.





vaya, ahora tengo que ir a comprar algunos lápices para que nee-san no me descubra.- vagando en sus pensamientos siguió el rumbo que le llevaría a esa decisión, había dicho que iría al centro comercial y ahora era el momento de hacer verdaderas sus palabras.

pero era obvio que no sería tan simple, por lo general aunque huye de casa muy rara vez entra a algún establecimiento o tienda, no obstante hoy no era el caso, tenía permiso de su hermana y algo de tiempo aún, por ello mismo se dio el gusto de ir tranquilo por cada lugar que se le cruzara, algo bueno al final porque podría olvidar lo que hoy había ocurrido.



-oye, qué te parece si entramos a esa tienda?.- la voz de una de sus amigas le preguntó, Nino se encontraba algo distraída pero no lo suficiente como para dejar de estar atenta a sus alrededores.

-eh?, está bien.- contestó, usualmente siempre va a algún lugar con sus amigas después de clase y hoy no era la excepción, aunque no parecía estar muy entusiasmada debido al incidente de ayer, además hoy parecía ser un día extraño pues  hubo una pelea a las afueras de su escuela y eso era el tema central en sus amigas, algo que no le importaba mucho.

-me alegra que ese chico haya golpeado al idiota de Maeda, siempre me ha caído mal.- comentaba una de sus amigas mientras caminaban, ella pareció haber visto todo momentos atrás.

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