Capítulo 9 - Desate de Ira.

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personajes utilizados en esta historia no me pertenecen, créditos a sus respectivos creadores.


-todos odian mi cabello, mis compañeros se ríen de él y tratan de arrancarlo o cortarlo, así que de ahora en adelante lo esconderé, hasta el día en que me encuentre contigo otra vez...

...porque eres la única que no se ríe de mí.


Goku y las Quintillizas - Capítulo 9.

-si te acercas a mi te mato, me escuchaste bien?!, ¡te mato!.- aquella frase resonaba en su cabeza con fuerza porque en ese entonces la sangre de uesugi pintó el asfalto de la acera y un furioso gokú le miraba desde arriba, no evitó relacionarlo con lo que ahora sus ojos presenciaban pero al igual que ese día no pudo hacer nada.


-¡dije que se callen!- gokú volvió a decir esta vez más enojado, pero sabía que no podía hacer nada más que hablar, su futuro, su hermana y lo poco que tenía volvería a desaparecer si actuaba.

-pero si es la verdad... ¿qué harás?, eres el perro del director, besas sus pies para que te deje estar inscrito en su preparatoria, pero no te basta con eso y te aprovechas de todo, pero ya nos hemos cansado.- los comentarios llovían humillantemente sobre él que con la frente en el piso no podía hacer más que escucharles, impotente y repleto de cólera.

-por qué dicen eso?, siempre compito en las carreras de metros planos para que ustedes tengan oportunidad de sobresalir en el resto de categorías!.- explicó, pero cada comentario parecía ser considerado un insulto para ese grupo de estudiantes. -¡¿crees que aceptaremos eso?!.- antes de recibir un pisotón en su espalda logró percibir esas palabras. -solo sería aceptar nuestra inferioridad ante un fenómeno como tú.- otro habló y fue azotado nuevamente contra el piso porque uno aplastó su cabeza.

-son kun...- no evitó susurrar preocupada por el mal trato al que era sometido.

-además solo has venido aquí para humillarnos en la clasificación cuando ya habías recibido una invitación no es así?.- el golpe que recibió en su mejilla fue más que suficiente para quitar la prenda que trataba de sanar su cortadura, misma que se abrió una vez más y comenzó a brotar de ella el rojo líquido.

-¡el chico quería que su noviecita lo mirase correr!, ¡a costa de dejarnos como inútiles!.- una y otra vez las patadas no terminaban de llover lastimando su cuerpo.

-pero qué crees que yotsuba-san pensaría si te ve ahora como el perdedor que eres.- exclamó el líder, miku entonces entendió todo, porque hace dos días su hermana mencionó que sería genial verlo en la competencia sin saber los problemas que puede causar al muchacho, además por qué decían que era su novia... ¡¿acaso?!

-un perdedor como lo fue tu padre.- soltó ese comentario antes de dar otro golpe más, no obstante su pie se detuvo en seco cuando la pierna del integrante del club de atletismo fue atrapada por la mano de gokú, una que a pesar de la herida presente en ella no le importó utilizar bruscamente.

-¡¿qué dijiste...?!.- pudieron sentir la rabia que nació con cada palabra que su boca soltó y en un movimiento hizo caer al chico que hasta hace unos instantes lo estaba golpeando. -¡¿qué dijiste sobre mi padre?!.- bastó de unos instantes para que el son ya estuviera sobre él con su puño listo para ser estrellado en su cara, pero ese chico parecía saber que no le haría nada, era evidente.

-¡anda golpéame!.- lleno de gozo habló al ver la ira marcada en la roja retina de gokú. -golpéame y veamos lo que el director piensa de esto, mostremosle al mundo quién eres en realidad!.- su puño temblaba por la fuerza que se contenía sin poder ser estampado en la nariz de tan fastidioso ser, lo añoraba, lo quería golpear pero al final desistió porque sabía que tenía la razón en cada palabra.

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