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- ¡No es justo! Yo quería jugar con tío Zero, Taku es muy malo - se queja Hana al ver que había perdido

- Perdimos por tu culpa - dice Takuma riendo ante el berrinche de su hermano

Kaname que los veía jugar a los cuatro se acercó a Hana y tomándolo en brazos.

- ¿Qué te parece si haces pareja conmigo? -

- Papá, tú no sabes jugar -

- Tú me enseñas -

El pequeño se le quedó viendo fijamente y luego se dobló para mirar a Zero

- Tío, le enseñas a papá a jugar, pero ten paciencia papá es lento aún no entiende las evoluciones de los Pokémones -

Una vez que Hana terminó de hablar todos se largaron a reír, el pequeño no entendía nada. Iba a preguntar a los mayores que pasaba cuando el timbre sonó y el repartidor de pizzas entrego tres cajas gigantes. Ruka puso los platos y Takuma sirvió las gaseosas. Los cinco comieron entre risas y una alegre charla. Hacía mucho que no veía a sus tres hijos tan felices. Pero lo que más le gustó fue ver con cuánto cariño Zero trataba a sus hijos.

Después del almuerzo, los chicos insistieron en jugar PlayStation, como todos esperaban Kaname era un fracaso con mayúscula, Hana se durmió en brazos de Zero, Ruka pronto se cansó del juego y se fue a su habitación a ver su serie favorita y Takuma se fue a la terraza a hablar por teléfono con Sara.

Aprovechando que los chicos estaban cada uno en lo suyo, Zero dejó a Hana recostado en el sillón, cubierto con su chaqueta y se fue con Kaname a lavar los trastos del almuerzo.

- De verdad no era necesario que lavarlas los platos –

- Creo que es lo menos que podía hacer. Me diste de comer y además te cree un problema con tu novio -

- Eso ya está solucionado -

- Lo cortaste definitivamente - dice Zero levantando una de sus cejas

- No, ya solucionamos el problemita - sonríe feliz Kaname

- Por eso tardaste tanto en el estacionamiento -

- Sí, lo mejor de las peleas son las reconciliaciones -

- Supongo - dice sin interés Zero

Cuando Zero ya había terminado con los platos y Kaname guardaba la vajilla, Hana llegó con un celular en sus manos.

- Tío Zero, no está mi Pokémon - dice con voz de sueño

- Hana ese no es mi teléfono - y sacando el suyo del bolsillo - Toma juega con este, y deja el otro donde estaba -

- No me acuerdo dónde estaba - dice el niño entregándole el teléfono a Zero y se va a jugar

- Kaname, esto es tuyo - dice al momento que le entrega el teléfono al castaño

- No, es de Senri. Seguramente se le quedó - dice dejándolo sobre el mesón

- Bueno ya que todo ha quedado ordenado, yo vuelvo a casa - dice Zero

- No te quieres quedar un rato más -

- No, tengo algunas cosas que hacer -

- ¿Cómo cuáles? - dice Kaname curioso

- Tengo un libro a medias y en la televisión darán una película que quiero ver -

- El doctor Kiryu sí que es un hombre ocupado - se burla Kaname

- Sí, al igual que el doctor Kuran, que si más no recuerdo tiene que hacer una tarea de los animales de granja con Hana -

- Es cierto, Takuma me comentó eso. Ya casi lo había olvidado. Pero no te vayas ayúdame con esa tarea, nunca fui bueno dibujando -

- Pero yo tampoco -

- Viviste en una granja, al menos saber cómo son esos animales, no me dejes solo con esto -

Dos horas estuvieron los dos intentando dibujar un caballo, una vaca y algunas aves de corral, mientras los chicos veían televisión.

- ¡Al fin! - Exclamó Kaname al terminar

- ¡Quiero ver! - gritó Hana corriendo al comedor - Papá eso parece un elefante -

- Eso sí que fue bueno - se burlaba Zero

- Tío, eso parece un hipopótamo - ahora Hana hablaba de la vaca que Zero había dibujado

- Hipopótamo, eso es hijo, destruye su ego - ríe Kaname tomando a su pequeño hijo en brazos

- ¡Ay! Papito, mejor le decimos a Taku, que haga mis dibujos - dice el rubio

Finalmente, Takuma termino haciendo los dibujos para que Hana los pudiera colorear, ya era hora de cenar.

- ¿Cenarás con nosotros? -

- No, ya es tarde, debo irme -

- Está bien, pero al menos llevaré un trozo de pizza - dice Kaname caminando hacia su cocina

- Está bien - dice Zero resignado.

Al llegar a la cocina Kaname escucha que el teléfono de Senri sonaba, se acercó a él y vio que la llamada entrante decía amorcito, lo que lo dejo paralizado. Una vez que la llamada finalizó tomó el teléfono entre sus manos y leyó los mensajes que habían llegado en el transcurso de la tarde.

Cariñito, voy a tu departamento, llevo esa crema batida que tanto te gustó, la misma de anoche. Besitos 😘😘😘.

17:57

¡Ah! También llevo vino, me fijé que ya no te queda.

17:58

- Kaname, ¿Estás bien? - pregunta Zero preocupado

No, le dio a entender Kaname con la cabeza y le enseña la pantalla - ¿Puedes quedarte con los niños? Por favor

- Sí, pero ¿Dónde vas? -

- A solucionar esto - dice mirando con furia el teléfono.

Kaname salió como un loco de casa, se subió a su coche y a toda velocidad fue hasta el departamento de Senri. Zero se quedó con los chicos, Ruka y Hana preguntaron por su padre a lo cual Zero les mintió diciendo que era una emergencia en el hospital. Cómo era domingo los chicos debían acostarse temprano para al día siguiente ir a la escuela, por lo que Zero se hizo cargo de todo y una vez que los tres estaban en sus camas durmiendo se sentó en el sofá de Kaname a esperarlo, sin darse cuenta ya se había quedado dormido.

- Zero, Zero - dice suavemente Kaname para despertar al joven

- ...Kaname... Ya llegaste -

- Sí, disculpa que me haya tardado tanto y los niños -

- Ya están durmiendo -

- Gracias, por tu ayuda. Sé que es tarde, pero me acompañarías a beber algo -

- Sí - Y mirándolo extrañado - ¿Pasó algo? -

- Vamos y te cuento -

Kaname llegó a la cocina seguido por Zero, quien se quedó asombrado de ver en la nevera unas deliciosas cervezas importadas.

- ¡Guau! Estás cervezas son increíbles - dice el chico al cerrar la puerta de la nevera

- Supongo - dice Kaname con desinterés - Las compro porque él las bebe o las bebía -

- ¿Qué pasó? -

- Pasa que soy un idiota, estaba con ese hombre, nunca ha dejado de engañarme -

Zero se acercó a Kaname y al ver que el castaño bajaba su cabeza lo tomó del mentón para mirar su rostro.

- ¿Qué te pasó en la cara? -

- Ya no le basta con engañarme, ahora hasta me golpea. Ya no lo soporto más, esto se acabó -

DOCTOR DE CORAZONESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora