1

488 38 0
                                    


Un grupo de seis chicos celebraban que al día siguiente comenzaban con su práctica profesional. Dos chicas y cuatro chicos. Las cervezas no paraban de llegar a la mesa de los chicos que bajo los efectos del alcohol ya no lograban pensar muy bien. Aburridos del lugar donde ya habían compartido por varias horas, el grupo decidió cambiar de local, dos de ellos optaron por un motel, los cuatro restantes, tres chicos y una chica debatieron entre ir a una discoteca u otro bar, finalmente ganó el bar, eran muchos chicos para una sola chica para ir a bailar. Recorrieron un par de calles hasta ver una marquesina que decía "Eléctrux" los chicos que amaban la música electrónica entraron al lugar, pero al escuchar los suaves acordes del jazz se sintieron decepcionados. Después de algunos minutos tres de los cuatro chicos salieron del lugar y abordaron un taxi.

Tras salir del baño, Zero uno de los cuatro jóvenes comenzó a buscar a sus compañeros cuando un hombre un tanto mayor y bastante pasadito de copas lo tomó del brazo.

- Si buscas a los chiquillos que entraron contigo en el bar, ya se fueron - dice sin soltarlo

- Muchas gracias - responde amablemente Zero - Entonces ya me retiro -

- Acompáñame a beber, yo invitó -

- No muchas gracias- responde Zero intentando que el hombre lo soltara

- No seas testarudo, vente conmigo - dice el hombre arrastrando a Zero con él

- No quiero ¡Suelteme! - grita ya molestó Zero

- Mocoso mal educado, deja de gritar -

- No quiero ir con usted, Suelteme o haré un escándalo -

- ¡Atrévete mocoso! -

El hombre completamente alterado levantó su mano con la clara intención de golpear a Zero, este solamente cerró los ojos, esperando el golpe, pero este nunca llegó, entreabrio los ojos y vio a un hombre alto, delgado, con un impecable traje azul sujetando con fuerza el puño en alto del otro sujeto.

- Creo que el niño a dicho que no quiere estar contigo - dice una varonil voz

- ¡No te metas en mis asuntos! -

- Vete, estás demasiado borracho - dice el elegante hombre de ojos granate

- ¡Sueltame! -

El hombre lo soltó y no se movió del lugar hasta que vio al otro marcharse, posteriormente dio media vuelta y volvió junto a su trago al final de la barra. Zero se quedó anclado al piso y mudo, quería agradecer al hombre, pero era como si el gato le hubiera comido la lengua, se sentía como si flotara, sin duda las cervezas estaba mellando en su cuerpo y su mente.

Cuando finalmente pudo reaccionar y sus pies respondieron camino hacia el final del bar, para agradecer a ese hombre, pero sin saber que decir se quedó de pie junto al hombre que bebía tranquilamente su trago.

- Vas a decir algo o qué - dice el castaño de ojos granate - Niño, ¿A caso no sabes volver a tu casa? -

- No soy un niño, tengo veintiún años - respondió Zero

- ¿Qué quieres? niño - Pero Zero no respondió - Si me quieres agradecer, no es necesario que te quedes parado tras de mí, como un bobo -

- No es eso, aunque si te lo agradezco -

- ¿Qué es? -

- Sólo quería agradecer -

El hombre se sonrió, ese niño era divertido y muy guapo. Pero solo un niño y no estaba seguro que tuviera veintiún años como decía, más parecía un adolescente.

- Está bien ¿Quieres que llame a tus padres para que te recojan -

- No soy un niño, yo vivo solo -

- ¡Guau! Un niño grande que ya vive solo - se mofó el hombre, pero al ver que a Zero no le causaba gracia - ¿Quieres beber algo? -

- Sí - responde al momento que se sentaba junto al mayor

El hombre de nombre Kaname llamó al barman y le ordenó un whisky doble sin hielo.

- ¿Y para su acompañante? -

- Una cerveza - respondió Zero

- Señor, no vendemos cervezas -

- Entonces lo mismo que él - responde dio Zero.

- Entonces dos whiskys dobles - dice el barman memorizando el pedido -

- No, a él le trae una gaseosa - rectifica el pedido Kaname.

Zero se quedó mirándolo con cara de enojo, ese hombre lo estaba tratando como a un niño y él hace mucho que no lo era. Cuando el barman trajo la gaseosa y el trago, Zero se adelantó y se un solo envión se bebió el whisky doble, sentía que ese líquido dorado le escocía la garganta, pero quería demostrarle a ese atractivo hombre que él no era un niño.

- Ahora bebe tú la gaseosa - dice Zero sonriendo triunfante

Kaname meneo la cabeza en señal de rechazo y tomó la gaseosa de frutas que le barman le había llevado.

En cosa de minutos Zero estaba completamente mareado, normalmente no bebía y si lo hacía no pasaba de unas pocas cervezas, pero esa noche ya había bebido demasiado, las cervezas con sus compañeros de universidad y ahora era bomba que fue ese trago en su organismo lo hicieron casi perder la cabeza.

- Zero, ya es tarde deberías irte a casa - dice Kaname preocupado, sólo un poco por el joven - Tus padres se preocuparan -

- Que no me trates como un niño, no vivo con papá, ya soy un hombre de veintiún años -

- Anda vamos, deberías volver a tu casa, si quieres te llevo -

- Estoy en un hotel, aún no encuentro departamento -

- Entonces te llevo a tu hotel -

Zero lo miro lleno de dudas a lo cual Kaname le puso mala cara.

- ¿Por qué me miras así? -

- No te conozco, quizás quieres ir conmigo a mi hotel y robarme mis cosas -  Kaname se largó a reír por las ocurrencias del joven

- Y crees que tengas algo que valga la pena, por que con tan solo mirar tu atuendo me doy cuenta que un millonario no eres -

- Jodete, viejo idiota -

- ¿Te ofendí? Eres un niño muy raro -

- Que no soy un niño - dice molesto Zero poniéndose de pie y tropezando al segundo paso.

- Vamos, yo te ayudo -

Al final Kaname tuvo que ayudarlo a salir del bar antes que este terminará estampado en el suelo. Al llegar al estacionamiento Zero silbo al ver el lujoso BMW 520 en color azul.

DOCTOR DE CORAZONESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora