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Zero quedó con los ojos abiertos como si fueran dos platos gigantes, no se esperaba ese beso, no estaba en sus planes volver a sentir la cálida lengua de Kaname dentro de su boca, pero a pesar de lo sorprendido que estaba no podía evitar sentirse excitado y quizás un poco feliz, por lo que fue incapaz de romper ese beso y al contrario lo respondió enredando sus largos dedos en los cabellos marrones de Kaname.

En cosa de minutos los besos y las caricias recorrían por completo el cuerpo de Zero, las entrepierna de ambos se restregaban la una con la otra, los gemidos de Zero llenaban la habitación y la casa por completo. Gracias al cielo los chicos estaban en clases, porque sin duda los hubiesen escuchado.

Tres rondas de sexo, tres orgasmos perfectamente coordinados entre ellos, les hacía parecer una pareja afianzada a pesar de ser está la segunda vez que tenían intimidad.

Una vez ya con el cuerpo laxo ambos hombres agotados cayeron en un profundo sueño. Gracias a alguna divinidad Kaname despertó un poco antes del mediodía se bañó y fue por Hana al preescolar. Al volver a casa dejo a Hana viendo Pokémon en su habitación y fue a ver a Zero.

- ¿Qué haces? - dice el castaño viendo como el joven preparaba su escuálido equipaje

- Me voy -

- No entiendo por qué -

- Me acosté contigo, ¿Te parece poco? -

- Me gustas - dice Kaname al momento que lo sujetaba por la cintura - Me gustas mucho, Zero -

- Eres el hombre del cual mi hermana está enamorada -

- Pero yo no la amo -

- Eres el padre de mis sobrinos -

- Ellos no tienen por qué saber de lo nuestro -

- No quiero vivir una mentira - y dando la vuelta - Tengo una novia -

- Una novia que no amas -

- Una novia a la que debo respetar, y por supuesto que la amo -

- No te vayas, te prometo que esto no volverá a suceder, lo juro -

- Entonces suéltame - dice Zero

Finalmente, Zero se quedó, por los niños principalmente o eso fue lo que dijo, pero en el fondo no eran solamente sus sobrinos los que hacían que se quedara.

La rutina del día no fue tan diferente a los tres días anteriores. Zero preparo guiso de verduras para el almuerzo y comieron con Hana, luego Kaname fue por Ruka y Takuma a la escuela, pero el ambiente estaba tenso entre los adultos y Takuma lo notó, intentó indagar, pero fue inútil, pero si de algo estaba seguro el adolescente era que algo había pasado entre ellos y él lo iba a averiguar.

Ya en la noche Zero no podía dormir, lo que había sucedido en la mañana lo tenía con el corazón apretado, por un lado, no podía negar la atracción que sentía por Kaname, pero por otro estaba Yuuki, la mujer que lo tenía en su casa y la que lo consideraba un hermano, sin que lo fuera.

Desvelado deambuló por la casa, pasó a ver a sus sobrinos. Como era de esperarse Hana estaba destapado, por lo que lo cubrió bien y peinó sus desordenados cabellos rubios; en el cuarto de Ruka la pequeña dormía mientras su mano buscaba su peluche de Hello Kitty, se lo acercó y la vio sonreír mientras se aferraba a la gatita y Takuma dormía tranquilamente con los auriculares de su iPod, se los sacó, apagó el aparato y se marchó. Fue hasta la cocina por un vaso de agua y se encontró con quien había intentado evitar durante todo el día.

- ¿No puedes dormir? - preguntó Kaname

- Suele suceder - responde Zero sin mirarlo a los ojos - La culpa no me deja -

- ¿Culpa? ¿De qué? -

Zero lo miró con indignación.

- Me acosté con el esposo de mi hermana, y está vez si sabía quién eras -

- Ex esposo -

- Da lo mismo esposo o ex esposo, ella sigue enamorada de ti -

- Pero yo no. Ya te lo dije -

- Qué es esa estupidez de que te gusto. Claro soy veinte años más joven, delgado y un poco guapo. Además, tú eres gay era lógico que te iba a atraer, pero eso no significa que yo me deba convertir en un sucio traidor -

- No eres un sucio traidor. Mi historia con tu hermana, termino hace años -

- Sabes esto me confunde, esto no está bien, eres el padre de mis sobrinos, tienes a esa basura de novio -

- Ex novio -

- Siempre vuelven, no creo que está vez sea diferente -

- Lo será, porque te tengo a ti - dice Kaname acercándose a Zero

- Estás loco -

- Me gustas, quiero tenerte junto a mí -

- Esto es una locura - dice al momento que besaba los labios de Kaname - Me voy a arrepentir de esto -

- No será así - responde Kaname acorralando a Zero contra la pared

Fueron solamente besos, unos besos muy apasionados, hasta que Zero volvió a recordar a su hermana y salió corriendo a su habitación, Kaname lo siguió y entró en el cuarto.

- No, ya basta. No puedo Kaname Kuran. Esto está mal y te garantizo que no volverá a ocurrir, ahora sal de la habitación o me voy yo -

- Está bien, te dejo en paz -

Kaname se fue hasta su habitación y se encontró con Takuma.

- Papá ¿Esta todo bien? -

- Claro, hijo -

- Estaban discutiendo -

- No. Claro que no - y mirando su reloj de pulsera - Ya es tarde deberías estar durmiendo -

- Claro, me voy a la cama - responde el adolescente

Zero no pudo dormir hasta pasada las cinco de la mañana y Kaname igual, estaba confundido, sabía claramente que lo que sentía por Zero no era amor, solo le atraía, pero lo estaba usando para poder de una vez por todas olvidarse de Senri y eso lo hacía sentir miserable.

Kaname abrió los ojos miró su reloj digital que estaba sobre la mesa de noche y dio un grito al ver que eran las diez de la mañana. Se había quedado dormido. Corrió a ver si sus hijos estaban aún en casa, quizás Zero los había llevados, pero al ver que Zero también salía con cara de sueño de su habitación se dio cuenta que los chicos estaban aún en casa.

- Lo siento, me dormí - Dice Zero

- Es mi culpa, no tuya - Dice Kaname

Hana que salía de su habitación sonrió feliz

- ¡¡Viva!! ¡Hoy no hay escuela! -

DOCTOR DE CORAZONESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora