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El sábado se lo pasaron los cinco en la playa, Takuma hablo con Sara y resultó ser todo un mal entendido, ese chico la había besado a la fuerza y ella lo había abofeteado, todo esto lo comprobó gracias a sus amigos que ratificaron la versión de Sara y además le habían dado una paliza al aprovechado en nombre de su amigo.

El domingo volvieron a la ciudad, Yuuki los esperaba en la casa y los chicos en cuanto la vieron corrieron a saludar a su madre. Comieron unos panqueques que Zero y Takuma prepararon y bebieron leche los más pequeños y café los adultos. Luego todos se fueron con Yuuki, dejando a Kaname solo para que descansara.

Kaname se sentó en uno de los sillones de la sala, estaba feliz pensando en Zero y en esos besos que le había robado en la playa cuando sonó el timbre. Se acercó a abrir y vio que era Senri, por lo que le cerró la puerta en la cara.

- ¡Abre la puerta! Kaname

- ¡No! Vete no quiero saber nada de ti -

- Vamos, no seas infantil abre la puerta -

- ¡Vete, no te quiero ver!¡Lo nuestro se acabó! - grita Kaname para luego alejarse de la puerta

A los pocos minutos el celular de Kaname comenzó a sonar, obviamente no lo respondió, solamente cuando sonó el teléfono fijo de la casa.

- ¡Abre la maldita puerta ahora! -

- Tú no entiendes acaso eres idiota - responde Kaname hostilmente

- Déjame entrar. Necesito hablar contigo -

- No hay nada más que hablar -

- Está bien. Si no quieres hablar conmigo ahora lo haremos mañana en el hospital -

- No voy a hablar contigo, ni ahora ni en el hospital, esto se acabó -

- Claro que hablaremos, porque esto se acaba cuando yo lo digo. Mañana tendrás un escándalo en el hospital, no digas que no te lo advertí -

- No serías capaz. Perderías mucho -

- Te equivocas, yo no soy el que tiene tres hijos y es el subdirector del hospital -

Kaname entro en pánico ante esa amenaza, conocía muy bien a Senri y era capaz de semejante locura, por lo que corrió hacia la puerta, sin siquiera colgar el teléfono, y abrió la puerta.

- Al fin se fue la familia feliz -

- ¿Estabas espiando? -

- Kaname, lo siento -

- ¿Qué sientes, el haber vuelto a engañarme o el golpe que me diste? -

- Ambas - y acercándose a Kaname - Sabes que te amo -

- Tú no me amas, solamente te amas a ti -

- Eso no es así, por supuesto que te amo. Es sólo que a veces me desesperas -

- ¡Me pegaste! -

- Eso nunca más va a suceder -

- Por supuesto que no. Por qué lo nuestro se acabó. Ahora vete ¡Fuera de mi casa! - grita Kaname abriendo la puerta para que el otro saliera

- ¡No me iré! - grita Senri

- Hice el amor con Zero -

- ¡Qué! - grita perturbado Senri

- Estoy con él -

Senri se sintió humillado, quien se creía Kaname para decidir por sí mismo el fin de su relación. Una fuerte bofetada atravesó el rostro de Kaname dejándolo caer al suelo.

- ¡Eres un salvaje! -

- Me engañaste, nuevamente me has traicionado -

- ¡Fuera de aquí! - grita Kaname desde el suelo

- Por supuesto que me iré, pero una vez que seas mío -

Senri literalmente arrastró a Kaname hasta la habitación, donde la violencia siguió. Kaname inútilmente intento defenderse, Senri si bien era más bajo que Kaname, si era más fuerte, su trabajo en el gimnasio y con pesas habían dado sus frutos.

Kaname estaba inmovilizado boca abajo cuando Senri lo penetró de una sola estocada. Los gritos de Kaname eran aterradores, jamás en su vida había tenido el rol de pasivo, y su primera vez estaba siendo demasiado dolorosa. Senri no había siquiera usado lubricante, solamente lo había embestido con brutalidad y a cada instante las acometidas del peliguinda eran más bruscas lo que tenía al cardiólogo con sus ojos llenos de lágrimas.

Cuando Kaname dejó de gritar y llorar, Senri salió del interior del lastimado cuerpo de quién por años había sido su pareja. Un delgado camino de sangre escurría por las piernas de Kaname.

Senri reviso los signos vitales de Kaname y al ver que estaba bien, le inyectó un poco de suero, unos calmantes para el dolor y se fue a su departamento. Sin duda después de lo sucedido Kaname lo pensaría dos veces antes de decidir dejarlo.

A la mañana siguiente Kaname llegaba al hospital en el auto del pediatra, lo que alertó a Zero que algo había sucedido una vez que él, su hermana y sus sobrinos habían dejado la casa de Kaname.

Zero y Yori realizaban la ronda matinal en cardiología cuando Kaname les habló.

- ¿Cómo va la evolución del paciente? - pregunta el castaño

- Bien, las arritmias están controladas, si todo sigue así de bien, mañana ya podríamos dar el alta del paciente - responde Yori

- Perfecto - dice Kaname desviando la mirada para no ver de frente a Zero - Necesito que se ocupen de preparar a los pacientes que hoy tendrán cirugía -

- Sí, señor - dice Yori saliendo de la habitación

- ¿Qué pasa contigo? - dice Kaname al ver que Zero no se movía

- Eso es lo que quiero saber yo ¿Qué pasa contigo? Kaname -

- Tenemos trabajo -

- Hueles a maquillaje - Kaname lo miró con enfado - ¿Por qué llegaste con él al hospital? -

- Estamos en el hospital. No es el lugar apropiado -

- ¿Quieres que finja que no veo lo que está pasando en mis narices? -

- Ocúpate de lo que te ordene - dice Kaname evadiendo la pregunta de Zero

Durante toda la mañana Kaname mantuvo a Zero ocupado lejos de su alcance, a la hora de la comida fue imposible ubicarlo en la cafetería, tampoco al jefe de pediatría.

- Me vas a contar lo que está pasando con Kuran - dice Yori

- Tuvimos sexo - responde Zero

- Eso ya lo sé -

- Tuvimos nuevamente sexo -

- Zero ¿Qué diablos estás haciendo? - dice la chica - Es el exmarido de tu hermana -

- Lo sé, pero no pude evitarlo -

- Estás enamorado de él -

- No...no lo sé - y desviando la mirada - No sé qué hacer Yori. Quizás lo mejor es que ellos sigan juntos. Terminar mi práctica en este hospital y volver a mí pueblo -

DOCTOR DE CORAZONESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora