DOCTOR DE CORAZONES

26

Kaito entro en la habitación donde Zero estaba aún desnudo en la cama, en posición fetal llorando su tristeza.

- Kaname está en la sala - anuncia Kaito

Zero al escuchar esas cinco palabras sintió que su corazón salía de su pecho. Kaname estaba allí, había ido por él. Pero al ver la oscura mirada de Kaito, supo que eso no era para nada un motivo para alegrarse. Sí Kaito había permitido que ellos se volvieran a ver era solamente para terminar de separarlos.

- No te alegres tanto. Saldrás y le dirás que ya no lo amas. Qué desaparezca de tu vida -

- ¿Y si no lo hago? - responde altanero Zero, por primera vez desde que estaba cautivo en ese departamento

- Él terminará odiándote - Zero tembló al escuchar esas palabras - Puedes irte con él y ver cómo perderá a sus hijos, y luego ver en sus ojos como te culpará por ello -

- Kaname ama a sus hijos y ellos a él -

- Tu hermana se encargará de que ellos lo odien una vez que todos sepan que Kaname es homosexual y que está liado contigo -

Zero sabía que era muy probable que algo así pasará, después de todo, Yuuki al sentirse herida lo más lógico era que volcará todo su rencor contra ellos.

- Diré lo que quieras, pero tú no dirás nada de la homosexualidad de Kaname y menos a Yuuki -

- Es un trato - dice Kaito ofreciendo su mano a Zero

Minutos después Zero apareció seguido por Kaito en medio de aquella pequeña sala. Kaname en cuanto lo vio se dio cuenta que cualquier cosa que el joven dijera era una manipulación de Kaito.

- Lo siento, pero yo no te amo. Alguna vez lo hice, pero ese sentimiento ya está muerto dentro de mi - dice Zero mirando directamente a Kaname a los ojos.

Kaname se acercó a Zero y lo tomó de la mano. Zero al sentir la calidez de ese a quien tanto amaba, percibió como sus lágrimas caían por sus mejillas y sin importarle que se viera completamente vulnerable volteo para ver a Kaito.

- Mis sentimientos por ti son de un profundo odio y desprecio, nunca imaginé que podía sentir por ti algo así, pero has sido tan malditamente malvado conmigo, que lo único que puedo sentir por ti es un profundo odio -

Kaito se quedó paralizado, Zero había roto su trato.

- ¡Te vas a arrepentir de esto Zero! - y una fuerte bofetada atravesó el rostro de Zero.

Kaname salto como un león sobre Kaito, quien cayó sobre una pequeña mesa de la salita, pero que aún con fuerzas para defenderse arrojó a Kaname de espalda sobre un sofá tras darle una patada en el estómago, Kaname se levantó al igual que Kaito y comenzó una batalla campal de golpes de puño y patadas e insultos.

Zero estaba aterrado, siempre la violencia extrema lo dejaba alterado, aunque no la ejercieran contra él. Intento detenerlos, pero un golpe en su ojo lo tumbo al suelo, de donde el peliplateado no pudo levantarse, prontamente el flujo de aire no entraba en sus pulmones, sentía que se ahogaba, estaba hiperventilando.

Kaito que lo había visto así muchas veces soltó a Kaname y corrió al lado de Zero. Kaname se quedó estático, jamás había visto a Zero así. Sus conocimientos médicos le decían lo que estaba sucediendo, pero por primera vez en su vida fue incapaz de prestar ayuda a un enfermo. Kaito se movió rápidamente y de la cocina trajo una bolsa de papel la cual puso en boca y nariz de Zero esperando que esté respirara el mismo aire que expulsaba. Así estuvo con él unos minutos hasta que el joven volvió a la normalidad, quien lo primero que hizo fue soltarse de los brazos de Kaito, para buscar refugio en los de Kaname.

- Creo que ya no tenemos nada más que hacer aquí - dice Kaname

- Llévame de aquí - súplica Zero aferrado al cuello de Kaname.

Ambos hombres se fueron dejando a Kaito solo. El hombre tenía una mirada llena de sed de venganza.

Al llegar a casa de Kaname, Zero atendió las heridas del mayor y entre besos y caricias terminaron reafirmando su amor en la habitación principal.

Pasada la medianoche Kaito llegó a casa de Yuuki.

- Lo encontré, sé dónde está Zero - anuncia el hombre frente a Yuuki y el padre de esta

- Kaito, llévame con mi hijo - dice el hombre con su pecho apretado

- ¡No! Llevaré solo a Yuuki - responde Kaito

- ¡Es mi hijo! -

- Lo siento llevo a Yuuki o a nadie -

- Papá, tranquilo, yo te aviso en cuanto lo vea. Te mantendré informado. Además, necesito que cuides de Hana y Ruka - dice la mujer intentando calmar a su padre

- Estaré al pendiente del teléfono - responde resignado Kaien

Yuuki se montó en el auto blanco de Kaito, la mujer estaba aterrada, rogaba a Dios que Kaito no la llevará a la morgue, su hermanito tenía que estar con vida. Pero cuando se vio frente a la casa de Kaname miró a Kaito sin entender nada.

- ¿Esto es una broma? -

- No. Tú hermano está aquí -

- ¿Es casa de Kaname? -

- Lo sé, Zero está aquí, siempre está aquí con tu esposo. Ellos... -

- Ellos son amigos - responde molesta Yuuki, ante la insinuación de Kaito

- Velo por ti misma, ve que clase de amistad tienen - dice Kaito quitando el seguro de la puerta de Yuuki

- Seguramente Zero está metido en algún lío y Kaname le está aconsejando algo. Es eso -

- Ve por la puerta de atrás y averigua tú misma que clase de consejos le está dando ahora -

Yuuki bajo del coche molesta, qué demonios estaba insinuando Kaito, su esposo eran hombre y su hermano tenía una linda novia. Pero de igual manera entro por la puerta de servicio sigilosamente, era hasta absurdo pensó la mujer, pero se ocultó cuando escucho ruido desde la cocina, agachada para que los muebles la ocultaran llegó y pudo ver lo que estaba pasando, Zero estaba sentado al lado de la encimera vestido únicamente con un bóxer negro y una de las camisas de Kaname completamente desabotonada y Kaname llevaba puesto sólo un bóxer blanco.

- Te amo, pequeño y no dejaré que vuelvas a escapar de mí - dice Kaname y lo besa lleno de amor.

Yuuki no podía creer lo que veía, Kaname ese hombre que ella amaba besaba a su hermano, como nunca la besó a ella. Bloqueada por lo que estaba viendo salió de su escondite quedando a la vista de ambos hombres, hombres que ella amaba.

- Hermana, yo...yo puedo explicarlo todo - dice Zero al momento que se bajaba de la encimera y caminaba hasta la mujer

- ¿Cómo pudiste? ¡Sabes claramente lo que siento por Kaname! - grita Yuuki en el momento que tomó uno de los filosos cuchillos de cocina.

La carne fue cortada de un solo movimiento y su sangre salto por la cocina, dejando caer un cuerpo casi sin vida.