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- No es buena idea - Susurraba al oído de Dave mientras esté hacia una mueca graciosa.
- Y volvemos a ganar!! - Exclamó Kurt mientras corría por toda la habitación cómo loco.
- No es buena idea jugar Twister, me voy a quedar sin espalda - Me quejé mientras hacía una cara de dolor.
- No, no te parece buena idea por qué Krist y yo siempre ganamos.
- Eso es mentira Kurt, yo también puedo ganar, pero Dave me lo impide
- Eso dolió - Dijo Dave mientras se llevaba la mano al pecho fingiendo estar dolido.
- Es la verdad Dave

Todos reímos y pasamos a sentarnos en el piso y comer chucherías.

Últimamente siempre estaba con los chicos, cómo era de esperarse tenían adicciones, pero eso no impedía él hecho de que pudiéramos ser amigos.

- Gracias de nuevo por traerme a casa
- Si no hay problema, nos vemos después - Decía Kurt mientras me miraba fijamente.
- Hay algo en mi cara?? - Pregunté tras ver su mirada imponente
- No, nada
- Bien, está bien, gracias, nos vemos
- Adiós

Abrí la puerta de la casa y entré.
- Volví!! - Dije mientras me sentaba en el sofá.
- Por qué llegas tan tarde?? - Pregunto mi Padre que claramente estaba molesto.
- Si, primero llevamos a Dave y Krist a sus casas
- Kira, el hecho de que te halla dado el permiso de salir con los chicos, no te da el derecho de llegar tan tarde como quieras.
- Lo sé papá, no volverá a pasar te lo aseguro
- Eso espero hija, cambiando de tema, vamos a ir a Seattle, tu abuela está muy enfermera, el doctor dijo que es probable que pierda la vida, iremos a Seattle mientras esperamos su hora, después traeremos a tú abuelo a vivir aquí, será difícil que superé ese duelo, pero, lo apoyaremos como familia, verdad?

Mis ojos comenzaron a llenarse de lágrimas, mi abuela era una persona con mucha importancia en mi vida, y ésa era una noticia que me dejaba devastada.

- Sé que es difícil, para ti, y también lo es para mí - La voz de mi Padre comenzaba a quebrarse, lo abracé y él a mí, ambos lloramos y era lógico teníamos que desahogarnos.

- Kira, hija, ve a empacar por favor - Dijo mi Madre que había estado observando la escena.
- Has caso a tú Madre - Decía mi Padre mientras se limpiaba las lágrimas de los ojos.

Empaque lo primero que encontré, mi Papá había dicho que sería un viaje cortó así que no sería necesario llevar tantas cosas, y cómo siempre lo hacía cada que visitábamos Seattle, llevaba mi guitarra, a mi abuela le gustaba que tocará Don't Let Me Down, era una de sus canciones favoritas, y a mi abuelo le gustaba escuchar Paint It Black, yo tocaba la guitarra y él se sentaba a escucharme.

Un amigo de mi Padre nos llevó a la estación de tren, y subimos al tren con rumbo a Seattle.
La lluvia caía del cielo lo que hacía que la ventana se empañara, con la manga de mi suéter limpiaba él vidrio para poder apreciar el camino.
El suéter que llevaba era especial, mi abuela lo había tejido para mí, le gustaba tejer, mientras ella tejía mi abuelo tocaba el piano y ambos cantaban, yo hacía tercera con la guitarra, y esos serían recuerdos que se quedarían eternamente en mi memoria.

- Hola hijo - Saludo mi abuelo a mi Padre. La cara de mi abuelo se veía diferente, y con decir diferente me refiero a que se veía, cansado, triste, agotado.
- Hola Papá, cómo estás?? Cómo sigue Mamá?? - Hablaba mi Padre mientras saludaba con la mano.
- Ella, está en su habitación, apenas y puede respirar, y creó que a llegado su hora - Dijo mi abuelo con un suspiro. - Pero me alegra que halla tenido una feliz vida, con su esposo, su hijo, su nuera, y su nieta. - Decía mi abuelo formando una pequeña sonrisa.
- Puedo verla?? - Pregunté
- Si Kira, pasa, le alegrará mucho verte.

Me limpié una lágrima que corría por mi mejilla y pase a la habitación de mi abuela.
Suspire y toque la puerta, mi abuela con mucha dificultad dijo - Pasa - Y así fue pase y me senté en una silla que estaba a un lado de su cama, la mire y las lágrimas corrieron por mis ojos, tal vez está era la última vez que vería a mi abuela.

- Abuela, e vendido a tocar para ti
Mi abuela formo una sonrisa y yo también, después comencé a tocar su canción favorita, sonrió un par de minutos después me dió su collar, poco a poco dejaba de respirar hasta que finalmente lo dejo de hacer, murió, ella murió con una sonrisa en su rostro pero apesar de eso me sentía terrible, no lo pude evitar y me tiré al suelo a llorar.
No se con exactitud cuánto tiempo me quedé llorando y cuando ya podía controlarme baje a la sala dónde estaba mi Mamá, mi Papá y mi abuelo, y fue hay cuando di la terrible noticia.
- Papá
- Que pasa cariño?
- La abuela, murió - Las lágrimas volvieron a mí y abracé a mi Padre. Mi abuelo y mi Madre me miraron y era probable que ya supieran lo que pasaba, mi Padre me soltó y llamo a servicios funerarios, mi Madre me continúo abrazando, y mi abuelo se sentó en una esquina, estaba, triste, dolido, cansado, seguro que tenía miles de pensamientos en ese momento y era claro, no se podía superar la muerte de él amor de tú vida de un segundo a otro.
Mis abuelos siempre habían sido una gran inspiración para mí, eran grandes como pareja y siempre había querido un matrimonio cómo él de ellos, sabía que sólo era de esperar y algún día tendría a mi otra mitad conmigo, o cómo mi abuela le llamaba a mí media naranja.

Me quedé afuera en el patio delantero, me senté debajo de un árbol, y observaba cómo se llevaban el cuerpo de mi abuela.
Mi abuelo fue a un lado mío, después dejo escapar un largo suspiro y habló:
- Ella fue el amor de mi vida, no se le podía comparar con nadie, algún día tú también verás llegar el amor, y no querrás que se escapé, prométeme eso Kira, cuando quieras mucho a alguien trata de estar con el lo más que puedas y con el tiempo te darás cuenta que es el amor de tú vida.

𝐶𝑜𝑚𝑒 𝐵𝑎𝑐𝑘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora