𝐶𝑜𝑚𝑒 𝐵𝑎𝑐𝑘

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Lo primero que hizo fue ir a la estación, se le ocurrió tomar un tren a Seattle. Aberdeen no era un lugar muy grande, Kurt no solía pasear mucho por Aberdeen, Seattle tenía más lugares los cuales Kurt podía visitar.

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Tengo una niña hermosa, una pequeña la cuál me hace ser feliz, le escribo miles de cartas, le doy todo mi amor, pero aún así siento que merece más, Frances debería de obtener más de mí, ella me salvó, ella se lo merece.
Mi hija es la joya más valiosa que tengo, lo mejor que la vida me pudo dar, un obsequio el cuál llegó a estar en mis manos y al llegar a mí se volvió mi responsabilidad, una responsabilidad que acepto, acepto por amor a ella y a mi esposa, por el amor que un Padre da, por el amor que muestra un compañero de vida (esposo)
Una despedida de esté tamaño se que será difícil, el que mi hija crezca sin un Padre creo que será lo mejor, su vida será mejor sin mí, la amo mucho, pero creo que no soy lo suficiente.

Cobain se encontraba frustrado, deprimido y lleno de tristeza.
Amaba a su hija y a su esposa, el problema era que ellas también lo amaban, no quería desaparecer de sus vidas y está vez para siempre, pero de verdad sentía la necesidad de irse, no pertenecía a esté Mundo, todo era demasiado para él, además aún lo atormentaba la idea de que su Padre lo dejó y volvió a hacer su vida con otra mujer, tuvo más hijos y se olvidó de Kurt Donald Cobain.
- ¿Cómo pudo hacer eso? Yo jamás haría eso con mi hija -
No lo comprendía lo único que lograba entender era que no todos veían a sus hijos con amor, que no todos sentían la necesidad de darle afectó a sus hijos, que no todos le daban importancia a sus hijos, no todos eran el Padre que el era, no todos cuidaban a sus hijos de la manera que él lo hacía con Frances.

No tenía mucho que hacer, tampoco quería quedarse sentado a deprimirse, no está vez.
Frente al sofá había una caja llena de fotografías y cintas que él y Kira habían filmando.
Puede que no recordará algunos de ellos, así que se puso a observar las fotografías y separar las cintas para poder verlas más tarde.

Era algo extraño, encontró cintas y fotografías de su infancia, observando a detalle se daba cuenta del gran parecido del pequeño Kurt con Frances Bean, cualquiera diría que ese pequeño de las fotografías era la misma Frances.