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La frialdad de las manos de Kurt y el hecho de no sentir los latidos de su corazón me confirmaba que esto no era un sueño.

Tome su mano fría y juro haber tenido esa sensación durante todo el día.

Ese mismo día la madre y hermana de Kurt llegaron, amablemente Dave las había llamado para darles tan desgarradora noticia.

- Ohh Kira - Wendy me miró y me abrazo, era la primera vez que la madre de Kurt me daba ese trato ya que en el pasado había sido demasiado distante conmigo - Se que todo esto es doloroso, lo es tanto para ti como para mí, pero quiero que sepas que estaré contigo - Al menos esas palabras lograban tranquilizarme de cierta manera.
- Gracias - Murmuré cabizbaja.

No podía estar sola, me aterraba la idea de tener que quedarme sola, tampoco podía dormir, ni tenía apetito de nada ya que todo lo que comía inmediatamente lo devolvía.

- Tienes que descansar por los menos unas horas - Me propuso Kim hermana de Kurt.
- No puedo, no quiero, cierro los ojos y lo veo, no sabes lo difícil y aterrador que es -
- Aterrador? -
- Si, aterrador, me aterra la idea de que de ahora en adelante estaré sola, además, que pasará cuando Frances me pregunté por él? No podré yo sola, tengo miedo -
- Pero no estás sola, yo me quedaré contigo y Bean, no tienes porque preocuparte -
- Pero es diferente, Kurt era mi esposo, el padre de mi hija, y no habrá nadie que pueda ocupar ese lugar -

Escuchamos a alguien tocar la puerta de la habitación, era Krist y otro hombre.
- Kira, tienen algo importante que entregarte - Hablo Krist señalando al hombre.
- Qué cosa es? - Cuestione.
- Antes del suceso su esposo dejo está nota - Me mostró aquél papel arrugado - No sé si lo considere conveniente leerla frente a amigos y familiares -
- Sería lo más prudente - Respondí y junto a Kim salí de la habitación para dirigirme a la sala, donde se encontraban las personas más cercanas a Kurt y a mi.
- Kira tiene algo importante que decir, o mejor dicho leer - Mencionó Krist llamado la atención de los presentes.
- Ehh, es una nota que Kurt dejo antes del suceso - Dicho eso comencé con la lectura de la nota, pero estaba en un estado tan vulnerable que no pude evitar que mis lágrimas corrieran por mis ojos, me sentía avergonzada no quería que toda esa gente me viera llorando.
- Sino puedes hacerlo está bien, estás es tu derecho - Kim me abrazo, sus largos cabellos rubios me recordaban a Kurt, y era claro que tenía similitudes a mi esposo ya que era su hermana, eso me sumaba más motivos para llorar.

𝐶𝑜𝑚𝑒 𝐵𝑎𝑐𝑘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora