Billie estuvo impaciente todo el camino hasta el hospital, no recordaba en qué momento los ataques de pánico habían cesado y podía hacer de sus decisiones lo que ella quisiera. Finneas conducía el auto de Lana siguiendo la ambulancia de cerca, el hospital más cercano estaba a cuarenta y cinco minutos de su hogar, ese viejo pueblo no tenía un solo servicio público que funcionara.
Sí, habría que salir de ahí para poder llegar hasta el hospital; porque Billie así lo quería.
-Finn, acelera --susurró entre sollozos.
Finneas pisó más a fondo el acelerador casi pegándose ante la ambulancia.
-Tranquila, Bill, todo va a estar bien.
-Es que no entiendo; comimos lo mismo, fuimos a los mismos lugares, bebimos lo mismo, ¿en qué momento las cosas pudieron salir mal? ¿Qué habrá pasado?
-No lo sé, Bill.
Al momento de llegar al hospital, Billie no esperó a que Finneas aparcara el auto, bajó enseguida siguiendo la camilla donde llevaban a Lana. Antes de entrar a la sala de urgencias, una enfermera le dijo que no podría pasar más allá de la sala de espera y que debía aguardar a un adulto para que supervisara la salud de Lana.
-¿Qué parentesco tiene con la interna? --le preguntó la misma enfermera mientras Billie seguía con la vista la camilla hasta perderla entre pasillos.
-Soy su... --susurró.
¿Sería prudente decir que tenían un romance? ¿Sería bueno mentir y decir que eran parientes lejanos? ¿O mejor dejarlo en lo sencillo y evitarse así una serie de preguntas interminables?
-Amiga --se mordió el labio--. Solo somos amigas.
-Tendrá que esperar aquí para tener noticias de su amiga.
-Gracias --tomó asiento en una silla cerca de la pared, se cubrió los ojos con las manos y sintió que algo le hablaba por dentro, no una voz externa, sino la suya multiplicada por cientos y cientos de veces. Si algo le pasaba a Lana...
Ella debió irse hace tiempo, pensó. Claro, Lana pudo haberse ido en el momento en que estuvo con un paso fuera del pueblo, pero volvió a ese ridículo lugar donde las cosas no tenían sentido. ¿Qué podría ser lo mejor para ella en estos momentos?
Subió sus piernas a la silla y se abrazó tratando de convencerse que la mejor opción era desaparecer de ahí y esperar a que alguien viniera por Lana, quizá le hablaría a alguno de sus parientes, el teléfono de la chica estaba dentro de su equipaje de vuelta en su casa. Podría irse con el mismo pesar de cada vez y fingir que nada de eso había pasado.
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Las flores que tornaron azules; B.E
FanfictionCuando te vuelves un adulto te das cuenta de que las mejores cosas de tu vida han pasado frente a tus ojos y no has sabido valorarlas de la manera en que debías. La calidad de trabajo y estrés continuo por entregar lo mejor de ti en un lugar que no...