1| Lana

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Inequívocamente se volcó de su cama asustada por la alarma de su teléfono. Anteriormente ya había decidido apagarla y levantarse, pero la pesadez que acompañaba su cuerpo no le permitía más que volver a quedarse dormida. En el lapso de los cinco minutos que retomó su sueño sin sentido, logró que su cuerpo se relajara lo suficiente para brincar asustada de la cama.

En sus buenos tiempos Lana solía tener hermosos ojos café que parecían de color miel cuando el sol le alumbraba directo al rostro. Hoy en día su semblante de cansancio le da la apariencia de una persona enferma, sin tanto brillo. Maldito sea el día en que decidió que trabajar sería la mejor opción para vivir que estudiar la carrera que sus padres tanto le insistían que debía tomar.

- Debo valerme por mi misma -- se repetía cada mañana frente al espejo.

Esta vez no fue la diferencia.

Mientras el agua de la ducha se calentaba, se quitó la ropa frente al espejo. Su piel era tan pálida como el azúcar glass; en dónde antes existía un perfecto abdomen marcado ahora solo quedaba flacidez y una pequeña barriga formada por la comida rápida y los tiempos que pasaba sin comer por estar en la oficina.

Apretó sus brazos sintiéndolos flácidos al tacto, ya estaba cansada de seguir la misma rutina todos los días. Despertarse a las siete de la mañana para conducir en un tonto carro del siglo pasado por una hora hasta una oficina en la que tendría que pasar viendo números por 10 horas y hablando con personas que no tenían un mayor sueño en la vida más que el de ser el empleado del mes.

¿En qué momento su aspiración de convertirse en bailarina habían cambiado ser el maldito empleado del mes? ¿Qué de divertido tiene eso?

Esa mañana tomó el desayuno en casa evitando acudir a la misma cafetería entre la 35 y la 50 para comer una dona con un café americano sin azúcar. Desde su mesa solitaria con el sonido de las bocinas de los autos desesperados cayó en la consideración de que tal vez, y solo tal vez, era un buen momento para pedir unas vacaciones.

Las flores que tornaron azules; B.EDonde viven las historias. Descúbrelo ahora