27| Finneas

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Aquel día fue el que marcó la diferencia entre lo que era realmente y lo que pretendía ser. Finneas O'Connell siempre quizo serlo todo para Billie, su pequeña hermana y la única persona en el mundo que no podría soportar perder.

Mientras el chico conducía de vuelta a casa por las cosas de Lana después de recibir un mensaje de texto con aquellas indicaciones, recordaba la noche en que Bill perdió el conocimiento y él tuvo que terminar con sus padres. Vamos a retomar otra vez un poco del momento de la tragedia:

A la par en que Billie gritaba histérica dentro del vehículo, Finneas esperaba en la cornisa fumando un porro expectante a lo que pasaba dentro del auto. Cuando las cosas comenzaron a descontrolarse, el corrió escaleras abajo con el corazón palpitante, sudando, inhalando y exhalando con pesadez.

Siguió todo el sendero de tierra y antes de que pudiera llegar hasta donde se encontraba el auto, escuchó una explosión en la tapa del cofre; al aproximarse lo suficiente, vio que su hermana se encontraba tirada a la orilla con un par de rasguños sobre el rostro, pero fuera de eso estaba intacta. El carro estaba comenzando a prenderse en llamas, sus padres dentro, gritaban, blasfemando; culpando a la hija menor por haber causado un desastre de algo pequeño.

Finn se acercó hasta la ventana de los asientos traseros, la mitad delantera estaba atascada en el fango, las puertas no abrían.

-Finn --decía su madre mientras el fuego comenzaba a consumir la mayor parte del vehículo.

El chico estaba consciente de lo que debía hacer si quería que él y Billie salieran vivos de esa. Todo a su alrededor parecía detenerse, el mundo dejó de hacer ruido y entonces, Finn caminó hasta la cajuela y terminó lo que había empezado la pequeña Billie.

El carro se hundió aún con algunas flamas llameando del cofre, eso no podría resultar de otra manera.

Volvió a pasar por el mismo sendero solo que esta vez con el carro de Lana Parker, la chica que había llegado hace un par de meses y cambiado muchas cosas en la vida de su hermana. Podría decir que se arrepentía un poco de haber puesto cloro en su bebida la otra noche, pero no le dejaba opción, estaba investigando más de lo que debía, si en algún punto llegaba a descubrir que ambos hermanos eran culpables de la muerte de sus padres, no dudaría en demandarlos, o peor aún: se volvería cómplice y tendría que quedarse a vivir con ellos para siempre fungiendo únicamente como un arma de doble filo.

Volvió al hospital tan pronto como pudo, le entregó las cosas a Billie quien lloraba en silencio mientras escribía un par de cosas en una hoja en blanco.

-¿Qué ocurre, Bill? --preguntó.

-Dejaré aquí a Lana, ella ya no puede seguir con nosotros --dobló la hoja y miró directamente a los ojos de su hermano --. ¿En verdad crees que no sé que fuiste tú quien la envenenó?

-Bill, yo...

-Basta, Finn. Es lo mejor para todos, tu siempre llevas la razón. --Finneas asintió poco convencido de lo que ella decía. --Iré a entregar sus pertenencias con una enfermera, estoy dejando anotado su nombre y número de teléfono por si ella llega a olvidar, incluso puse un par de instrucciones sobre cómo abordarla y la contraseña de su teléfono --sonrió de medio lado--. Espero que me olvide.

Aunque lo que decía no salía del fondo de su corazón, Finneas prefirió creerle a hacerle más preguntas al respecto.

-Vale, toma las llaves de su auto, cargué gasolina antes de llegar aquí --le entregó las llaves a Bill--. Espero que eso le sea suficiente para volver a su hogar.

-Igual yo.

Entonces Billie Eilish O'Connell fue hasta donde la recepción y dejó indicaciones de que no le dijeran a Lana nada de quienes la habían llevado hasta ahí, que le hicieran recordar y la ayudaran a volver a casa.

Por otro lado, Finneas comenzaba a sentirse más tranquilo de poder estar con su hermana a solas nuevamente. No podía juzgarse, él no era una mala persona, solo estaba protegiendo a su familia.

O lo que quedaba de ella.

Las flores que tornaron azules; B.EDonde viven las historias. Descúbrelo ahora