Capítulo 14

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Clare ha sido muy linda conmigo, ha tratado de conseguirme trabajo en el set de rodaje donde ella está grabando. No era la gran cosa y no era como actriz, el reality está avanzado y no pueden integrar a nadie más.

Le he agradecido, pero tengo pendientes unos trabajos a los que he hablado. Al final he decido hacer lo que Karlie me sugirió, encontrar trabajo para no tener que irme tan pronto.

La idea principal era solo estar un par de meses, era con lo que contaba y podía mantenerme aquí sin tener que trabajar para dedicarme de lleno a buscar una oportunidad.

Sé que unos meses no serán suficientes, que toma su tiempo, pero mis padres no iban a consentir que estuviera sin trabajo tanto tiempo, y que desperdiciara ese tiempo en algo tan absurdo como querer ser actriz de Hollywood.

No les molestaba cuando la actuación era algo extracurricular en mi educación, incluso parecían emocionados por qué me interesará en uno de los siete artes, me apoyaban en todo cuando debía presentarme en las obras escolares, incluso en las competencias.

Pero después me di cuenta de que para ellos solo era un hobby, algo que puedes hacer por entretención, y que debería enorgullecerte porque la mayoría ni siquiera lo consideraría, un logro del que presumir en las reuniones, sin embargo solo ahí queda, porque tomarlo como mi vocación es un desperdicio de energía y dinero que invirtieron para que fuera contadora.

Una total falta de respeto según ellos.

Mis padres se han encargado de succionar toda mi esperanza, no ayudan pidiéndome que regrese en dos meses. La única razón de que me hayan dado este tiempo y el permiso de venir hasta Los Ángeles, es porque no creen que lograré nada. Y entre más rápido me centre y deje de soñar cosas absurdas, más rápido regresaré a Phoenix y empezaré a ejercer mi carrera.

Es por eso que he aceptado la llamada que me ha entrado hace unos segundos, y también he aceptado su propuesta de trabajo. Una cafetería.

Mis padres se volarían la cabeza si supieran que viaje hasta California solo para terminar sirviendo café, solo les reforzaría la idea de que es un total desperdicio.

Pero necesito quedarme, la vida en Phoenix como contadora no es algo que me emocione. Me emociona más servir café.

Tras colgar, busco ropa que ponerme, me han pedido que los vea en una hora para una corta entrevista y para una capacitación rápida.

Encuentro ropa cómoda, jeans y una blusa holgada, es cuando termino de vestirme, que verifico la dirección que me han mandado y no tengo idea de dónde queda.

No conozco Los Ángeles tan bien, y aunque por la ubicación sé que no está lejos, no me siento segura.

Salgo de mi habitación y tocó la puerta de enfrente. El departamento está en total silencio, por lo que Karlie debe estar adentro, nunca sale a ningún lado, no sé cómo puede estar todo el tiempo metida ahí.

No contesta, así que tocó de nuevo con más fuerza. Nada.

— ¡Karlie! Abre —. Gritó tocando de nuevo la puerta. Compruebo la perilla, debería poder entrar ya que no parece bloqueada, pero siento que no es correcto. — Necesito pedí....

— ¿Qué quieres? —. Abre la puerta de forma abrupta, tanto que la mano casi se me va tratando de golpearla. Su expresión sigue siendo la misma que hace días. No nos hemos visto, no sale y yo no lo veo. Preferí darle su espacio porque parece de ese tipo de personas que si la atosigas demasiado termina mandándote a la mierda.

De igual forma parece que es lo que ha estado haciendo conmigo.

— Necesito pedirte un favor —. Le digo de forma avergonzada, ella achica sus ojos, como la primera vez que le pedí algo. Y cómo aquella vez, espera paciente a qué explique para decidir si aceptar o no. Su mirada me penetra de una forma incómoda e intensa que no puedo discernir si me gusta o no. — ¿Podrías acercarme a un lugar?

Sé que sí [Kaylor]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora