Capítulo 11

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Tombstone es un pequeño pueblo en Arizona que representa muy bien la cultura del viejo oeste, tal como lo dijo Clare en la cena que tuvimos, está demás decir que no volvió a haber otra cena así.

Por fin Clare se dio cuenta de que algo anda mal con nosotras, Taylor se rehúsa a salir de su habitación cuando presiente que estoy fuera de la mía. Es como un acuerdo silencioso, yo no salgo si ella lo hace, y ella no lo hace si yo lo hago, sencillo.

Clare me ha preguntado, pero evitó el tema, le he dicho que su respuesta a la propuesta es un no, y ha asumido que Taylor se lo ha tomado mal viviendo de mí, que no está lejos de ser la realidad, ha ofrecido platicarlo con ella y yo le he pedido que no lo hiciera.

No sé si actuo bien o no. Tal vez tenía razón y mezclar la tensión sexual y el compañerismo era una mala idea. No me conoce, sé que doy la impresión equivocada la mayoría del tiempo por mi forma de ser, ¿Pero imbécil?

¿Por qué no puedo olvidarlo?

He tenido la sensación de sus labios sobre los míos todo el tiempo, como un hormigueo que me exige buscar los suyos, mi mente evoca el sonido de su risa, las imágenes de ella cerrando los ojos vienen a mí.

Hace semanas hubiera dado todo por una sola noche con ella tal vez, ahora se que no hubiera sido suficiente, la he besado dos veces y deseo más, le confesé que me gusta, me estoy volviendo loca.

Lo confirmo mientras paso imagen tras imagen del aburrido pueblo donde vivió de niña, no hay más de mil personas viviendo ahí, y más de la mitad del lugar es solo atracción turística.

Todo se ve tan seco y viejo, ni siquiera sé porque sigo viendo las imágenes, o porque decidí buscarlo en primer lugar.

No puedo imaginarme a una chica como Taylor en un lugar así, sus ojos azules están destinados a brillar en la pantalla, su cabello debe ser envidiado por todo el mundo entero y su cuerpo delicado pertenece a otra vida lejos de un lugar tan faltó de vida como es la mayoría de Arizona.

Estoy a punto de rendirme con esto cuando una imagen toma lugar en la pantalla, una joven montada sobre un caballo posando de lado, con jeans rasgados y desgastados y un sombrero que se detiene con una mano.

¿Taylor sabrá montar a caballo? ¿Usaría sombrero si siguiera viviendo en Tombstone?

Siempre he buscado inspiración en las cosas más simples, siempre me han elogiado por la gran capacidad que tengo de llevar mi mente lejos cuando me lo propongo o algo me gusta.

Ahora está siendo mi peor enemigo, porque imaginarme a Taylor como una vaquera sexy no es sano para mi mente, no después de que me echara de su habitación y me llamara imbécil por ser como ese tipo de chicas.

Sin embargo, ¿No es por eso que escribo? ¿Para escapar de la realidad y formar la mía?

Me avergüenza admitir los estragos que hace en mi cuerpo el solo pensar en la rubia que vive en la puerta cruzando el pasillo.

Así que pronto me encuentro tecleando tan rápido como mi mente forma las frases, desearía decirle que el sexo ni siquiera es mi primera opción para el desestrés.

Eso es lo que piensa, por eso cree que soy de esas chicas.

Ella le dedica una mirada lasciva, lo está deseando, llamas salen de sus ojos, su cuerpo está sofocado, lo desea, lo quiere todo, y quiere dejárselo saber.

Ella tiene el control, ella decide, su sonrisa se burla, sabe que es así y goza viendo lo que provoca, quiere los ojos puestos en ella, ama ser el centro de atención, sin embargo, cuando ha caído en sus redes ella niega, ella tiene el control, quiere que lo sepa.

Sé que sí [Kaylor]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora