Capítulo 23

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— Tu padre ha enfermado, me alegra que tengas una puerta entreabierta Taylor, pero necesitamos que regreses mañana mismo y tomes el lugar de tu padre en la oficina.

Mi respiración se atasca en mi garganta, y no solo eso, mi pecho se hunde en la miseria y desilusión apenas mi madre concluye y guarda silencio. Ni siquiera sé discernir si la razón principal de mi reacción es por oír que mi padre ha enfermado tanto que ni siquiera puede ir a trabajar o porque me está pidiendo abandonar Los Ángeles (con todo lo que eso conlleva) para ejercer mi título de contadora y fungir como la suplente temporal de mi padre.

— Pero... Mamá.... —. Me cuesta unir palabras de forma coherente para expresar todo lo que su petición me está causando.

— Son momentos difíciles Taylor, tu padre no puede hacerse cargo y nos está yendo muy mal —. Trató de ignorar que no detecté, ni detecto, mucha preocupación en su voz respecto al tema como para haberlo advertido durante los minutos previos de la llamada, no quiero enfocarme en eso, tratar de descifrar a mi madre es agotador.

— ¿Qué es lo que le pasó?

— Ha contraído una especie de Neumonía —. Me siento en la cama y dejó caer mi cabeza hacia el frente sintiendo a mis piernas incapaces de mantenerme en pie, de pronto siento que todo me sobrepasa, me duele pensar en mi padre enfermo y un miedo natural se instala en mi pecho.

— ¿Desde cuándo? ¿Por qué nadie me dijo? Me lo dices, así como así justo ahora, ¿cómo esperas que deje todo de un día para otro? —. Mi frustración sale en un torbellino de cuestiones que se desbordan de mí sin parar.

— No sabíamos lo que era hasta ayer que ha ido por los estudios médicos, él no quería preocuparte, pero le han dicho que no puede ir a trabajar y es lógico que no puede, así que pensó en que podías venir a apoyar en su despacho.

No dudaría que mi madre estuviera exagerando todo para hacerme volver, sin embargo, no me puedo tomar a la ligera la situación de mi padre.—¿Puedo hablar con él?

— No creo que sea lo mejor Taylor debe descansar y está con mascarilla —. Se me revuelve el estómago al oír ese dato.

La mezcla de miedo por mi padre y la desilusión que representa el tener que regresar tan repentinamente me sacuden desde el interior, mis ojos pican y arden, amenazando con estallar y no tengo fuerza para si quiera intentar detener el llanto que se avecina.

— Mamá no quiero trabajar en la oficina —. Dejo salir e un susurro débil, quiero dejar claro eso, tengo que ir a ver a mi padre eso no lo pongo en duda, pero no voy a tomar un puesto en su despacho ni siquiera porque sea temporal.

La oí resoplar fastidiada, me hace sentir mal por no quererlo, no sé si estoy siendo egoísta, pero verme obligada no se siente bien tampoco. — ¿Qué no oyes lo que te digo? Tu padre está mal y estamos pasando por momentos difíciles y tú sigues siendo tan inmadura Taylor.

— Mamá ya se los he dicho ... Yo no quiero trabajar de ....

— De la carrera que tanto nos costó brindarte. —. Ahí está de nuevo ese reproche conocido. Me hace sentir el doble de culpable, a pesar de que sabían que no era lo que quería estudiar mientras me persuadían con la idea de dejarme tomar mis propias decisiones en el futuro. — Alguien debe hacerse cargo de la carga de trabajo de tu padre. Para eso se te dio estudio y ahora estamos pidiendo que seas un poco considerada dadas las circunstancias y tú solo...

— Mañana estaré ahí —. La corto porque no tengo ya el ánimo de seguir oyéndola cómo me echa en cara lo que me dieron a la fuerza, oigo que guarda silencio, es todo lo que quería escuchar y eso le basta por ahora. — De lo demás hablamos luego. Dile a papá que lo quiero, que lo veré mañana.

Sé que sí [Kaylor]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora