A PRUEBA DE GOLPES

4. ANÁLISIS Y COMPETENCIA

Don't leave - Snakehips, MØ

Eda Yildiz:

El sudor recorre mi cuerpo mientras lucho por introducir oxígeno en mis pulmones. Y es que a pesar de tener un buen cuerpo, debía agradecer todo a la genética, porque me encontraba en pésimo estado de forma. Solo tenía que ver como mi amiga Ceren hablaba y sonreía como si nada mientras yo estaba a punto de caer desmayada en aquella bicicleta.

- No entiendo como has conseguido convencer a mi hermano de que vuelva a boxear, y mira que he tenido una charla con él en la que ha intentado explicarme todo, pero nada tiene sentido por más que le dé vueltas- Ceren sonríe mientras lo dice, pero la conozco demasiado bien para saber que quiere conocer los verdaderos motivos que nos han traído a esta situación-
- La realidad es que esa noche tuve una conversación con él después de encontrarlo en el ring de boxeo- muerdo mi labio al darme cuenta de que he hablado más de la cuenta, quizás Serkan no quería que nadie supiese acerca de sus escapadas nocturnas- Y a pesar de que no parecía interesado, vi ese cartel y al día siguiente volví para intentar convencerlo… y funcionó.

No era necesario especificar que desde un principio se había negado en rotundo a algo como aquello, y que no fue hasta que dos matones aparecieron para darme una paliza que comprendió la gravedad de mi situación. He llegado a la conclusión de que ese es el motivo por el que ha aceptado participar en una locura como esta, la idea de que algo malo pudiese sucederme.
La realidad es que a lo largo de estas casi dos semanas he visto algo más allá del aspecto serio y solitario que se empeña en mostrar al resto de la humanidad, y no me parece tan descabellada la idea de que una parte de él se hubiese sobrecogido ante la idea de que pudiesen hacerme daño, de ahí la aceptación al torneo.

- Aún así no me parece que sea algo que él aceptaría de una forma tan sencilla- deja de pedalear para mirarme con una pequeña sonrisa- A no ser que mi hermano esté interesado en ti.
- ¿Qué?- niego con la cabeza varias veces, intentando apartar aquella locura de la mente de mi amiga- No, no creo, al contrario, parece odiarme la mayoría del tiempo.
- Serkan siempre parece odiar a todo el mundo la gran parte del tiempo, pero no se comporta con esas personas de la misma forma en la que lo hace contigo- la sonrisa crece en su rostro, y yo deseo perder el conocimiento en este instante-
- Saca eso de tu cabeza, porque no existe nada entre nosotros dos, ni existirá- niego de nuevo con la cabeza, esta vez más para mí que para ella- Y lo siento mucho porque es tu hermano, pero ni siquiera es mi tipo.
- ¿No lo soy?

La voz de Serkan logra que mis piernas hagan un movimiento extraño en los pedales cuando trato de detenerme, pero lo único que consigo es perder la sujeción de un pie y quedar colocada en la bicicleta de una manera bastante extraña. ¿De dónde ha salido? ¿Y por qué escucha las conversaciones privadas de las personas?
Pasa a mi lado con una sonrisa de medio lado que vuelve a hacer que todo lo que está a mi alrededor parezca haberse puesto en pausa, una sensación extraña que logra en mí cada vez que lo veo mostrar una sonrisa. Extraña porque mi mundo siempre parece ir a toda velocidad hasta el momento en el que él sonríe.

- No, no eres para nada mi tipo- respondo, recomponiéndome del breve lapsus que he sufrido- Me gustan menos cascarrabias.
- Una pena- pero por la cara de burla que tiene, dudo mucho que esté hablando en serio- Aunque encontrar a mi hermana y a mi… tú, ablando de mí no debería sorprenderme.
- A lo mejor deberías haberte quedado a escuchar un poco más, sabrías lo agradable que eres- sonrío de manera artificial, sintiéndome victoriosa al verle hacer una mueca-
- ¿Sabéis que sigo aquí?- Ceren ha vuelto a pedalear, y sigue con esa estúpida sonrisa en los labios que me hace sentir nervios- Porque si queréis me voy y os dejo lanzaros los trastos todo lo que queráis.
- ¿Y perderme el placer de darte un abrazo? ¡Jamás!