A poco - Tu otra bonita ft Valeria Castro
Eda Yildiz:
Las dos semanas que han pasado desde aquella fatídica noche me han ayudado a ver todo lo ocurrido con más claridad. Poco a poco, la rabia ha desaparecido para dar paso a una profunda tristeza y a sentimiento de culpabilidad. Ahora era consciente de que la culpa no fue únicamente suya, yo también puse de mi parte para hacer que todo se desmoronase. Y no contenta con ello, coloqué una venda en mis ojos para impedir ver lo que ocurría a nuestro alrededor.
Ahora mismo lo único que quiero hacer es echarme a llorar mientras entro en este gimnasio, que durante estos últimos meses se ha convertido en una segunda casa para mí. Son cientos de momentos felices los que he vivido aquí dentro, junto a él. El primer encuentro, la primera pelea, el primer beso, conversaciones profundas, sexo desenfrenado… al menos el gimnasio de Engin siempre me traería una sonrisa a los labios porque parecía que cuando entrabamos aquí, el resto del mundo dejaba de existir y nada podía hacernos daño.
Por eso mismo no es fácil saber que esta será la última vez que pise este edificio, y que será uno de esos recuerdos que permanecerán clavados en mi piel por el resto de mi vida.No me sorprende en absoluto la visión que encuentro frente a mí. Y una pequeña sonrisa escapa de mis labios al recordar aquel día en el que también esperaba por mí en esa posición, solo que en esta ocasión no tenía ni idea de que iba a aparecer.
Serkan está estirado sobre la lona, con el cuerpo colocado al estilo de una estrella y los ojos cerrados. Siempre fue su manera de aislarse del mundo y encontrar un poco de paz en sus pensamientos, de esos pocos momentos en los que desconectaba por completo y no era consciente de nada de lo que sucedía a su alrededor. Por eso mismo no me escucha cuando atravieso las cuerdas y entro en el ring, tampoco se percata del instante en el que me extiendo a su lado, en sentido contrario, y suspiro con fuerza.-Jamás entendí que le veías a estar así sobre un suelo sucio, pero ahora puedo ver que hay cierta sensación de calma en ello, de rendición- digo en voz alta para que pueda darse cuenta de que está acompañado-
-En realidad no lo hago para encontrar la paz- responde con voz ronca, sin mover un solo músculo al conocer mi paradero- Es un secreto, pero cuando me extiendo sobre la lona es para cerrar los ojos y contar constelaciones en mi mente, de esa manera siempre consigo calmar la tormenta que está despierta dentro de mí.
-Algún día aprenderé tantas constelaciones que no podrás hacerme competencia alguna- susurro como una promesa triste y desolada-El motivo por el que he acudido al gimnasio es doloroso, pero es algo que los dos necesitamos para poder seguir adelante de una forma sana y conciliadora. A lo largo de toda nuestra relación hemos tenido comportamientos tóxicos que han conseguido llevarnos al momento exacto en el que nos encontramos, por eso mismo no puedo permitirnos acabar de esta forma. No quiero que nuestro último recuerdo juntos sea igual que el resto de nuestro relación; lleno de rabia, de mentiras, de dolor.
El problema es que sea lo que sea que voy a decir, en voz alta siempre suena mucho más difícil que en cualquier pensamiento. Y Serkan no es tonto, sabe que esta no es una visita que busque una reconciliación, tampoco siento que sea lo que él quiere en este momento.-Hemos hecho tantas cosas mal…- comienzo a decir con voz triste-… teníamos todo de nuestro lado para ser felices, y ninguno de los dos quiso aprovechar lo que la vida le entregaba.
-No tienes que asumir una culpa que no te corresponde, ambos sabemos que el culpable de esta situación solo soy yo. Desde un principio debí ser sincero contigo, no ocultar tantas cosas que eran absurdas… y por encima de todo, no mentirme a mí mismo con la idea de abandonar una venganza que estaba clavada en mi ser.
-Te equivocas- sonrío- Ambos tenemos nuestra parte de culpa, Serkan. Y eso es algo que deberías proponerte mejorar, la idea de que no tienes que asumir todos los errores porque cuando estos suceden, es porque dos personas han puesto de su parte que se llegue a ello- suspiro, colocando las manos en mi pecho y fijando al visa en el techo- Mi culpa fue ceder ante ti y no mantenerme firme a mí misma. Y esa es solo mi culpa porque tú jamás quisiste que me comportase de la forma en la que lo hice, hasta tal punto que no me reconocía…
-Siempre te he visto como realmente eres, una mujer increíble- sonrío ante el cumplido-
-Y no niego que lo sea, pero comencé a basar mi vida en ti. Solo era feliz si tú eras feliz. Solo respiraba si era a tu lado, y no puede ser así. No puedo depender emocionalmente de una persona que no depende ni de sí misma, y perdón que lo diga de esta forma, pero ambos sabemos que llevas mucho tiempo perdido.
-No seré yo quién diga lo contrario, pero sí puedo decir que si he empezado a encontrarme, ha sido gracias a ti, Eda Yildiz- suspira con fuerza- Ahora solo toca ir tirando.
-No digas eso, ir tirando es la forma más triste de llegar a cualquier lado- sonrío- Tienes que seguir adelante porque quieres mejorar, porque quieres ser mejor contigo y con las personas que te rodean. Tienes que empezar a quererte para que todos nosotros podamos hacerlo sin miedo a salir dañados.
ESTÁS LEYENDO
A PRUEBA DE GOLPES
RomanceUn boxeador que se ha alejado de las cuerdas. Una mujer que va a ponerlo contra ellas.