A PRUEBA DE GOLPES

15. VENGANZA Y CONFIANZA

Broken (Acoustic) - Jonah Kagen

Serkan Bolat:

Desde la fatídica noche de esa espantosa fiesta, han pasado la inmensa cantidad de dos días, y debo reconocer que he actuado como un cobarde al permanecer alejado de todas las personas que me quieren y rodean.
Engin no ha hecho ninguna pregunta sobre mi actitud al verme en el trabajo, pero soy consciente de que debe estar al tanto de la situación actual por las miradas de reproche que encuentro en sus ojos de vez en cuando. Ceren... la realidad es que he estado intentando no coincidir con mi hermana, incapaz de hacer frente a alguna de esas charlas sensatas y sin anestesia que tanto le gusta tener conmigo. Y de Eda, de Eda es mejor casi no hablar.

Desde esa noche he ignorado sus llamada o mensajes. Ayer incluso me escondí en uno de los baños del gimnasio para evitar coincidir con ella, y sé que es ridículo e infantil, pero me avergüenzo de la forma en la que me comporté con ella a la vez que tengo miedo de las palabras que dije.
Y el miedo es porque sé que es cierto, que ella no debería estar con alguien como yo. Le he mentido desde el primer día, he escondido mis verdaderas intenciones, le he hecho creer cosas que no son y encima la he tratado de la peor de las maneras. Continúo haciéndolo.

-Puppis- grito mientras golpeo el saco de boxeo- Pyxis- otro golpe- Reticulum- de nuevo un golpe-

Ni siquiera recitar las constelaciones parece ser capaz de ayudarme en un momento como este, no cuando estoy al límite de mis emociones.
Y todo viene a raíz de descubrir que estos sentimientos que he estado desarrollando hacía Eda no son otra cosa que amor. Amor. ¿Qué sé yo del amor si no recuerdo como se siente? ¿Cómo voy a ser capaz de mostrar amor si no tengo ni idea de cómo hacerlo?
El amor no nace de una mentira, no se sostiene con engaños, no se mantiene con desprecios o malas palabras. No permanece cuando desapareces. Y eso es lo que hago yo siempre, huir lejos de cualquier persona que pueda mostrar el más mínimo gesto de amor por mí, huir de Eda.

El problema es que esta vez huyo porque la culpa me carcome por dentro. No tengo ni idea de como voy a ser capaz de mirarla a los ojos y seguir ocultando todos estos secretos que cargo a mi espalda.
Hay culpa, y luego hay toda una vida llena de miedos y remordimientos. La culpa duele, pero el miedo es el que me hace ser demasiado cauteloso. Y el arrepentimiento... el arrepentimiento será el que termine por desgarrarme al completo. El que terminará por romperme. Aún recuerdo una de las frases que mi madre me susurró en una de esas tantas noches fatídicas; "Algunas veces, estar roto puede ser hermoso. Si no podemos ver la belleza en el dolor es cuando nos volvemos realmente locos".

-Sabía que te encontraría aquí- golpeé una última vez el saco de boxeo al reconocer la voz de mi hermana, y me abrazo a él, apoyando la cabeza mientras maldigo mentalmente no haber cerrado la puerta al entrar- ¿Se puede saber que mierdas estás haciendo?
-Entrenar- murmuro junto a un suspiro, soltando el saco y mirándola-
-Más vale que no estés intentando hacer el listo conmigo, Serkan- está cruzada de brazos y tiene esa mirada que promete acabar conmigo-
-Entonces no entiendo cuál es la pregunta, Ceren- camino hacía la botella de agua que he dejado en el suelo, incapaz de sostener la mirada de mi hermana-
-¿Qué te estás haciendo a ti mismo?- pregunta un tanto exaltada- Es como si estuvieses intentando boicotearte constantemente, primero al abandonar el boxeo y ahora alejando a la única persona que te ha hecho volver a ser tú.
-Ahí te equivocas, no estoy alejando a nadie- y era la verdad, no quería alejar a Eda de mi lado, pero tampoco tenía la valentía suficiente para enfrentarme a ella-
-Cuando desapareces de la noche a la mañana e ignoras a la que es tu novia, sí que se dice alejar- suspira, como si estuviese realmente cansada de tener que lidiar con un hermano carente de sentido común- ¿Qué es lo que ocurre?