19. ENTRE TÚ Y YO

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Arcade - Duncan Laurence

Eda Yildiz:

El perfil de Serkan es lo primero que veo al abrir los ojos, y me siento descolocada por más de una milésima de segundo al no comprender que hace en mi cama. Poco después destellos de todo lo ocurrido la noche anterior acuden a mi cabeza, y un pequeño pinchazo acude a mi pecho ante lo que veo.

Siempre he tenido debilidad por el perfil de mi novio, pero en esta ocasión no puedo evitar compadecerme de él al ver como uno de sus ojos está prácticamente irreconocible y su labio posee un corte que tardará en sanar. Sé bastante bien que si estuviese mirando en mi dirección vería una ceja destruida y una nariz inflamada, pero prefiero concentrarme en el hecho de que ha sobrevivido a una paliza brutal y que es probable que jamás tenga que volver a pasar por algo así.

- Es de mala educación observar a la gente mientras duerme- murmura entre dientes, sin abrir el ojo que tiene sano porque su voz está cargada de cansancio-
- A lo mejor deberías seguir durmiendo y no estar pendiente de todo lo que sucede a tu alrededor- acerco mi cuerpo al suyo con lentitud para dejar un delicado beso en su mejilla sana. La realidad es que voy con miedo a causarle más daño del que ya debe sentir-
- También es una buena opción, estoy agotado- suspira, volviendo a respirar con normalidad al comenzar a quedarse adormitado de nuevo-

Sé a la perfección que debería dejarlo descansar, pero un pensamiento cruza mi mente y a cada momento se hace aún más irresistible. Tampoco va a causarle ningún inconveniente y estoy segura de que será imposible que pueda resistirse a ello. Será como un pequeño agradecimiento por mi parte.

- Lo siento mucho, pero no puedo dejarte dormir- susurro contra su oreja para después morder el lóbulo con lentitud-
- Mmmm- no habla, pero veo el inicio de una sonrisa en sus labios- Te recuerdo que tu tía sabe que estamos en casa, y no eres una persona demasiado sigilosa.
- No hay problema por eso, esta vez solo se trata de ti.

Y no espero a escuchar como se queja entre dientes del plan de tortura al que planeo someterlo, porque me introduzco en el interior de las sábanas y me deslizo por su cuerpo con toda facilidad. Es una verdadera suerte que la ropa con la que ha dormido sea un pantalón de chándal con fácil acceso.
Por no hablar de que cuando llego a la zona, puedo ver a través de su ropa que ya está completamente excitado, lo que me hace la boca agua.

Sin duda, recorro el bulto con la palma de mi mano para notar como jadea desde el exterior. Hasta el momento no he hecho nada como esto, y la realidad es que no comprendo qué me ha llevado tanto tiempo. Más que nada porque parece haber cambiado de parecer ante la idea de resistirse cuando una de sus manos aparece en el interior de la sábana para colocarse en la base de mi cabello mientras libero su erección y recorro la longitud con la punta de mi lengua. Eso me hace ganar un gemido y un ligero tirón en mi cuero cabelludo.

- No tienes que hacer esto- lo escucho murmura de manera pesada-

Hay algo en sus palabras que me golpea el pecho y agita mi corazón. Para mí no es una obligación hacer algo así, lo hago porque quiero y porque su placer es tan importante como el mío. Como si creyese no merecer nada bueno, ni siquiera en el sexo, por el hecho de haber pasado por la vida sin ser apreciado de la forma en que realmente merece. Por eso mismo me hago la promesa mental de hacerle ver que eso el pasado, que ahora me tiene a mí a su lado y no habrá nada que pueda alejarnos. Lo amo, y eso no se puede cambiar.

Mis mejillas arden por el calor que hace en el interior de las sábanas y lo excitada que me he vuelto de un momento a otro, o quizás porque estoy introduciendo su polla en mi boca, cada maldito centímetro. Y Serkan reacciona ante este movimiento, empujando aún más adentro para hacer que mi clítoris palpite en respuesta. Controla mi cuerpo sin la necesidad de tener que tocarme, tan solo su simple presencia es capaz de hacer que mis bragas terminen completamente empapadas. Y debo reconocer que ese poder sexual que tiene sobre mí, me encanta.
La sábana desaparece de encima de mí, y al mirar hacía arriba solo puedo ver los ojos de Serkan ardiendo en deseo. Siento lástima por todos los golpes que ha tenido que soportar, pero aún sigue siendo tan apuesto como es posible con la cara en ese estado.

A PRUEBA DE GOLPESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora