Un pesado día de invierno, hacía más frío del habitual y por alguna razón Elsa no aparecía por ningún lado. Honeymaren se mostró preocupada al no verla, así que se decidió a buscarla por todo el bosque. Paso un tiempo hasta que la encontró sentada en la hierba recargada en el tronco de un árbol mientras se sostenía la frente.
— Hey, ¿estas bien? —se acercó a ella. La platinada asintió, sin embargo la respuesta no convenció a su compañera —. No parece —le tocó la frente y se alarmó al sentirla hervir.
— He estado bajo el sol mucho tiempo, no es nada de que alarmarse —nuevamente su respuesta no convenció a la morena —. ¿Qué haces ahora?
— Voy a llevarte a Arendelle, necesitas un doctor.
— Estaré bien —fue jalada del suelo con fuerza y sometida con facilidad para montar a Nokk e ir a Arendelle. Al llegar al palacio, casi parecía que iba desmayarse antes de llegar a su alcoba.
—¿¡Todo está bien?! —preguntó Anna cuando vio al médico salir de la recámara con su diagnóstico listo.
— Sí, todo esta bien. Es una fiebre y alergia un poco más intensa, pero solo necesita reposo un par de días y... —Evito soltar más palabras y pensó en otra manera de comunicar los deseos de la reina—. Su majestad fue muy explicita cuando me dijo que no quiere "el remedio mágico". No sé exactamente a qué se refería.
Anna sí lo sabía, no podía creer que Elsa siendo una adulta aún no fuera capaz de enfrentar el remedio mágico de su madre.
— Gracias doctor, dele la receta a mi servicio y mi jefe de mayordomos le pagara por sus servicios.
El hombre hizo una veloz reverencia y se fue sin decir otra cosa. La pelirroja suspiro harta y llamó a Honeymaren para guiarla hasta un almacén en el palacio.
— ¿Querías estar con Elsa en las buenas y en las malas, verdad? —pregunto mientras buscaba algo en los cajones.
— Eh... Sí, obviamente.
— Bueno Romea, estas en las peores —le entregó en la mano el "remedio mágico".
—Espera ¿qué es esto?
— El remedio mágico, pero Elsa es una bebé llorona que no se atreve a usarlo para aliviar sus alergias por muy mal que se sienta. Solo debes estar tranquila, convéncela de usar esta porquería-- Esta cosa y todos estaremos bien.
— ¡PUFF, huele peor de lo que imagine! —exclamó al ver el contenido.
— Y la sensación es peor, ¡suerte! —le dio una palmadas en la espalda y se fue dejándole todo el problema a Honeymaren.
La morena entró en la habitación y solo pudo ver un bulto en la cama.
— Hora de que te sientas mejor —destapo las sabanas y Elsa al reconocer el remedio mágico volvió a cubrirse.
—Lo siento mi amor, pero no existe forma de que me hagas usar eso.
— Te sentirás mejor.
— Prefiero quedarme en la cama moribunda una semana —exclamó, pero Honeymaren la sostuvo con fuerza y se sentó a ahorcajadas en ella sin darle posibilidad de moverse —. ¡Sigo siendo una reina! ¡Guardias, guardias, guardias!
— Anna me dijo que te sentirás mejor mañana si no te comportas como bebé y te pones esta cosa.
— Me lastimas —mintió para escapar, pero era un intento totalmente inútil.
— Deja de hacer drama, solo es una crema apestosa.
— No perderé mi decoro como reina por una crema apestosa que parece manteca de cerdo.
— ¿¡Te importa más tu dignidad que tu salud?!
— ¡Obviamente!
—¡Ponte la maldita crema!
—Jamás —los guardias entraron a la alcoba —¿Qué esperan? ¡Quítenmela de encima!
Uno de los guardias dio un paso al frente y tomo una gran bocanada de aire.
— ¿Ya uso el remedio, majestad? La reina dio la orden de no servirle hasta que use la medicina.
—¿¡Es una broma!? —Honeymaren rió—. Okay, okay, vamos a tranquilizarnos —los guardias se fueron después de recibir un sutil orden —. Aún podemos negociar.
—¿¡Negociar qué?! Ya ponte la maldita crema mágica.
— Solo déjame llamar a Olina, por favor.
— Bien, pero no quiero trucos.
Olina llegó en pocos minutos, no entendía que sucedía en la habitación pero considero prudente no hacer demasiada preguntas.
— Olina, ¿me preparas un baño caliente con todo lo que necesito para eliminar el remedio mágico de mi madre? - la señora asintió con la cabeza. El remedio debía ser usado al menos una noche entera, así que sabía que esa orden era para mañana en la mañana antes de que el sol saliera, así que comenzó a preparar la tina con todos los jabones y esencias que Elsa requería —. ¿Cuánto tiempo debo usarlo?
— Toda la noche si entendí bien a Anna.
Hizo un gesto de asco y evito el reflejo del vomito cuando Honeymaren abrió el envase del remedio. Por un instante Honey también reprimió sus ganas de vomitar.
Siguió las órdenes de Anna y cubrió el pecho de Elsa con la porquería mágica. Honeymaren admitió que la consistencia era como manteca de cerdo y su olor era peor que una letrina, incluso el color se parecía al moho del bosque.
— Amaba esta pijama - murmuró Elsa reabrochandose el botón que Honey soltó para usar el remedio. La pijama se cubrió con el remedio y ahora tenía una mancha difícil de quitar.
— Mañana te sentirás mejor.
—Excelente consuelo.
Durante un rato no se dijeron nada, Honeymaren curioseó por toda la habitación hasta percatarse de que Elsa ya estaba dormida.
Salió del cuarto y se encontró con Anna que recién acababa con sus deberes del día.
—¿Cómo te fue, amiga?
— No esperaba que Elsa fuera tan quejumbrosa.
— Sip, veo que sigues en una pieza así que asumiré ese fue tu único problema.
Se quedó callada y recibió una palmada en la espalda por parte de Anna.
— Te mereces un buen descanso, aprovecha que Elsa esta dormida y vete a relajarte. Yo me ocupo de ella ahora.
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Elsamaren • Flufftober.
RandomHistorias de Elsa y Honeymaren. One-shots con temática especial por el #Flufftober un reto sacado de #EsDeFanfics