Elsamaren • Flufftober.

9.- Forehead kiss.

—¿No te parece juego sucio? —pregunto Anna a Kristoff, ladeando su cabeza hacia el lado izquierdo, observando con un toque de confusión como Honeymaren había logrado engañar a la ojiazul con facilidad. 

—Sip, han hechizado a tu hermana —bromeo el rubio también observando la escena divertido. 

Honeymaren, la dulce chica; audaz, valiente; intrepida; tierna y gentil había fingido una caída que la dejo en el suelo y necesitaba ser cargada en brazos por su reina de brillante cabello y mirada reluciente. 

—¿Aún te duele? —Elsa sostenía en sus brazos a su novia northuldra con fuerza mientras tomaban el camino de regreso a la tribu. 

— Horrible, me temo que no podré moverme un par de días —se quejo falsamente sin mucha emoción en su voz, pero la mayor de las hermanas omitió ese detalle. La morena se sostuvo del cuello de su amada y escondió la cabeza en su pecho.

— Mi pobre ángel —le dio un tierno beso en la frente y continuaron avanzando.

— Santo cielo —se lamento Anna sin saber si reír o llorar. Quizá Elsa si estaba hechizada, era obvia la mentira de Honeymaren y más obvia se hizo cuando Kristoff, siendo el más fuerte se ofreció a cargarla, pero la northuldra insistió hasta el hartazgo ser cargada por Elsa. 

Anna ni Kristoff siguieron discutiendo, hasta que la platinada expresó su cansancio un poco más adelante. 

—Lo siento, ya estoy adolorida —menciono arodillándose para dejar a su novia descansando en el césped. Faltaba un tramo considerable de camino hasta llegar a la entrada del bosque encantado y encontrar la tribu. 

—No te preocupes mi reina, ya comienzo a sentirme mejor.

— Eso esta bien. 

—Ay por faviur —exageró Anna —. Se aprovecha de tu nobleza. 

— Anna no deberías discutir ahora —susurró Kristoff, pero apenas fue escuchado. 

— Esto es obra de un amarre o agua de calzón. 

—¿Agua de qué? ¿Quién, por qué? —la sorprendida fue Honeymaren —. Aquí no hacemos eso. 

—Cielos Anna, déjanos ser cursis melosas —suplicó Elsa retomando fuerzas y volviendo a sostener a Honey —. Increíblemente Anna arruinando la fantasía. 

—No tiene consideración —nuevamente recibió un beso en la frente y retomaron el camino, ahora con un humor menos juguetón. 

La pelirroja quedo paralizada sin entender completamente que había sucedido.