Capítulo 22: Inauguración parte 1

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Inauguración parte 1

Habían pasado un par de días desde aquella noche en que Clarke le entregó los papeles de divorcio a Ontari. A partir de entonces, el trato entre ambas mujeres era casi nulo. O más bien, ni siquiera había trato, porque no se dirigían la palabra.

La abogada y la arquitecta aún seguían viviendo bajo el mismo techo, sin embargo, Ontari alternaba noches entre la casa de Hayley, su oficina y su propio hogar. Las noches que dormía en la misma cama que Clarke, se mantenía lo suficientemente alejada e inmóvil en el limitado espacio que poseía, haciéndole saber y recordándole el rechazo que le generaba tenerla cerca, con la única intención de buscar castigarla. Las actitudes arrogantes de la abogada volvían a una simple habitación en la más fría e incómoda del mundo.

Esas intolerables noches, Clarke no lograba conciliar el sueño; su alma dolía ante la frialdad, el rechazo, el odio, y miles de cosas más que percibía por parte de Ontari. Las horas pasaban lento y su insomnio era acompañado por lágrimas silenciosas que morían en sus mejillas.

La abogada estaba negada a abandonar su casa de manera transitoria hasta que firmara el divorcio. Quería hacer padecer a Clarke, quería que sufriera y sintiera la misma desazón que ella creía sentir. Desazón que no se comparaban entre sí, ya que en Ontari era más bien una victimización camuflando su resentimiento y ego. Seguiría jugando y actuando de aquella manera hasta que tuviera un mejor plan. Además, y no menos importante, de que en su familia aún nadie sabía lo del divorcio. Si su padre se enteraba tendría que escuchar sermones innecesarios que prefería evitarlos.

Jasmín tampoco estaba enterada de lo que sucedía a su alrededor, pero la niña era demasiado inteligente y ya había advertido que algo no andaba bien entre sus madres. Sin embargo, no preguntó ni mencionó nada.

***

Clarke llegó a su oficina luego de dejar a su hija en la escuela, con la mente en todo el trabajo que tenía pendiente para aquella mañana.

—Clarke, te ha llegado la invitación de inauguración del restaurante de la señora Woods. — La arquitecta en medio de su ensimismamiento, levantó la mirada hacia su secretaria quien estaba parada frente a su escritorio y quedó inmutada al escuchar el nombre de Lexa después de varios días.

—Vale Echo. Muchas Gracias. — Dijo con la voz un tanto sorprendida, tomando la invitación. Echo le dedicó una sonrisa sagaz dándose cuenta de la reacción poco disimulada de Clarke.

—¿Necesitas algo? — preguntó, mientras observaba a su jefa mirar con detenimiento lo que le había entregado instantes atrás.

—No Echo. Gracias. — sostuvo con fuerza aquella invitación y le sonrió cordialmente sin dejar de ser amistosa.

—Vale. — Echo salió de la oficina, dejando a Clarke con el corazón palpitando a mil, por una simple invitación.

La arquitecta no demoró en abrir aquel presente tan delicado y significativo para ella. Comenzó a leer y a medida que avanzaba su sonrisa aumentaba ante la cortesía personalizada de Lexa para invitarla. La inauguración tendría lugar la noche del sábado. Más específicamente, la noche siguiente. La ansiedad ya corría por su cuerpo entero porque significaba que en cuestión de horas la volvería a ver después de días insufribles en su vida. Estaba decidida a ir pese a todo. Y aunque había decidido marcar con Lexa una distancia respetable tanto en lo personal como en lo laboral, trabajó dedicada hasta el último minuto en el proyecto desde su oficina. Aquella inauguración era gracias a ella también y debía estar presente. Claramente era la mejor excusa para no sentirse tan culpable de romper sus propios límites porque se moría de ganas de ver a la chef.

Take me back to the start [CLEXA AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora