Aquello que no controlamos
Lexa pasó los días siguientes con la mente asfixiada en incertidumbre y con la angustia acechándola detrás de un forzado disimulo. Clarke ocupaba todos sus pensamientos, y la frase de Luna era un eco constante: "sé, que harás lo correcto". Sin embargo, la joven chef no podía conseguir sosegarse en lo correcto cuando la preocupación y el dolor la sofocaban. Pese a ello, su vida debía continuar, porque tenía un trabajo al que dedicarle tiempo y una hija por la que no podía darse el lujo de arrastrarse en la miseria; Sólo tenía el privilegio de desahogarse entre lágrimas dentro de la ducha, con la única intención de conseguir algo de alivio, o bien, dentro del depósito en donde guardaba los alimentos como en ese instante que, en medio de un ataque de pánico, se encerró y en cuclillas buscó respirar pausadamente para calmarse. Jamás algo en su vida la había afectado tanto y con tanta magnitud. El gran peso en su alma no era sólo suyo, podía sentir a Clarke con toda su angustia, y aunque Lexa no advertía aquello, admitía que le desesperaba no saber nada de ella.
— ¿Lexa? — la castaña escuchó la voz de Luna buscarla por la cocina, pero no le respondió. Tan sólo dejó escapar un largo suspiro pretendiendo recuperar el control de su cuerpo.
—¿Mami? — Jane, se unió a su madre en la búsqueda. La voz de la niña logró en Lexa una sonrisa que la devolvió a la realidad y la ayudó a apaciguar el malestar. Suspiró más profundo y entendió que lo correcto era no abandonar a su familia. Debía estar bien y no permitir perderse en lo que no podía controlar. Se puso de pie y abrió la puerta del depósito con una caja en sus manos y procuró mostrarse asombrada ante la presencia su ex esposa y su hija.
—¡Hey!
—¡Mami! — Luna la observó y notó la palidez en el rostro de Lexa y la sonrisa forzada que buscaba disimular el malestar con gran esfuerzo.
—¿Han llegado hace mucho? Estaba ordenando unas cosas y haciendo lista de lo que falta.
—¿Te encuentras bien? — Increpó sin vueltas Luna, preocupada.
—Sí, tranquila. — le dejó un cariñoso beso en la mejilla, y tomó en sus brazos a Jane, para subirla sobre la banqueta ubicada a un costado de la isla de la cocina del restaurante.
—Recuerda que hoy debes pasarla a buscar, y luego vendré por ella.
—Lo recuerdo. Pero no hace falta que la pases a buscar, cocinaré para ustedes esta noche, así que, espéranos en casa.
—Yo cocinaré contigo mami. —Comentó con entusiasmo la niña.
—Ambas prepararemos la cena para ti. — Lexa intentó demostrarle a Luna que estaba para su familia, aunque su alma estuviera en otra parte. Las resguardaría de todo, hasta de sus propios sentimientos. Luna sonrió aliviada de ver a Lexa no aislarse o cerrarse en ella misma, siguiendo sus consejos.
—Me gusta mucho esa idea.
—Ahora, se una niña buena y pórtate bien en la escuela. —Jane se abrazó a Lexa para despedirse, y la joven chef con cariño se impregnó de todo el amor de su pequeña hija, quien le devolvió un poco de la paz que anhelaba.
—¿Seguro que estás bien?
—Sí. De verdad no tienes de que preocuparte.
—Vale, cuídate por favor.
—Sabes que sí. —
—Te veo en la noche. —Se despidieron y Lexa vio marchar a su hija en brazos de su ex esposa. Dejó escapar un profundo suspiro, masajeó su nuca, y se obligó a trabajar con la mente puesta en sus responsabilidades.
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Take me back to the start [CLEXA AU]
Fanfiction¿Crees en las almas gemelas? Si la respuesta es un "SÍ", espero que tengas claro que no importa el lugar, no importa el tiempo ni el espacio, ellas, no conocen sobre eso. Dos almas destinadas a amarse, se encontrarán, se reconocerán y volverán una y...