Después de que Poché saliera corriendo, Calle se quedó en la playa tratando de asimilar todo lo que había pasado hace unos segundos, reaccionó y salió corriendo para tratar de alcanzar a Poché, pero ella ya estaba demasiado lejos.
Poché llegó a la casa con la respiración entrecortada, con el corazón acelerado y con unas cuantas lágrimas cayendo de sus ojos. Sintió algo de alivio cuando vio que en la casa no había nadie. Se dirigió al cuarto donde se estaba quedando, entró y se dejó caer sobre la cama. "¿Qué acabas de hacer María José?" Dijo en un susurro, "Acabas de besar a la prometida de tu hermano, a tu mejor amiga, a UNA MUJER, la cual te siguió el beso." Respondió la voz de su cabeza. Se tapó la cara con las manos y suspiró.
Escuchó unos pequeños toques en la puerta, sabia que era Calle y no quería abrir, Poché se quedo en silencio, para tratar de hacer creer a Calle que ella no estaba ahí, pero claramente no funcionó.
— Poché se que estas ahí, ábreme.
Poché se levanto y abrió la puerta lentamente.
Se quedó estática cuando sintió nuevamente los labios de la persona que había besado minutos antes. Pero la diferencia era que ese beso no era tierno como el anterior, ese era feroz y necesitado. Poché recibió con algo de dificultad los labios de Calle.
Unos segundos después, las dos se separaron para tomar aire, Calle se volteó y cerró la puerta poniéndole seguro. Regreso su atención a Poché y la volvió a besar de la misma forma. Poché suspiró. Calle acunó el rostro de Poché, empezando a guiarla a la cama, luego hizo que se sentara sobre ésta. Calle se sentó sobre el ragazo de Poché, para posteriormente besar su cuello, eso hizo soltara un jadeo. "¿Qué estoy haciendo?", esa era la pregunta que estaba pasando por la cabeza de las dos. Ellas sabían lo que venía, ya no había vuelta atrás.
Ambas mantenían los ojos cerrados, Poché volteó la cara de Calle y atrapó sus labios con los de ella. Cada segundo que pasaba la ropa estorbaba cada vez más, Calle se separó y empezó a quitarse la blusa lentamente. Poché la observaba fijamente, no quería parpadear, no quería perderce ni un segundo de la obra de arte que estaba al frente de ella. Calle terminó por quitarse la blusa y la dejo caer al piso. Poché se acercó e hizo un recorrido con su lengua desde el cuello hasta la mandíbula, donde empezó a besar hasta llegar nuevamente a sus labios.
— Me encantas - dijo Poché, cuando llego a su oído. Calle no respondió, en cambio soltó un jadeo al sentir su lengua en el lóbulo de su oreja.
Para este punto las dos se desconocían por completo, sobre todo Poché. ¿Como fue que las dos terminaron en esto sólo por darse un beso? Ni idea.
Poché no aguantaba más, cambió de posición, dejando a Calle debajo de ella, la cual jadeo sorprendida por el movimiento un tanto brusco. Tomó a Calle por las muñecas y las puso a los lados de su cabeza "¿Dónde quedó la Poché tímida de hace unos minutos?" Penso.
Se miraron fijamente, Calle notó que los ojos de Poché estaban más oscuros de lo normal. El verde oliva no se notaba demasiado, su pupila ocupaba casi todo su iris.
Poché dejó el contacto visual y se concentró en esparcir besos por el torso semidesnudo de la castaña. Moría por hacerla suya, paso su mano por la espalda de Calle, ella al sentir su mano, se levantó un poco para hacerle más fácil encontrar el broche del sujetador. Poché involuntariamente se mordió el labio.
Al encontrar el broche lo desabrocho y lo quito, rápidamente acercó su boca a su pecho derecho, Calle emitió un pequeño jadeo y hundió sus dedos en el cabello de Poché para pegarla más a sus pechos.De un momento a otro las dos estaban completamente desnudas, una ensima de la otra.
La mano de Poché comenzó a desender por el abdomen hasta la zona más sensible de Calle, al llegar sintió lo húmeda que estaba, a las dos se les escapó un jadeo. Poché comenzó a mover sus dedos de arriba hacia abajo lentamente, esto lo hacía con el fin de que Calle le pidiera con su voz por más, moría por escucharla suplicarle por más.Calle comenzó a mover sus caderas involuntariamente — Poché... por favor - dijo jadeante. Poché sonrió, lo había conseguido.
— ¿Por favor qué? - eso no le bastaba, quería escucharla.
— Más...
— ¿Más qué? ¿Más rápido? ¿Más lento? ¿Más qué? Pidelo.
— Rápido - dijo apenas con voz.
Poché hizo caso, comenzó a mover sus dedos más rápido sobre ese manojo de nervios. Calle gimio, acercó su rostro al cuello de Poché y empezó a besar, succionar y a morder, Sabía que eso dejaría marca, pero no le importaba.
Poché quería hacerla sentir satisfecha, así que, introdujo dos de sus dedos en el interior de Calle, la cual soltó un gemido fuerte, haciendo que Poché gimiera también. Empezó con un vaivén lento, mientras le besaba el cuello.
— Poché, más - Poché no supo a que se refería con "Más", así que, aumento la velocidad y la fuerza. — Por favor... no t-te detengas.
Minutos después Calle llego al climax, arqueó su espalda y soltó un fuerte gemido. Después abrazó a Poché, enterrando sus uñas en la espalda de esta.
Poché también necesitaba liberarse, empezaba a doler. En un movimiento desesperado empezó a frotarse con el muslo de Calle. Dejando escapar pequeños gemidos y jadeos.
Puso las manos a los lados de la cabeza de Calle.
Calle miraba y disfutaba de lo que hacía Poché, sus manos se fueron a la espalda de Poché y comenzó a hacerle caricias.
Segundos después Poché llegó, dejándose caer sobre Calle mientras soltaba un gemido.Después, el cuarto de quedó en completo silencio, ninguna decía o se movía para nada, sólo estaban abrazadas.
Las dos se sentían más que complacidas, les había encantado, así no quisieran admitirlo. Calle amó tener de esa forma a Poché y Poché amó tener de esa forma a Calle.
Poché fue la primera en separarse, pero solo un poco. Miró a Calle a los ojos y después empezó a dejar pequeños besos en lugares aleatorios.
¿Y ahora?
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Entre Nosotras | Caché
Hayran KurguPoché se dio cuenta de que le gustaban las chicas cuando conoció a Calle. Antes de eso había tenido algunas relaciones, todas con hombres y todas muy cortas. No duraban demasiado, porque ninguno conseguía atraerla lo suficiente. Sin embargo, cuando...