Episodio 15

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Cuando reconocimos a ese maldito, nos pusimos en marcha.

Creemos que si seguimos a Rodríguez él nos llevara a Green. Sí, tenemos miedo de que fuera otra trampa pero debemos hacerlo para tener respuesta... y por Ice.

Como extraño hablar con ella.

Nos preparamos, por mi parte me coloque unos de mis trajes de neopreno que hicieron especialmente para mí, este era en su mayoría negro con algunas líneas azules. Cargue dos pistolas, mi cuchillo en el tobillo y amarre mi cabello con una coleta. El tarje de la agente Aurora era algo parecido al mío, era azul con algunos toques de negro. El tipo ninja, ósea el agente Cid, se colocó una pantalón guerrillero negro, una remera larga del mismo color, un chaleco antibalas, sus dos pistolas, varias cuchillos y nuevamente con una máscara que cubría su cara. La fortachona y 16a vistieron un traje completo algo parecido, negro con toques blancos, armas y la protección adecuada.

Elena nos preguntó varias veces si queríamos ir a la misión, no quería que tuviéramos el mismo final que Ice, pero firmemente nosotros decidimos, como equipo, ir.

En el avión, rumbo a Perú...

Saben que eh estado pensando... Si Morgan hubiese estado la primera vez que trajimos a Jonathan Reynolds a la Mansión y le hubiese leído la mente nada de esto pasaría y mi compañera Ice seguiría con vida.

—Nada de esto fue mi culpa, agente Kata— afirmo la rubia sentada frente a mí.

—Deja de leer mi mente— ordene mientras hacía levitar mi cuchillo.

—Vine para hacer que la muerte de Ice no sea en vano y aún sigue pensando eso de mi— Pensó Morgan.

—No vuelvas a dirigirte a ella con ese apodo—amenace.

—Kata ¿puedo hablarte a solas?— cuestiono Aurora acercándose, la mire confundida, me desabroche el cinturón y la seguí a la cabina.

—¿Pasa algo agentes?—pregunto el piloto.

—No, solo será una charla de chicas— informo la de cabello azul, la mire extrañada y continuo — Kata debes calmarte. Sé que tenías una especie de discusión mental con la rubia.

—Si ella no se hubiese ido de la mansión nada de esto...

Me interrumpió —Pero está de vuelta y quiere ayudar.

Puso su típica cara de "yo tengo la razón", suspire y agregue —Bien, voy a para. Solo dile que no se meta en mi cabeza.

Di media vuelta para retirarme pero ella me detuvo del brazo —Recuerda que no debemos volver este asunto personal, solo sigue las ordenes. Por favor.

Me acerque y le susurre —Quien lo dijo fue Rodríguez, y es un traidor.

Volvimos a la zona de carga —Prepárense— sugirió la de cabello azul. Todos tomaron un paracaídas.

Elena, desde el control, nos brindó unas ultimas ordenes antes de tocar suelo —No deben aterrizar cerca de radio, que no sapan que llegaron ustedes.

Se abrió la compuerta de carga, el viento invadió el lugar, me aproxime a apreciar la vista.

—Kata tu paracaídas!!— grito Js.

—Tú crees que lo necesito?— articule con una sonrisa, la jefa dio la señal y seguí —Nos vemos abajo. — y dicho esto me arroje al vacío. La adrenalina recorría todo mi cuerpo, me sentía liviana y dejaba que el viento me guiara. Me di vuelta y vi a mis compañeros que ya había abierto el paracaídas.

—¿Que tal el clima maripositas?

Js se desprendió de su paracaídas y luego por el audífono la oí decir —Ey Kata! Atrápame.

La Mansión; Un Nuevo EscuadrónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora