La Mansión; Un Nuevo Escuadrón

Episodio 8

Al día siguiente desperté a la misma hora de siempre, gracias a mi maldito reloj. Al sentarme en el borde de la cama note que había una pequeña caja en mi mesa de luz, no la había visto antes y como todo en mi habitación tiene que estas ordenado y en su lugar era claro que esa cosa me llamaría mucho la atención.

—VELP. Quien dejo esta pequeña caja negra?—pregunte antes de tomarla.

—La agente Js.

Js entro a mi cuarto? Con el permiso de quien?

Agarre ese pequeño contenedor de cartón algo insegura. Lo tome con ambas manos y la abrí. Dentro contenía... sorry, no sé que carajos es esto.

—VELP, que es esto?— cuestione y alce el diminuto objeto circular que parecía ser de metal, del tamaño de una moneda y dentro tenía el dibujo de un triángulo.

—Es una distinción. Una medalla que te distinguirá del resto en la mansión y a cualquier lado que vallas—. respondió esa voz robótica.

—¿A donde quiera que valla?— susurre. Alguien llamo a la puerta —Adelante.

Aurora se hizo presente y al verme saludo —Estas despierta, buen día.

—Buen día.

—¿Puedo usar tu baño? La ducha en mi habitación no funciona y no tengo tiempo de ir hasta al gimnasio.

Me puse de pie —Claro.

Ella entro al baño como si estuviera apurada  —También tienes esa medalla?

—Oh, si.—dije mientras buscaba ropa en los cajones. Oi la ducha.

—Elena las mando a hacer. Tenemos que llevarlas puestas todo el tiempo—. informa ella casi gritando.

Tome mi típico overol azul, remera blanca y zapatos para ese día y oí que informaron.

—Agente Kata, Agente Aurora, se solicita su presencia en el gimnasio. En diez minutos.

—¡¡¡Shit!!!— dijo la de cabello azul desde el baño.

—¿Ordenes de quién?

—Del Agente Cid.

Ni me bañe, ni DASAYUNEEE

Me apresure a vestirme y colocarme esa medalla. —Aurora debo entrar al baño, solo me lavare los dientes y la cara.

—Ok, pasa.

La puerta se deslizo y gracias a quien diseño el baño con una mampara con el vidrio esmerilado que cubría la ducha.

Me lave los dientes, la cara y trate de peinar mi frisado pelo como pude.

—Por favor pelo, hoy no te pongas rebelde —dije entre dientes.

Aurora salió de la ducha, topando sus partes con una toalla y su corto cabello azul acomodado hacia atrás —¿Que pasa?

Suspiré  —Solo trato de hacerme una colita para controlar todo esto.

—Aún quedan siete minutos. Déjame peinarte.

Deje que ella arregle mi largo cabello castaño y me hizo dos trenzas que en tan solo unos minutos quedaron impecable. La mire desde el espejo —Gracias, eres un sol.

—De nada.

—Oops, quedan pocos minutos. Nos vemos abajo— me despedí.

Salí de mi cuarto, corrí hasta al ascensor que esta al final de ese pasillo blanco, vi a Ice salir de su cuarto —¿Vas tarde?