13 El Beso

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Llegamos a la tienda de segunda mano entre risas, aunque no pareciera, Victor era excelente contando anécdotas graciosas. Se veía más relajado. La recepcionista nos saludó con un pequeño gesto y empezamos nuestra búsqueda:

–Veamos dónde esta la sección de trajes elegantes– dije empezando a caminar entre los montones de ropa. Victor me seguía casi corriendo, ya que yo estaba cazando el mejor vestuario posible y esa era mi especialidad. Estaba dispuesto a impresionar a Victor con mi buen gusto.–Aquí están– entusiasmado fui a observarlos trajes y Victor me ayudó a mover   unos cuantos percheros cerca de los vestidores.–Hora de escoger.

–No... quiero decir... no tengo ni idea de cómo debo ir vestido– Victor se veía tan tierno estando nervioso entre la ropa.–Necesito ayuda.

–Lo más importante es sentirse cómodo con la ropa que llevas puesta– indiqué a Victor con un acento británico exagerado que lo hizo reír.–Después la ropa debe ser a la medida.

–Ok Sr Cambell– respondió Victor y ambos comenzamos a buscar un conjunto.

—¿Me va bien?— pregunté a Victor mostrándole un par de vaqueros y una camisa a rayas.—¿Qué opinas?

—mmm... Creo que— Victor estaba buscando entre la ropa y me lanzó una chaqueta café obscuro que hacía juego con mi mi cinturón.—Sólo hay una forma de saberlo.

Sin darnos cuenta comenzamos a jugar un juego sin reglas en donde desfilamos diferentes vestuarios. Cuando abrí la cortina me encontré con un Victor de smoking blanco con un moño gris. Se. Veía muy guapo, salió on un rostro juguetón observando mi vestuario de vaquero.

—¿Esto es moda tejana?— pregunté dando una vuelta rápida para que Victor me viera, lo señalé para después bailar, el me siguió el juego.—¿Qué tal?

—Creo que me gusta— halagó Victor.—Pero falta un detalle— fue a buscar un par de sombreros tejanos, me dio el más claro y el se puso el más obscuro.—Listo, eres todo un texano.

Bailamos un poco frente al espejo, sacando mis pasos de baile más ridículos, intentando imitar los bailes texanos, pero estaba seguro que así no era la manera de bailar, hasta que Victor habló:

—Pero yo, no me siento cómodo— eso me sorprendió, se veía muy bien pero Victor no se veía tan convencido cuando se observó en el espejo.

—Es demasiado blanco. Deberías probar con esto— elegí un saco color mostaza y se lo di.—Ahora para ser justos, tú debes decirme que vestir— Mi amigo me vio pensativo por unos segundos y corrió hacia los sacos. El eligió un saco a cuadros bastante colorido.

Me vestí y esperé sólo asomando la cabeza del probador para evitar que Victor me viera primero. Entonces pasó una niña y su madre, se me quedaron viendo extrañadas y yo sólo me reí. Victor salió del vestuario y se puso frente a mi cara.

—Te ves bien— dije saliendo del vestidor. Salí abriendo los brazos y bailando. En ese momento no podía estar quieto.—Pero creo que para el evento vas a necesitar algo más formal, como el traje azul claro de allá— le señalé y mi amigo corrió, lo agarró. De paso me dio un traje azul marino y me lo entregó.—Es una buena elección.

—¡Espero ver un baile de entrada espectacular!— me informó Victor antes de que saliéramos del vestidor.

—Lo mismo digo— repliqué mientras me abrochaba los botones de la camisa blanca.—Enséñame lo que tienes Salazar.

Ambos salimos y supimos que no nos convencía del todo los trajes, pero aún así aprovechamos para hacer nuestra pequeña competencia de baile frente al espejo. Las risas no paraban, quizás porque ambos éramos conscientes de que aquello era una ridiculez, pero a la vez era tan divertido. Ambos nos dejamos llevar.

Love, BenjiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora