Desperté con la alarma del celular y como era mi costumbre, comencé a ver mis notificaciones con la esperanza de que alguna de esas fuera un mensaje de buenos días de parte de Derek, mi novio; así es soy gay.Me levanté de la cama bostezando y fui a darme una ducha fría para despejar mi mente. Como ya era rutina para mi en la regadera me felicité mentalmente por haber logrado un día más sin beber alcohol.
Al salir a preparar mi atuendo del día de hoy no podía evitar ver de reojo a mi celular: tal vez Derek me mande un mensaje. Tomé mi playera negra con un estampado de Pink Floyd y unos jeans: era algo así como mi outfit básico.
Por fin bajé a la cocina por algo de desayunar, al llegar a la gran cocina me di cuenta de que mi madre estaba de espaldas preparando el desayuno.
—Buenos días cariño.
—Buenos días ma— contesté sentándome el desayunador.—¿Qué hay de desayunar hoy?
—Huevos estrellados— contestó pasándome el plato y cubiertos, piensas mi papá llegaba a la cocina y me daba unos palmadas en la espalda a modo de saludo.
—Buenos días— contesto mi padre con voz cansada.
—¿Hoy irás al carnaval de invierno?— preguntó mi madre intentando sacar conversación mientras comíamos.
—Aun no lo sé— dije desanimado porque sabía que a Derek no le agradaría mucho la idea de ir, aun cuando a mi me encantaba por ser un tradición total, gracias a lo qué pasó hace unos años con Simón y su asombrosa declaración; era increíble y nostálgico.
—No deberías perderte del carnaval— intervino mi padre por primera vez.—Es una tradición para ti ¿cierto?— con ese pequeño comentario me hizo saber que el aun estaba al pendiente de las cosas que eran importantes para mi, aunque nuestra relación ya no sea la misma de antes: no pude evitar sonreír. Todo transcurrió en silencio mientras terminábamos de comer.
—¡Oh demonios!— dije mientras salía corriendo de mi casa. Iba a llegar tarde a la escuela si no me apuraba.—Lo siento, voy tarde. Los amo— dije bebiendo rápidamente mi vaso de jugo de limón, mientras mis padres me deseaban que tuviera un buen día .
Afortunadamente llegué a tiempo, conduciendo rápido pero con moderación. Al bajarme del coche comencé a notar el cansancio y la sed por la presión de no llegar tarde. Aun me sobraban unos minutos para entrar a mi clase de física, así que me fue a los baños para lavarme los dientes. Fue ahí cuando mi celular vibró: era Derek.
—Hey— respondí sonriente.—¿Qué tal?
—Hola— respondió con una voz ronca, era muy probable que a penas se acabara de despertar.—¿Tienes planes para hoy después del trabajo?
—Tengo una reunión en AA— dije casi en un susurro y vigilando muy bien a mi alrededor. No me gustaría que toda la escuela me tachara de alcoholico.—¿Te parece bien vernos en el carnaval de invierno?
—¿Por qué? No me digas que...— respondió con preocupación en su voz.—¿Has recaído?
—No— dije desconcertado.—Es sólo que debo ser constante en este proceso.
—De acuerdo, entiendo. Te veo en el carnaval— dijo y sin más cortó la llamada, dejándome con la misma incertidumbre de siempre: ¿Estamos bien? Esa pregunta invadiría mi mente por el resto del día.
Al salir del baño rumbo a mi primera clase, tomé agua del grifo y caminé por el pasillo hasta que alguien llamó mi atención y me hizo salir de mis pensamientos.
—Oh, Hola Benji— me saludó Félix, un chico bastante agradable aunque nunca fuimos tan cercanos más que porque ambos trabajamos para la misma compañía de café.
—Hola Félix— dije estrechándole la mano. En ese momento me percaté de que estaba acompañado.
Ey, lindos tenis— le dije al extraño que lo acompañaba. Mi madre siempre dice que el mejor cumplido que le puedes hacer a alguien que apenas conoces, es sobre su ropa.—¿Son Nike Cortez clásicos?— agregué, ya que en verdad me encanta coleccionar tenis.
—Si— respondió sorprendido por mi conocimiento en tenis.—Si, mi mamá los compró en una venta de Garaje sólo por que eran de mi talla.— un lindo detalle pensé.—Ella ni sabía lo geniales que eran— agregó.—No digo que mis tenis sean geniales.Al notar una risita nerviosa decidí animarlo y hacerle ver que sus tenis eran perfectos.—Tal parece que esos tenis eran tu destino— al ver que el sólo asintió agregué.—Si tú crees en ese tipo de cosas— Derek siempre dice que debo ser más realista respecto a temas subjetivos, porque eso no existe.
—Si. Si creo en ese tipo de cosas— dijo de forma genuina, con interés por lo que yo tenía que decir. Yo sólo pensé que sería genial que Derek fuera así.—Creo en, mmm tenis geniales.
Antes de que pudiera contestarle, sonó la campana anunciando que iba tarde a mi primera clase. Lamentablemente esta agradable conversación tenía que terminar.—Bueno, fue muy agradable conocerte— de pronto me di cuenta que no nos habíamos presentado.
—Victor— contestó estrechando mi mano firmemente.
—Benji— dije y en ese momento me fui directamente a clase, intrigado por el nuevo alumno de creekwood.
Tres clases transcurrieron con total normalidad, no es que yo sea un estudiante de excelencia académica, pero después de mi rehabilitación decidí enfocarme en algo positivo como el estudio y en la música, así que cada vez iba mejorando mis notas y eso me estaba motivando bastante.
En clase de cálculo diferencial, recibí una nota A+ y eso ayudó a que mi mente se despejara de mis problemas de pareja, que para este momento ya eran muy recurrentes en mi día a día.
Por momentos recordaba la pequeña charla con Victor Salazar, del cual ya me había informado un poco gracias a los secretos de Creekwood. Recordaba cada detalle en mi mente y si algo podía concluir era que era bastante guapo y agradable, aunque hablamos muy poco.
Una parte de mi quería hablarle a la hora del almuerzo, pero me detuve al ver que estaba con Mia, una de las chicas más populares de la preparatoria, sin embargo, hubo un momento en donde lo vi ir bastante tenso a la mesa de Andrew. Parecieron discutir, pero cuando parecía que todo había terminado, observé como Andrew le tiraba su almuerzo chocando con el intencionalmente.
En ese momento sentí el impulso de ir a ayudarle mientras me preguntaba por qué todos simplemente estaban viendo la escena. Pobre victor, pensé, no es cómodo sentirse así de observado. Me puse frente a él:—¿Estas bien?— dije extendiéndole mi mano para ayudarlo a levantarse del suelo. El la tomó dudando por un segundo.
—¡Au au!— dijo un chico.—¡Tómalo chico nuevo!— nuestras miradas se cruzaron por unos segundos. No me molestaban las burlas de adolescentes homofóbicos, pero a juzgar por la expresión de victor, a el si parece importarle. No me sorprendió que supiera de mi sexualidad porque soy "Popular", aunque yo no me doy crédito de eso.
—Estoy bien— contestó y evidentemente lo había puesto incómodo. El se marchó rápido del lugar y entró a la escuela.
Hola a todos, espero que les guste este primer capítulo. De aquí en adelante agregaré algunas escenas para darle un poco más de profundidad al personaje de Benji. Espero les guste.
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Love, Benji
Fiksi PenggemarEsta historia cuenta la historia de Love Victor desde la perspectiva de Benji