Dark Red. (Ran Haitani)

"4"

Sabes, siempre las mujeres caen muy rápido por ti— hablo Rindo de la nada llamando la atención de su hermano.— Azishima esta buena, siempre consigues chicas buenas.— habló recordando a las demás chicas con las que su hermano solía salir solo para coger y no volverse a ver.

Bastante a decir verdad— confesó recordando lo que había pasado hace unos minutos

Ya no la vas a volver a buscar cierto? Sería bueno volver a ver a sus perros, más allá de lo que hagas me cae bien por sus mascotas— Ran estaba en un debate mental, realmente no sabía que hacer siempre era tener sexo con las chicas que le gustaran y después desaparecer de su vida, ahora no sabía si quería desaparecer de la vida de Azishima o quedarse en su vida, aún que ni siquiera pudo tener un encuentro sexual más cercano.

Posiblemente me divierta con ella durante un tiempo, así podrías tener más tiempo para estar con sus mascotas.— Rindo sonrió solo por saber que tendría beneficios de lo que su hermano hiciera, pero Ran no tenía una respuesta concreta de que haría con ese tal juego, solo sería sexo? O algo más que eso?

El auto paró indicando que habían llegado a su destino, bajaron y frente a ellos se encontraba el edificio en el que siempre hacían juntas con su pandilla.

Al subir al penúltimo piso del edificio se encontraron con sus amigos y socios algunos con chicas sobre sus piernas, otros fumando, bebiendo o metiéndose sustancias alucinógenas.

Te la cogiste?— preguntó Sanzu llegando a lado de Ran, este solo le miro de reojo sin darle importancia, negó— Si no lo haces tú posiblemente lo haga yo, así que cuídala— guiño el ojo y sonrió de oreja a oreja.

Si te le acercas haré que dejen de darte las malditas drogas que siempre te metes— amenazo con un tono fuerte aún sin mirar directamente a Sanzu, este solo se alejó sin quitar su sonrisa.

Ran estaba confundido no sabía que le pasaba, justo ahora estaba teniendo un ataque de celos? Por alguien con quien ni siquiera se acosto? Y que recientemente conoció? Ese no era el Ran que todos conocían, por su puesto que no, el Ran de siempre se hacía del rogar y le rogaban, le celaban más no el a las personas.

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El fin de semana había transcurrido bien, Azi salía con sus perros y con los Sano a comer debido a la buena relación que ahora llevaban, eran como su familia. Afortunadamente su hermano pudo estar ese fin de semana a su lado , ya que solo llegaban a verse quizá una vez al mes o máximo dos.

Los días pasaron bastante rápido y justo ahora era martes, el trabajo en la oficina había aumentado bastante por la época así que la mayoría ya no salía a la hora habitual si no hasta media noche o por la madrugada. Su jefe también había informado que tendría una junta y después de ello iba a decidir quien ocuparía el nuevo lugar para Gerente de Ventas, por su puesto que todos los del área de ventas incluida Azishima, se sentían emocionados y con un espíritu competitivo por aquel lugar.

Hoy serán como los juegos del hambre— dijo Nha desde su cubículo.

Más bien concurso de víboras, quien mejor le lama las patas al jefe será el que ocupe ese lugar— respondió la pelirroja y es que estaba en lo correcto, si su jefe pasaba por esa área podía ver a todos diciéndole lo bien que se veía, dándole cumplidos o hasta coqueteándole.

Shima tiene razón, pero que gane el mejor— hablo Haru sin quitar la mirada del computador.

Todo esto mantuvo a la pelirroja ocupada haciendo que olvidara por completo su encuentro con Haitani, le contó a sus amigos quienes solo le decían que era una locura que se hubiese besado con el pero que al final pues ella lo decidió así que estaba bien, pero debido a que en esos días no hubo rastro simplemente se le olvidó. Pero no era que a Haitani ya no quisiera tener contacto con ella, a él no se le olvidó si no que ya no quería seguir atormentado su menté pensando en que hacer, pero no solo eso lo mantuvo ocupado por ella si no también su trabajo y problemas nuevos de su pandilla.