Dark Red. (Ran Haitani)

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Un día soleado, bastantes turistas caminando de un lado a otro mirando toda atracción turística de Tokyo, un buen lugar para pasar vacaciones y sonreír mientras disfrutas.

Pues esto no le pasaba a la querida Kurokawa Azishima, para ella las vacaciones solo eran los fines de semana y los días de reposo que el médico lo recetaba por los resfriados que le daban cada fin de mes.

Justo ahora se encontraba corriendo con el café de se jefe, este era un hombre asqueroso, el señor Atō, siempre miraba a sus empleadas con bastante morbo y llegaba hacer comentarios sexistas hacia ellas, algunas por suerte consiguieron un mejor trabajo y se fueron de ese infierno, sin embargo, Azishima no tenía la misma suerte y tenía que esperar más tiempo para salir de ese lugar tan horrible, para su mala suerte justo ahora traía una falda bastante ajustada ya que las demás se fueron directamente a la tintorería, por lo que era probable que su jefe comenzara que coquetearle sin descaro.

Buenos días, señor Atō, aquí esta su café— entró a la oficina tapándose con su abrigo, sus medias le cubrían un poco las piernas al igual que su abrigo, el hombre le miro con una sonrisa ladina mientras miraba como se acercaba la menor. El señor Atō tenía 58 años, se le veían los años,y por su puesto que era incómodo ya que Azishima solo tiene 22 años.

Buenos días, Azishima— y ahí estaba el descaro "coqueteo" que siempre hacía sentir incómoda a la pelirroja— te sientan muy bien esas medias— por Dios que justo ahora ella se sentía con la sangre caliente, solo se aguantaba las ganas de darle una cachetada y dar su renuncia, pero tenía que aguantar o si no, adiós departamento, adiós vida social, adiós comida, adiós todo.

Me retiro, más tarde se tiene una reunión importante con los empresarios Italianos y el papeleo se le mandará a las 6 de la tarde, con permiso— salió casi corriendo de la oficina de su jefe, no quería escuchar una sola palabra de su boca.

Camino hacía su cubículo, a su lado estaba Rinha y Haru, sus compañeros de trabajo y mejores amigos, los tres sé conocieron en el trabajo y Azishima era la nueva, sabía trabajar bastante bien para ser nueva por lo que terminaba los reportes y papeleos muy rápidos, con ese tiempo que se ahorraba solía hablar con ambos mientras ellos seguían haciendo sus artículos y papeleos, con el paso del tiempo se tomaron bastante confianza y cariño, cada viernes por la noche después del trabajo salían a tomar a algún bar no tan caro y así hasta que amaneciera, era una manera en la que los tres sacaban todo el estrés de la semana.

Y por suerte hoy era viernes, eso significaba tomar hasta el amanecer y sacar todo el estrés, hoy Kurokawa tenía planeado visitar una nueva zona de bares y casinos de Tokyo, aún que sabía que seguramente el precio sería más elevado.

Solo faltan tres horas para salir, iremos a Roppongi?— llamo la atención de sus amigos quienes le miraban con atención— creo que ese es el nombre, es lo de menos, pero me siento emocionada.

Sus amigos le miraron con una sonrisa, también estaban emocionados por ir a esa área, habían muchas cosas caras y no tan caras pero era un lugar para disfrutar después de todo.

También me siento emocionada, hace tiempo quiero ir ahí— inquirio con un tono de voz eufórico.

Vamos a quedarnos sin comer, pero no importa — hablo el peli verde con una sonrisa al mirar a sus amigas emocionadas.

Los tres rieron al imaginarse a si mismos con hambre y sin dinero por su puesto que era triste pero preferían tomarlo con total gracia, nada haría que su viernes fuera una mierda.

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La tarde había transcurrido con tranquilidad, aún que el trabajo solo ser más pesado al terminar las semanas, pero Viernes era un día que resaltaba y les alegraba a pesar de tener una carga muy pesada, no hay nada que un pr de tragos no arreglen.