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Los días transcurrieron de manera casi pacífica, la misma rutina se repetía por la mañana, cada día tomar el tren para después subir y quedar encerrada en su oficina intentando ganarse la vida. Por las noches sus amigos le llevaban hasta su casa y por ocasiones su hermano la llevaba a casa cuando sus amigos no podían.

Durante esos días Ran estuvo ausente, la carga de problemas dentro de la mafia que manejaban junto a sus amigos había aumentado, el problema con la mafia que controlaba Odaiba se había desenfrenado, matones habían visitado la casa de los Akashi, dejando casi moribundo al personal que ayudaba en la vivienda, para su suerte ninguno de los tres hermanos estaba presente pero personas inocentes salieron lastimadas, poco después un par de casinos de los hermanos Haitani se vieron sumamente afectados por vandalismo y uno de ellos sufrió un incendio aún con personal dentro del sitio.

Por suerte Kakonoi, Kakucho e Izana no habían recibido ningún tipo de daño por parte de Odaiba, pero no podían bajar la guardia en ningún momento porque serían capaces de tomarlos desprevenidos.

Y este fue el consumo mensual de nuestros productos, como pueden ver tuvimos una alta ganancia gracias al nuevo manejo en el área de Marketing— Azishima se encontraba en una junta directiva sobre el desempeño de la empresa y la economía que llevaba. Su teléfono sonó justo cuando terminó lo más Importante— Pueden por favor Hablar sobre la nueva decisión, con permiso— salió de la sala mirando su celular que marcaba aquel número como desconocido. — Diga?

Qué tal, linda— hablo una voz masculina al otro lado— Soy Ran.— durante los días de su ausencia, que habían sido casi dos semanas, solo dos veces había llamado para saber cómo se encontraba,mensajes de texto eran los que más frecuentaba a mandar en su tiempo libre.

Me tenías preocupada— una risa nasal se escuchó al otro lado— Cómo estás? Todo bien?— la intriga le ganaba y mucho más porque en ningún momento le dio una explicación del porqué no se podían ver.

Estoy bien, iré a verte a la oficina— la iría a ver? A su trabajo?

Qué?- No, estoy ocupada— quería evitar todo tipo de chismes en el trabajo. Estaba bien pasando desapercibida y solo ser conocida como la gerente de ventas.

Estoy a dos minutos, nena, no creo que sea educado que me vaya sin siquiera saludarte—colgó la llamada dejando en crisis a la pelirroja por la tan repentina visita. Por suerte la junta había terminado.

Se dirigió de manera apresurada a su oficina, mientras tronaba sus dedos y caminaba dando vueltas, por que el tan repentino pánico y nerviosismo? Como si fuera una colegiala esperando a al chico que le gusta para confesarse, nada de eso pasaría pero sudaba como si eso fuera a pasar.

Decidió sentarse y esperar mientras escuchaba una meditación en el computador, el anuncio decía que era muy buena para bajar los nervios y era totalmente real, justo ahora sentía que todos sus pendientes se habían ido e imaginaba estar en la playa siendo feliz sin ningún problema, pero esa tranquilidad se acabó al escuchar una disputa fuera de su oficina., la puerta se abrió de golpe dejando ver a Ran quien vestía un traje negro y detrás de él la secretaria y otras chicas que al parecer querían evitar que pasara.

Señorita Azishima, le dijimos a este señor que no pasara y no nos hizo caso, lo lamentamos, en un momento lo sacamos— chillo una de las chicas que parecí avergonzada por no detener al más alto.

Me dijeron que no estabas, mentirosas— hablo Ran, les dio una mirada que de indignación y camino tranquilamente en dirección a Azi, se puso detrás de ella mirando todo el disturbio que había causado.

Tranquilas, déjenme con el y no se preocupen— informó ella con una sonrisa amigable, pudo escuchar el poco audible "con permiso" salir de la boca de una de las chicas.— te dije que estoy ocupada.— se volteó con la silla para poder mirar mejor al chico.

Dark Red. (Ran Haitani)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora