Dark Red. (Ran Haitani)

"3"

Azishima vivía en un area no tan cara de Shibuya, gracias a su sueldo consiguió un buen departamento en una buena área en la que podía tener a sus mascotas.

Ella ya no vivía con su hermano, debido a los malos tratos en los que se metía, era un pandillero y eso nunca le gusto a ella. Hace doce años su hermano estaba al borde de la muerte, pero por suerte no ocurrió y aún con aquellas marcas de bala siguió con el tema de las pandillas, muchas veces su hermano intentó ayudarle de manera económica pero nunca aceptó el dinero porque sabía la manera en la que conseguía el dinero, Izana siempre estuvo pendiente de ella aún que ella estuviera en desacuerdo con la vida que su hermano mayor llevaba.

Llegamos—movió el brazo de Shima sacándola completamente de sus pensamientos.

Bajaron del auto y subieron por el elevador hasta el cuarto piso, poco después saco sus llaves de inmediato pudo escuchar como los caninos sabian que estaba de vuelta en casa, estos comenzaron a chillar y rascar la puerta con euforia.

Ya estoy en casa— aviso cambiando su tono de voz a uno más cariñoso los perros solo saltaban emocionados por ver a su madre nuevamente en casa— pasen, son amigables así que no se preocupen— Rindo paso primero mirando emocionado a los perros estos saltaban llamando por atención hacía ellos, Ran entro después mirando cómo el pequeño gran danés intentaba llamar su atención, una leve sonrisa se le escapó al mirar lo lindo que se veía.

Rindo te presento a mis pequeños— dijo pasando a la sala con ellos— los dos pastor aleman, el es Geto y el Guro— estos ladraron al escuchar sus nombres— los dos san bernardo, el es Vic y ella Mar, el boyero se Berna se llama Juan, el Bobtail es Yuji, los dos dalmata, el es Choso y el Moni— todos los perros se emocionaba al escuchar sus nombres— por último el más pequeño, Rio, lamentablemente un perro lastimó su pata derecha y ahora usar una prótesis, pero es muy feliz conmigo, no es así mi lindo bebé— cargo al cachorro y este solo lamia su cara en respuesta.

Son muy lindos,sabes al principio me caías mal porque le gustas a mi hermano, pero ahora me caes bien— confesó  sin prestar atención a lo que dijo poco después cayó en cuenta cuando recibió un golpe en la pierna por parte del mayor.— digo, olvida lo que dije eso es mentira— intento arreglar las cosas pero obviamente ya no tenía remedio, Azi solo miro a otro lado aparentando que no escucho eso.

Bueno, quieren tomar algo?— pregunto entrando a la pequeña cocina, rindo respondió con un si y Ran también— Rindo, su habitación está por el pasillo si gustas puedes ir a verlo— este solo aceptó y llamó a los caninos que le seguían con emoción.

Gracias por todo lo de anoche— se sentó a lado de Ran— como puedo pagarte por ayudarme?

Puedo besarte? Sería una gran recompensa, no crees?—respondió con una sonrisa ladina. Muy directo, cierto? Ran podía ser una persona muy directa o indirecta podría ser una caja de sorpresas, pero por supuesto nunca terminas de conocer a una persona. Kurokawa se sintió sumamente nerviosa al escuchar la petición de su acompañante pero vida solo hay una y el se veía interesante , no sería malo probar o si? Ella solo asintió dándole permiso a besarla.

La tomó por la barbilla e hizo que la mirara, sus ojos morados se iluminaron al mirarlos, al igual que los ojos contrarios, se podría sentir cierta conexión, unos segundos más de contacto visual le bastaron para que el mayor colocara sus labios sobre los de ella, tardó poco para corresponderle pero al final lo hizo, Ran era un tipo bastante atractivo y ella no se encontraba en ningún tipo de laso emocional con nadie así que que más daba seguir le el juego. Siguieron besándose de manera tranquila hasta que mordió su labio abriendo paso a su lengua.

El  beso comenzaba a tornarse poco a poco más caliente, Ran dejó sus labios y comenzó a bajar a su cuello dejando mordidas y sacandole leves jadeos a la pelirroja, poco después tomó uno de sus senos sobre la tela nuevamente se acercó a los labios contrarios para callar los jadeos que Shima generaba. La recostó sobre el sofá haciendo que abriera las piernas para que el estuviera entre estas, los besos seguían y seguían, un jadeo fuerte salió de sus labios producto de la pierna contraria que ejercía presión sobre su parte.