Kuroshitsuji: El Destino de la Mariposa de la Reina

Necesito su ayuda

Subí al carruaje y me dirigí a la ciudad para comprar un vestido más cómodo y uno para la fiesta que daría la Reina. Hannah se encargó de buscar a la mejor modista y Timber, Canterbury y Thompson se encargaban del carruaje y los paquetes. Estuve durante la mayor parte de la tarde en la ciudad y cuando nos regresamos a la mansión solo pensaba en dormir. Hacía mucho tiempo que no salía al ruido de la ciudad, de hecho, era lo que más evitaba.

-Lady ____ la cena esta lista-me informó Hannah al momento de entrar a la mansión.
-Hoy no cenaré, dile a los trillizos que se encarguen-
-Pero señorita se hará daño y su salud no es muy estable además...-
-¿Piensas desobedecerme?-la interrumpí en tono amenazador.
-No-
-Entonces has lo que te dije-

Me dirigí a mi cuarto y luego de que Hannah hizo lo que le ordené se encargó de ponerme el pijama y asegurarse de que pudiese dormir.
A la mañana siguiente Hannah me despertó y vistió. Me había propuesto la noche anterior que hoy iría a primera hora a la mansión Phantomhive para resolver el caso de los secuestros lo más rápido posible. Aún no podía creer que estaba a punto de pedirle ayuda a un hombre. Y para hacerlo peor, al "Perro Guardián de la Reina" Probablemente un hombre al que solo le importaría estar rodeado de lujos y chicas. Hannah se encargó de preparar una muda de ropa para mi y los trillizos de alistar el carruaje. Antes de salir de mi mansión tomé la carta de la Reina y la pistola que guardaba en uno de los cajones de mi escritorio. Nunca se sabe cuando una chica debe defenderse sola.
Subí al carruaje y mi vista se quedo pendiente en el camino. Cuando me di cuenta ya había llegado a la mansión Phantomhive. Timber me ayudó a bajar y Canterbury ayudó a Hannah mientras Thompson se encargaba del carruaje. Nos acomodamos frente a la entrada principal de la mansión y antes de que pudiéramos hacer nada un mayordomo de negro nos recibió. Lo miré un tanto molesta mientras el sonreía.

-Asco-murmuré.
-No es bueno murmurar frente a otras personas mi Lady-me habló el mayordomo.
-Tsk- hice sonar mi lengua.

Esperamos a que el mayordomo nos guiara hasta el comedor donde un chico nos esperaba. Lo miré de pies a cabeza. "Probablemente tiene mi edad" pensé. Estaba un poco sorprendida pero de alguna forma me tranquilizó saber que el Conde era un chico.

-Bocchan, Lady Bennet lo acompañará hoy en el almuerzo-habló el hombre de negro.
-Un gusto-dije estirando mi mano.
-El gusto es mío-contestó besando suavemente mi mano por sobre mi guante provocándome un escalofrío que logré disimular.
-Bocchan, el almuerzo esta servido, tomen asiento por favor-

Hannah me ayudo con la silla y también a servir la comida. Le había ordenado que no se separara de mi por ningún motivo. Cuando terminamos de comer el Conde y yo nos levantamos.

-Supongo que no está aquí por una simple visita ¿o si Lady Bennet?-
-Créame que si no fuera por "asuntos de trabajo" no estaría interrumpiéndolo Conde-
-Entonces acompáñeme a mi despacho-

Subimos las escaleras y luego caminamos por un pasillo hasta llegar a una puerta. El Conde la abrió y me hizo entrar primero. La idea de estar en un lugar cerrado con un chico no me agradaba mucho pero lamentablemente tenía que cumplir con el "pedido" de la Reina.

-¿Y bien?-preguntó mientras me indicaba tomar asiento frente a él y se recostaba en su sillón.
-Seré breve, necesito su ayuda para un caso que la Reina me asignó-
-mmm...interesante-apoyó los codos sobre el escritorio-¿Y qué gano yo?-
-Como era de esperarse del Conde, no hará nada sin recibir algo a cambio ¿verdad?-
-¿No es eso algo natural del ser humano?, siempre dando algo a cambio de una recompensa ¿no?-
-Pues no sabría que ofrecerle en este momento-
-Pues yo si-dijo levantándose de su asiento y acercándose a mi-Podría ...-comenzó a hablar en mi oído.

¡OH MI DIOS, ¿QUÉ PASARÁ DESPUÉS?! 😱😱😱😱😱😱😱