Una Mariposa a punto de caer en mi red

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Narra la Rubia loca de las botas largas :P

Cof, cof digo, Alois. XD

-¡TRES!-atravesé uno de los tantos barriles con mi espada.

Lamentablemente la espada no fue lo suficientemente larga como para atravesar a Ciel y solo me había servido de advertencia. Mientras yo quitaba mi arma enterrada Lady Bennet y su príncipe azul trataron de escapar. Para mi fortuna no eran lo suficientemente rápidos asique aproveche de atacarlos mientras trataban de huir. El Conde le indico a _______ que escapara mientras el me distraía, pero lo que no sabía era que ella no podría escapar de mi. Para conveniencia de Ciel, su disfraz tenía una espada real con la que trató de defenderse. Jugué su juego y lo ataqué con la intención de acabar con su vida. Salimos de la bodega de vinos y nuestro querido Conde Phantomhive se distrajo el tiempo suficiente para que mi arma lograse alcanzar su brazo. Trató de escapar de mi siguiente ataque y tropezó. Punto a mi favor. Aproveche de apuntar directo a su cuello con mi espada mientras nuestra querida mariposa observaba perpleja.

-¡Conde Trancy!-gritó.

-¿Eh? ¿Acaso te atreves a gritarme?-la miré un tanto sorprendido.

-No le haga daño, se lo ruego-se acercó para tomar mi mano.

-La única que le está haciendo daño a Ciel es usted Lady _______-

-¿De que habla?-preguntó intrigada.

-A causa de su imprudencia ahora el Conde Ciel tiene que huir para salvarla y usted lo único que hace es quedarse parada ¿Es que acaso no teme que yo pueda...mmm...nosé... ¡Atacarla!?-apunté la punta de la espada directo a su cuello.

La chica ni se inmutó. Simplemente alejó la espada con su mano y me habló al oído. Estábamos lo suficientemente alejados como para que el Conde no la oyera.

-Terminaré el caso con el Conde Phantomhive y volveré a cumplir nuestra apuesta-

Luego, Lady Bennet se acercó a Ciel y lo ayudó a ponerse de pie. Tomó su pañuelo y lo ayudó con su herida. Eso debía doler ya que no tuve compasión. Después de eso se fueron en dirección al patio y desaparecieron tras la puerta.

Luego de nuestro jueguito volví al salón junto a Claude. Vi como dos de los trillizos que sirven a _______ le hablaban al mayordomo del Conde y se quedaban junto a sus amigos. Claude me sirvió ponche, el cual lo bebí lentamente pensando en mis planes con Lady Bennet. Quizás la use de carnada para atraer a Ciel y acabar con sus vidas yo mismo. También podría torturarla hasta volverla loca y mandarla a matar a su príncipe azul. Pero esos demonios serían un problema.

La fiesta se quedó sin diversión luego de que esos dos se marcharan por lo que no había mucho que hacer. Aproveche que Lady Elizabeth estaba sin pareja para invitarla a bailar. Aceptó extrañada.

-Lady Midflord ¿verdad?-

-Am...si-

-Tanta belleza siendo desperdiciada-

-¿Uh? ¿A qué se refiere?-

-A que el Conde Phantomhive no sabe cómo tratarla apropiadamente-

-Eso no es verdad, Ciel siempre a tratado de complacerme en todo, incluso bailamos en su mansión y ...-la interrumpí.

-¿Pero no cree que le ha prestado más atención a Lady _______ Bennet? Es decir, se fue de esta fantástica fiesta con su invitada sin decirle a nadie. Si yo fuera usted me andaría con cuidado con esa chica-

-¿Ella era la chica vestida de blanco?-

-Sí, prefirió vestirse de forma sencilla para jugar con el Conde-

-¿Jugar con Ciel? ¿Algo como las escondidas?-preguntó con inocencia.

-Algo más grande, me prometió que si el Conde la reconocía se iría con él lejos de Londres-mentí.

-Ciel no se iría-agachó un poco su rostro justo cuando la música terminó.

-Bueno, si usted no quiere creerme no debería insistir, al fin y al cabo es a SU prometido a quien le están coqueteando-solté su mano y me fui dejando a Lady Midflor confundida a mitad del salón.

Le ordené a Claude que me llevara a casa y eso fue lo que hizo. Al llegar había una carta de la Reina. Era extraño recibir ese tipo de correspondencia a estas horas. Tomé el sobre y lo abrí. Dentro se encontraban dos cartas. La primera tenía como remitente a su Majestad y en la segunda no me quedó claro.

Mi querida Araña:

Espero que hayas logrado hacer que mi Mariposa se concentre en su caso. De no ser así estaría muy decepcionada de mis tres pequeños guardianes.

Se despide, Victoria.

Con el susto que pasó hoy estoy seguro que su querida Mariposa se fijó resolver el caso de inmediato, aunque una vez que lo termine será atrapada por mi red y no podrá escapar de mi.

Conde Alois Trancy:

Se que usted tiene intenciones contra el Conde Ciel Phantomhive y no lo detendré. Para ocultar este hecho de su Majestad le pediré que me haga un pequeño gran favor: Rompa aún más las alas de Lady Bennet, hasta tal punto que ya no sea capaz de volar lejos de usted. Al fin y al cabo, ustedes dos no son tan diferentes, ambos tienen un alma sucia e impura. Es su destino estar juntos.

Se despide un ángel puro.

-Interesante-dije en voz alta mientras Claude me quitaba el calzado.

-¿Ocurrió algo bueno?-

-Al parecer tengo a dos personas de mi lado-

-Quiere que haga los preparativos para encerrar a la mariposa-apuntó a la ventana donde se había posado una mariposa de vivos colores.

-Tráela, aunque lo más probable es que pronto sea suplantada por una más bella e interesante-

-Yes, your Highness-


Kuroshitsuji: El Destino de la Mariposa de la ReinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora