Kuroshitsuji: El Destino de la Mariposa de la Reina

Preparandose para un ¿sueño?

-Tú puedes bailar con uno de los sirvientes-me sugirió Lady Mildflor
-O simplemente podemos turnarnos-hablé sin pensar.
-¡¿QUEEEEEEEEEÉ?!-chilló Elizabeth-Ciel es mío-
-Es cierto que él es su prometido, pero eso no significa que solo deba bailar con usted-
-Señorita, debemos ir a cambiarnos-me habló Hannah interrumpiendo nuestra "conversación"
-Está bien-contesté y di media vuelta quedando unos segundos inmóvil-nos veremos en el salón de baile Lady Elizabeth-dije mirando de reojo para causar molestia en la rubia y luego subir relajadamente las escaleras hasta la que era mi habitación.

Al llegar Hannah me indicó el vestido que debía llevar y como debía peinarme. La verdad estaba emocionada por aquel baile, no sabía porque pero quería que la noche cayera rápido. Me imagine el salón adornado de forma sencilla y elegante, música de violines y piano, el conde esperando en el primer peldaño de la escalera y ofreciendo su mano para que yo la tomara y así nuestros pasos de baile nos unirían hasta volver a sentir su aroma pero esta vez directamente de su cuerpo.

-Señorita, ¿esta bien?-
-¿Por qué preguntas?-hablé.
-Porque sus mejillas están rojas, ¿es que acaso tiene fiebre?-
-¡Cla...claro que no! Yo solo recordé algo vergonzoso-"el aroma del Conde" pensé-y por eso estoy así-
-Eso no es normal en usted señorita, apenas lleva un día en esta mansión y se ve como eso a afectado su comportamiento normal-
-¿A que te refieres?-pregunte confundida.
-Su tono es más suave, sus ordenes son más simples, su rostro se ha vuelto más tierno y dulce-decía mientras ataba mi cabello dejando parte de este suelto.
-Hannah, quiero mi cabello completamente recogido-ordené.
-Hoy no señorita, hoy es una noche especial-
-¿Especial?-pregunte confundida.
-Sí, hoy su alma tiene un aroma diferente porque está ligada a su corazón-apoyó su frente sobre la mía y sostuvo mi mirada.

La desafié durante unos segundos hasta que me mi malestar anterior volvió. Me sentía mareada y sin fuerzas, totalmente desprotegida. Mi vista comenzó a nublarse y caí rendida al juego de Hannah. Ella me tomó entre sus brazos y caminó fuera de la habitación. Luego paró frente a una puerta que un hombre de negro le abrió. Me recostó sobre la suave cama de aquel cuarto y me susurró al oído.

-Esta noche está espléndidamente hermosa My Lady, asegúrese de disfrutar la noche y el baile-

Luego de la extraña frase de Hannah comencé a hacerme preguntas ¿Disfrutar el baile? ¿Cómo disfrutaría el baile en estas condiciones? ¿Acaso quiere que baje a bailar? ¿A bailar con el Conde? ¿A robarle la pareja de baile a Lady Mildflor? Eso era imposible, aunque dije que podíamos turnarnos para bailar para mi, llegar a suplantar a la rubia era imposible. Ella es femenina, bonita, tierna y lo más importante: la prometida del Conde ¿cómo podré yo igualarme a ella?
Inspiré hondo, como si eso ayudara a desaparecer mi malestar. Me giré quedando de costado. Abracé la almohada e inspiré el aroma de este. Me sonroje porque aquella esencia para mi ya era conocida. Tan profunda y embriagante, sutil y perfecta, era el aroma del Conde. Luego de haberme llenado con aquella fragancia caí rendida en los brazos de morfeo.

*-Señorita es hora de despertar-escuché una voz femenina
-Bocchan, usted también debe levantarse-ahora una voz masculina.

Abrí los ojos y lo primero que encontré fue un hermoso y delicado rostro con un zafiro en el. Al reconocer aquel profundo mar me senté de un salto en la gran cama.

-Lady Bennet, ¿buenos días?-contestó mi compañero de ¿cama?
-Con...Conde, ¿Qué hace usted en mi cama?-
-Pero que es lo que dice, usted fue quien me propuso dormir a su lado en MI CAMA-recalcó eso ultimo.
-Es...Eso no pue...no puede ser cierto-dije avergonzada desviando mi mirada.
-Ahora está tan tímida todo lo contrario a anoche cuando vino a seducirme Lady _____-susurró a mi oído de manera ¿pervertida? ¡¿Era eso siquiera posible?! ¿Qué aquel rostro de ángel pudiera utilizar ESE tono de voz?

Mi piel se erizó y mis mejillas se inundaron de calor. Cerré mis ojos y pude sentir su respiración sobre mi oído, luego en mi cuello y finalmente sobre mi cara. ¡¿Estaba así de cerca?! "Oh por Dios, eso no podía ser verdad, el Conde me iba a besar y yo estaba frente a él indefensa y sin poner oposición" logre pensar a penas.
Antes de que sus labios se acercaran aún más a los míos abrí mis ojos*

-Lady Bennet, ¿está usted bien?-
-Cla...Claro yo...yo...digo...usted...el cuarto-tartamudeé nerviosa con mi mente en blanco sin poder decir una frase coherente.
-Su rostro...-el Conde se acercó a mi.
-¿Q...qué tiene?-
-Esta todo rojo-posó su mano en mi ardiente mejilla.
-Y...yo...-me vi interrumpida.
-¿Es qué acaso tiene fiebre?-preguntó mientras posaba su frente sobre la mía.

Nuevamente tenía al Conde frente a mi. Con su respiración tan cerca de mi que me recordó a mi sueño. Sí, solo había sido un sueño, un extraño y vergonzoso sueño con el Conde.
Acerqué mi rostro aún más y pronto ya no pude mantenerme consciente. Mi vista se oscureció y lo último que recuerdo es al Conde llamándome a lo lejos.

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Tenía planeada una imagen (en realidad un dibujo) para uno de los capítulos pero debido a toda mi tardanza creo que lo subiré después ヽ('o｀；
Una vez más me demoro toda una eternidad en subir un capítulo ('･Д･)」
Ya salí de clases (hace como dos semanas) así que presiónenme todo lo que quieran para no demorarme, se los pido como un favor XD
Hasta la próxima y lo siento
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