El despacho de Aro Vulturi se encontraba una planta más arriba. Amplio, lleno de libros y madera oscura. Un lugar casi lúgubre al estilo del líder. Tocaron a la puerta y esta se abrió sin esperar permiso.
—Me buscabas.
Una cabeza asomaba por detrás de la puerta.
—Sí, Rhys. ¿Dónde estabas? —Rhys se acercó a Aro con las manos en los bolsillos.
—Con Alec y Demetri. —Aro enarcó una ceja y Rhys se encogió de hombros.
—A penas salgo de Volterra con alguien tendré que socializar.
Aro suspiró volviendo la vista a sus papeles.
—verás ya es hora de que te respalde alguien, puedes elegir guardia personal.
Rhys sacó las manos de los bolsillos y se sentó frente al escritorio, negando con la cabeza.
—No lo necesito con mi don.
—Sé que no pueden sorprenderte fácilmente, pero aun así tendrás guardia. ¿La eliges o la elijo por ti?
—No... Mmmm... —Rhys se llevó una mano a la cabeza y otra al cuello.
Tenía sed, mucha sed, hacía semanas desde la última vez que se había alimentado como todos, pero él era un neófito y eso aumentaba su necesidad de sangre.
—Tranquilo, hermano. Heidi está a un par de horas de aquí. —Aro sonrió.
—Solo conozco a un par de guardias.
—¿y cuántos quieres? —preguntó Aro divertido mientras dejaba la pluma en el tintero con cuidado.
—¿Qué tal Alec y Dem? ¿Demetri?— Se corrigió recordando que el apodo era solo entre ellos.
Aro soltó una suave carcajada mientras negaba con la cabeza.
—Alec es mío. —Dijo como si de objetos se tratase. — y Dem también.
—¿Corin y Santiago?
—Uno es de Caius y la chica de nuestras damas. —Rhys suspiró.
—¿Por qué no me dices quien está "libre"?
—Afton y puedes compartir a Jane con Caius. —Respondió Aro juntando sus manos sintiéndose satisfecho.
Rhys recordó la conversación que había tenido con Alec. El joven líder lo quería cerca y apostaba a que Jane prefería dedicar su tiempo a Caius y sus torturas.
— ¿Me cambias Jane por Alec? Estoy seguro de que Jane prefiere estar con los señores de siempre.
Aro se recostó en su silla.
—No.
—Alec quiere estar conmigo. —Rhys se cruzó de brazos.
—No tiene importancia.— Aro movió sus manos en el aire quitándole importancia a la opinión del chico.
—Aro quiero a Alec y a Demetri junto a mi lado.
Rhys se puso en pie y Aro lo contempló desde su silla. El señor Vulturi seguía haciendo sentir a Rhys inferior con esa mirada divertida.
—Te cedo a Demetri, pero Alec es mío y no hay más que discutir.
Aro cogió de nuevo su pluma y se puso a escribir como lo había estado haciendo hacía escasos minutos.
Rhys al cabo de unos instantes se dio la vuelta y se marchó sin recibir más miradas de Aro que sonrió al papel al escuchar un portazo.
Tras la puerta Alec y Demetri lo esperaban en silencio. Demetri apoyado en la pared y Alec sentado en uno de los bancos de granito negro.
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TRAS EL AMANECER
FanfictionLa derrota en una confrontación con otros clanes de vampiros y metamorfos lleva a los líderes del clan Vulturi a considerar nuevas vías de convivencia que garantice la supervivencia de su familia. Puede que arrepentidos en parte de su comportamien...